Carta de agradecimiento
Señor Director:Los agricultores regantes del río Diguillín de la región de Ñuble, que reciben aguas desde el lago Laja durante los meses de riego a través de la obra estatal canal Laja-Diguillín, desean recordar y agradecer el acuerdo firmado entre la Dirección de Obras Hidráulicas dependiente del Ministerio de Obras Públicas y Enel Generación Chile S.A., en noviembre de 2017, sobre Operación y Recuperación del Lago Laja, por cuanto ha resultado muy beneficioso para las regiones de Bio Bio y Ñuble que riegan en conjunto unas 130.000 hectáreas.
El volumen de aguas del Lago Laja, al 26 de noviembre de 2019, es de 1.624,29 millones de metros cúbicos, el año 2018 y 2017 eran de 1.610,88 y 1.137,20 millones de metros cúbicos respectivamente al mismo día. El Convenio, logró revertir la tendencia a la baja del Lago por cuanto desde el año 2009 (10 años), los volúmenes eran inferiores a la misma fecha.
El próximo 30 de noviembre, el volumen existente del Lago se distribuye en porcentajes para riego, generación hidroeléctrica y recuperación del lago - a menor volumen mayor porcentaje de aguas se mantiene en la laguna - lo cual ha permitido su lenta recuperación. Esto permite enfrentar la próxima temporada de riego con mayor tranquilidad y garantizar un caudal mínimo para los Saltos del Laja. A su vez, todos estos actores, tienen el compromiso de un uso eficiente del Sistema Laja, con equidad, eficiencia y sustentabilidad ambiental e hídrica.
Firmaron y se comprometieron con este Convenio, resultado de una mesa pública-privada, los ministros de Obras Públicas, Energía, Agricultura, Enel Generación Chile S.A., Dirección de Obras Hidráulicas, Asociaciones de Canalistas Laja Sur y Zañartu, Cámara de Comercio de Los Ángeles y la Junta de Vigilancia del río Diguillín que representamos por los usuarios del canal Laja-Diguillín.
Juan Carlos Villagra de la Sotta, Presidente; Juan Francisco Saldías Muñoz, Juez Repartidor de Aguas. Junta de Vigilancia del río Diguillín y sus Afluentes.
Dignidad
Señor Director:En el contexto de las movilizaciones sociales ha sido un denominador común a lo largo y ancho del territorio, incluso para nuestros compatriotas en el extranjero. Aplicable tanto a salud, educación, pensiones y trabajo, entre otros, lo cierto es que la dignidad se ha tomado la agenda como forma de reivindicación en sí misma. Un concepto en sí mismo loable, necesario y que representa, entre otros, un valor y un derecho innato, inviolable e intangible de la persona. En su conceptualización femenina encontramos que la dignidad es una "cualidad del que se hace valer como persona, se comporta con responsabilidad, seriedad y con respeto hacia sí mismo y hacia los demás y no deja que lo humillen ni degraden".
Por esta razón no deja de ser preocupante, toda vez que representa el ethos del estallido social en nuestro país, que un eje transversal retórico de los manifestantes sea "luchar, hasta que la dignidad sea costumbre". Al respecto bien cabe preguntarse, ¿En qué momento dejó de ser costumbre la dignidad en nuestra sociedad? ¿En qué momento perdimos el rumbo, dejamos de reconocernos, de mirarnos a los ojos y hablar con la verdad? ¿En qué momento se perdió el valor de la palabra empeñada? Porque, ciertamente, cuando hablamos de que "Chile Despertó" lo que estamos constatando es que la gente se cansó del abuso, representado principalmente en la clase política. Cuando la calle expresa esta ansia y urgencia de recuperar su dignidad lo que le está diciendo, tanto al Gobierno, Oposición, Senadores, Diputados, Alcaldes y Concejales, entre otros, es que el tiempo de los abusos se terminó y quieren poder acceder a los mismos privilegios que ellos se han encargado, muy celosamente, de cuidar mesquinamente sólo para ellos, poniendo incontables trabas cuando se trata de legislar en favor y beneficio de las personas. Esto último, qué duda cabe, hemos sido testigos de que incontables "no se puede" resulta que ahora "sí se puede". ¿Qué cambio entremedio? Que Chile Despertó, la gente se manifestó y exige recuperar su dignidad.
Sin embargo, esta dignidad necesariamente tiene que ir de la mano tanto con Derechos como Deberes. Esta exigencia de restituir la dignidad no puede ni debe ir mancomunada con atropellos a la misma, donde los únicos y grandes afectados son los ciudadanos. Debemos entender que la violencia es lo contrario a la justicia.
Rodrigo Durán Guzmán.
¿Cocinando el pacto?
Señor Director:A propósito de las competencias gastronómicas en TV y de las arduas negociaciones entre el oficialismo y la oposición para añadir o quitar reglas al pacto constitucional, lo bueno es que todo el proceso para llegar a acuerdos es muy transparente, nada de "cocinar entre cuatro paredes". Pero lo malo es que los "cocineros" que participan son los viejos conocidos políticos de siempre, con las recetas e ingredientes muy repetidos y lo peor de todo, añejos. ¡A cocinar!
Luis Enrique Soler Milla.