La frase del año 2019
Señor Director:Después de ver a un actual diputado, ex cantante, representante de Chile en la fenecida OTI, intentando cantar en medio de una sesión de la Cámara, mientras se trataba la legislación tributaria; o en otra saltando la reja perimetral para ingresar al Congreso; o a una diputada, ex periodista y ex panelista de farándula ingresando disfrazada y encapuchada a la sala de la Cámara de Diputados, definitivamente hacen que se proponga la certera declaración del ex Ministro Francisco Vidal como "La frase del año 2019", quien dijo en entrevista a El Mercurio de Valparaíso el 31 de agosto, por la nominación de candidatos para las próximas elecciones: "Ni cantantes, ni artistas de circo, nada de eso. Ese fue un error tremendo".
Exacto, preciso y conciso.
Luis Enrique Soler Milla.
Vanidad en la política
Señor Director:Uno de los problemas de fondo que afectan a nuestro país es que nuestra política está enferma de vanidad. Estamos llenos de narcisos cuyo único fin es figurar en las primeras planas, en los titulares, y están dispuestos a cualquier cosa con tal de cumplir aquello, con el simple propósito de satisfacer sus egos. Así, han vuelto la actividad política un burdo espectáculo donde no se discuten principios, ni fines ni altos ideales. No es raro que en ese escenario se valide cualquier medio como forma de acción política o algunos legisladores crean que están en un circo, como recientemente lo ha mostrado Pamela Jiles, durante una situación tan seria como una acusación constitucional.
Sería bueno recordar lo que Max Weber advertía a la Asociación Libre de Estudiantes de Múnich en 1919: "el político tiene que vencer cada día y cada hora a un enemigo muy trivial y demasiado humano, la muy común vanidad, enemiga mortal de toda entrega a una causa y de toda mesura, en este caso de la mesura frente a sí mismo". Sería bueno recordarlo porque bajo el predominio de una política enferma de vanidad, surgen los narcisos por excelencia: los populistas.
Jorge Gómez Arismendi, Director de Investigación FPP.
Preinfarto social
Señor Director: Alguien calificó el estallido en el país como un preinfarto del cuerpo social. Un reventón que avisa de un colapso mayor que puede venir pronto. Y quienes deben reaccionar de urgencia se han preocupado más de la seguridad del enfermo que de administrarle un gran balón de oxígeno. Los responsables del desarrollo y la economía, Gobierno y élite megaempresarial, creen que con algunos reajustes, bonos y cambios aparentes en la política pública la protesta terminará y la gente común más aquellos jóvenes marginales, desesperanzados, sin expectativas para sus vidas a largo plazo, volverán felices a sus chabolas.
Para que un pdte. del Banco Central como Rodrigo Vergara, exprese que los remediales dispuestos desde la macroeconomía han sido insuficientes, es porque los poderosos no quieren soltar pan ni pedazo y mantener sus privilegios a rajatabla.
Varios países latinoamericanos, de suyo, perdieron el rumbo por no responder a tiempo con un mejor reparto de la riqueza existente, como en Chile, que mantiene ahorros internacionales, capacidad de endeudamiento y 23.000 dólares per capita por año. Es bastante. Marzo puede ser un camino sin retorno para nuestro país.
Gaspar Millas del Río.
Bonos
Señor Director:La clase media que paga todos sus impuestos, aranceles universitarios, colegiaturas, cuotas de tarjetas, contribuciones etc., muchos de los cuales somos pensionados de compañías de seguros, una vez más no fuimos considerados en el último bono-regalo del Gobierno. O sea, somos parte de la letra chica del contrato.
Nelson Gutiérrez Castro.
Significado de la Navidad
Señor Director:El significado de la Navidad, tanto para el creyente como para el que no lo es, tiene un mensaje del valor universal del amor y de la paz, que nos interpela especialmente en estos tiempos de turbulencia social. Ojalá que en esta Navidad nos reconciliemos, aunque sea en el interior del corazón, con todos aquellos con los que nos sentimos separados por su manera de pensar o actuar.
Asimismo, que el mensaje navideño no se desvirtúe en pérdida de tiempo de gasto compulsivo y frenesí de compras, sino que nos mueva a la generosidad con los que tienen menos bienes materiales y con los que sufren carencias de todo tipo: soledad, enfermedad y desesperanza. No se trata solo de dar cosas materiales, sino también de acompañar, comprender, consolar, perdonar y escuchar.x
Jimena Valenzuela del Valle, Directora del Instituto de Ciencias de la Familia (ICF). U. de los Andes.