En medio de la vorágine de compras por Navidad, la Asociación Chilena de Seguridad (ACHS) dio a conocer un sondeo aplicado a 254 pequeñas y medianas empresas (pymes) adheridas a la Corporación, que reflejó que un 70% se han visto afectadas por la crisis social y, de ellas, un 80% ha sufrido disminuciones en sus ventas, mientras que el 65% declara que ha debido recurrir a recortes de personal para hacer frente a la compleja situación que vive el sector.
Sin duda que son noticias poco alentadoras para finalizar el año, pero que reflejan la contingencia que están viviendo las empresas que aportan con cerca del 80% del empleo nacional, en concordancia con las cifras que entregó este mes el Gobierno y que señalan que 14.823 micro, pequeñas y medianas empresas han sido afectadas, ya sea por reducción de sus ventas o daño físico a sus locales, desde el 18-O. Junto con ello, se han visto perjudicados 75 mil empleos a la fecha, de 100 mil que proyectó al inicio del conflicto la Cámara Nacional de Comercio.
Ahora bien, según el sondeo de la ACHS, el pesimismo se refleja principalmente en la prolongación de los efectos de la crisis en el país, considerando que un 39% considera que durará por 12 meses o más, un 31% que cree que se extenderá entre 6 y 12 meses, mientras que un 30% estima que se solucionará en seis meses. Así también, entre los más pesimistas, el 47% cree que su empresa no duraría más de un año si la coyuntura continúa. En este contexto, es importante mencionar que la ayuda del gobierno a las pymes no logra mejorar la percepción de las consecuencias del estallido social en el mediano plazo, siendo esta una de las razones que podrían profundizar la pérdida de puestos de trabajo. Cabe recordar que el Gobierno ha entregado más de 7 mil subsidios para recuperar la infraestructura dañada, recobrar la capacidad productiva y con ello proteger la estabilidad laboral. Sin embargo, hasta ahora el efecto de aquello ha sido más bien marginal y recién a fines de este mes, con las cifras que actualice el INE, se conocerá el real grado de impacto en la ocupación.
En este escenario, la señal política es aún menos auspiciosa, debido a la falta de acuerdos en aspectos claves del futuro proceso constituyente -que la última Consulta Ciudadana reflejó que goza de amplio respaldo de la ciudadanía-, señal que no permite asegurar que la respuesta de la calle será la de terminar la violencia, al no haber consensos claros frente a las demandas sociales. Que este periodo del año en que los deseos de paz y prosperidad se multiplican, sirvan de instancia de reflexión también a los representantes de los partidos políticos, para aportar en la búsqueda de acuerdos que pacifiquen "el alma del país", y multiplicar a su vez los esfuerzos para evitar un mayor impacto laboral que tendría consecuencias directas en miles de familias chilenas.