Una voltereta inaceptable
Señor Director:El premio a la mejor vuelta de carnero de este último tiempo claramente se lo lleva Frente Amplio, que a pesar de su postura en contra de la violencia y votar en favor de restaurar el orden y la seguridad con la ley antibarricadas y saqueos, a las pocas horas hacen una declaración pidiendo perdón y retractándose de la decisión que tomaron. ¿Qué credibilidad le podemos otorgar al diputado Boric que cambia su postura como cambia de chaqueta?
Más que pedir indulgencia por votar en favor de la seguridad del país y en contra de los delincuentes que violan y ultrajan el derecho a desplazarme libremente, deberían pedir perdón a los cientos de chilenos que quedaron cesantes, que sufrieron de angustia o perdieron su fuente de ingresos por esta clase de actos criminales.
Me gustaría saber si pensaría lo mismo si fuera uno de los afectados, pero claro, la respuesta es obvia: lo volveríamos a ver con otra chaqueta.
Francisca Herrera Jara. Cientista político.
Crisis social
Señor Director:Producto de la crisis social en nuestro país, miles de personas han marchado por las calles. El derecho a manifestarse de manera pacífica es un derecho legítimo vinculado a la libertad de expresión, pero ¿es justificable la violencia en las calles? La violencia solo ha traído incertidumbre y desempleo, no soluciones ni mejoras.
Lo más complejo es que este no es el mayor problema, sino que las autoridades de nuestro país han conseguido validar la violencia en las calles como un método legítimo y efectivo para conseguir objetivos, tales como la asamblea constituyente. Es claro que nuestro país necesita cambios rápidos y eficaces para mejorar la calidad de vida de las personas, pero estos deben realizarse en un ambiente democrático y legítimo.
Catalina Mateluna, Fundación para el Progreso.
Terremoto económico
Señor Director:Las olas de violencia desatadas desde el 18-O, protagonizadas por jornadas de saqueos, incendios, barricadas, heridos, etc., están yendo mucho más allá de la mera violencia. Hablamos, realmente, de un terremoto económico. Según el Índice Mensual de Actividad Económica (Imacec) se registró una caída de -3.4%, y que terminó por superar al mismo índice medido el mes de marzo de 2010. En aquella oportunidad, el terremoto deterioró nuestra economía a un -2.8%.
Este grave quiebre explica porqué existen más de 15 mil Pymes afectadas, las largas filas en búsqueda del cobro del seguro de cesantía, debido a que 66 mil personas ya perdieron sus trabajos. Nuevamente los más pobres terminarán pagando la boleta del desorden romantizado.
¿Todavía se cree, ingenuamente, que la violencia en las calles no está afectando a las personas? Lo que se requiere, en un primer orden, es que exista orden público y que el Estado de Derecho rija con todas sus letras. No hay espacio para menos, una recesión económica está a la vuelta de la esquina.
José Luis Trevia.
¿Quienes certificarán?
Señor Director:Ante las declaraciones de varios rectores de universidades nacionales, en que dejan claramente establecidas sus grandes preocupaciones por la situación que se vive en el país, petitorios, agendas, constitución, votaciones, tipos de votos, manifestaciones dentro y fuera de sus universidades, las tomas, etcétera, pero nada, absolutamente nada, dicen con respecto a la también muy preocupante pérdida de clases de los estudiantes, por días, semanas, meses.
¿Quién o quienes son, o serán, las autoridades de las mismas universidades, externas o ministeriales, que se encargarán de certificar en detalle que todos los alumnos que han perdido clases, que no han estudiado en forma íntegra las materias que incluían los programas de cada curso semestral y/o anual, finalmente los recuperen plenamente y que a la vez que fueron debidamente calificados en pruebas y que finalmente aprobaron sus cursos, ya sea para continuar avanzando en sus carreras o lo que es más importante y clave, para entrar en los procesos de titulación y la obtención de su título de profesional, ya sea como médico, ingeniero, profesor, sicólogo, terapeuta, etcétera, o quedará en manos de los futuros pacientes, clientes, es decir de quienes contratarán sus servicios profesionales, los que deberán certificar sus conocimientos, dependiendo de los años en que estudiaron, en qué universidad estudiaron, de cuántas clases perdieron, para decidir si los eligen o no, por ejemplo como médicos para ellos o sus familiares, y el mismo caso de otros tipo de profesionales?
Luis Enrique Soler Milla.