Con sonoros bocinazos y hasta algunas "evasiones", según reportaron usuarios a través de redes sociales, se manifestaron durante la jornada de ayer usuarios de la Autopista del Itata, que a partir del 1 de enero reajustó la tarifa de su peaje en $50, llegando a $4.290 el valor para vehículos livianos y $18.050 para camiones de más de dos ejes, en vez de los $17.810 que pagaban en 2019, es decir un alza de $240.
Pese a que los nuevos valores habían sido publicados semanas antes en medios impresos de la región, la molestia se hizo evidente desde las primeras horas del nuevo año y estalló con mayor fuerza el jueves.
En dicha sintonía, el diputado por Concepción (distrito 20), Sergio Bobadilla, aseveró ayer que el "Gobierno deberá analizar en el término de la concesión Autopista del Itata, el año 2023, eliminar el peaje Agua Amarilla; hoy el costo de traslado son superiores a la media de todas las rutas de la Región del Bio Bío".
En tanto que su par de RN, Leonidas Romero, ingresó el lunes al Congreso un Proyecto de Resolución donde solicita al Presidente de la República para que arbitre todas las medidas necesarias para que, una vez terminada la concesión de la Autopista del Itata, región del Biobío, ésta pase a manos del Estado, tal como se hiciera con la Ruta de la Madera, y se fije un peaje acorde para financiar su mantención, el que debería ser similar a los otros peajes que existen en otras carreteras concesionadas y con tramos más extensos inclusive.
Cabe recordar que el peaje por el uso de la autopista del Itata, que administra la empresa Globalvía, se encuentra entre los más caros de Chile, pero como no cobra el precio de horario punta se mantiene por debajo del que pagan los usuarios de la Ruta 68, que une Santiago con la zona costera de la Región de Valparaíso, que va de $4.000 de lunes a viernes y $4.800 de viernes por la tarde a domingo.
"Hoy conocemos la realidad que todos quienes transitan por esta autopista gastan más dinero en el pago del peaje que en bencina por salir o ingresar a la provincia de Concepción, siendo perjudicial no sólo para quienes van en dirección a la Ruta 5, sino para quienes van hacia comunas aledañas", opinó Bobadilla. El parlamentario sentenció que "al conocer las demandas sociales, la situación de los peajes es una preocupación real de millones de chilenos, teniendo como dato que anualmente en promedio transitan más de 5 millones de vehículos por esa autopista, siendo una problemática a analizar por parte del ejecutivo. Estamos a total disposición en caso que el presidente así lo defina para bajar y en el mejor de los casos eliminar dicho peaje al pasar a administración pública (...) De aquí al 2023, el Gobierno debe intermediar para bajar costos del peaje, que se ha transformado en una real barrera comercial y social, con una rebaja significativa y posterior eliminación que es lo que pedimos estudiar", enfatizó.
Ñuble en conversaciones
Desde Ñuble, el diputado Gustavo Sanhueza dijo haber tratado el tema. "Conversé este con el subsecretario del MOP y en esa oportunidad me señaló que iban tener una reunión con la concesionaria para hablar sobre esa situación y que tuvieran el mismo criterio de las otras concesionarias que han congelado sus precios", dijo.
Según Sanhueza, "sabemos que la Ruta del Itata prometió un standar de seguridad que iba a ser único y a la larga no se ha cumplido, por lo mismo el precio que se cobra no tiene relación con el servicio que se está prestando y por lo mismo es algo que hay evaluar".
Mientras que el diputado Carlos Abel Jarpa afirmó que ofició al MOP "para que haga llegar los antecedentes del alza del peaje de Agua Amarilla de la Ruta del Itata, además de ver la posibilidad de que las alzas sean mínimas. Tengo entendido que el aumento de este peaje es de un valor menor al IPC, quedando en $50".
Asimismo, el parlamentario indicó que, "si bien es alto el precio del peaje, el que realiza un viaje por la Ruta 68 debe pagar dos peajes de $2.500, por lo tanto igual es caro andar por esa ruta", enfatizó.