Este domingo culminó la vigésimo quinta Conferencia de las Partes (COP25) del Clima de Naciones Unidas, que tuvo como anfitrión a Chile, pero que debido al estallido social debió realizarse en Madrid. Tras 14 días de deliberaciones, las reacciones fueron de inconformidad y desazón tras la firma del acuerdo "Chile-Madrid Tiempo de Actuar" y así lo demostró el Presidente Sebastián Piñera, quien afirmó que se lograron grandes avances, pero que no son suficientes para hacer frente a la crisis climática.
La COP 25 venía precedida por el Acuerdo de Paris de 2015, firmado por 195 países, y que tenía como principal meta contener el aumento de temperatura por debajo de los 2°C respecto a la era preindustrial y esforzarse por limitar este aumento a 1,5°C. Como entonces no se impusieron metas obligatorias y cada gobierno fijó sus propios objetivos de reducción de emisiones contaminantes, lo concreto es que ni siquiera ello se cumplió.
Entretanto, el Panel Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC) emitió dos alarmantes informes este año previo a la COP25 que daban cuenta que los tiempos para actuar se agotan. En agosto publicó un informe sobre la importante función de la tierra en el sistema climático, detallando que su uso para fines agrícolas, silvícolas y de otra índole supone el 23% de las emisiones de gases de efecto invernadero. "Los nuevos conocimientos evidencian un incremento de los riesgos de escasez de agua en las tierras áridas, daños por incendios, degradación del permafrost e inestabilidad del sistema alimentario, incluso en un escenario de calentamiento global de 1,5 °C". En septiembre, el IPCC publicó el Informe especial sobre el océano y la criosfera en un clima cambiante, que revela que el calentamiento global ya es de un 1 °C con respecto a los niveles preindustriales a causa de las emisiones de gases de efecto invernadero pasadas y presentes, y hay pruebas abrumadoras de que ello trae consecuencias graves para los ecosistemas y las personas.
Frente a esta evidencia científica, los asistentes a la COP25 comprometieron metas "más ambiciosas" para responder a la emergencia climática, pero no se llegó a consenso sobre acciones concretas, a excepción de 121 compromisos con la carbono neutralidad. Se incorpora además la protección de bosques y océanos, además de financiamiento de Acción Climática a países menos desarrollados. Pero en lo concreto, la COP25 de Madrid deja una sensación de status quo, y organizaciones ambientalistas como Greenpeace tildaron de "inadmisible" que empresas contaminantes "hayan impuesto sus intereses". Las grandes economías, Estados Unidos, Rusia y China, han suspendido la lucha contra el cambio climático, lo que eleva la desesperanza por lograr la meta de reducir las temperaturas. Ahora la Acción Climática real queda en manos de lo que pueda lograr la raza humana en sus acciones cotidianas para mover a sus líderes a un cambio urgente.