Ecoladrillos: la nueva manera de reciclar el plásticos y ocuparlos en la consturcción
MEDIO AMBIENTE. Hasta la localidad de Ñuble Alto llegaron 17 voluntarios del Colegio Santo Domingo, La Reina de Santiago para poner en práctica su proyecto con el objetivo de incentivar el cuidado por el medioambiente.
El ecoladrillo consiste en botellas plásticas de cualquier tamaño, rellenas con cualquier tipo de residuos plásticos y papel aluminio. Una vez terminado, puede servir como aislante acústico, térmico y antisísmico. A diferencia de productos reciclados, el ecoladrillo no recicla productos, sino que los reutiliza. El proceso de reciclaje consiste en procesar determinado material para poder volver a darle algún tipo de uso. El eco ladrillo únicamente reutiliza los productos que se ponen dentro de la botella. La realización de estos ladrillos es puramente artesanal, por lo que requiere mano de obra, así lo explica Artemio Espinoza Maquena, encargado de pastoral del Colegios Santo Domingo de la Reina en Santiago quienes explicaron esta iniciativa desde hace un par de años.
"Este proyecto es de forrado con ecoladrillo que nace de la iniciativa de reciclar plástico y al mismo tiempo utilizar ese material en labores sociales en el fondo es el plástico que uno bota a la basura, lo pudiéramos transformar en un material de construcción en ese sentido lo que hicimos fue buscar las botellas que fuera del tamaño de los tabiques de construcción que en este caso son tres pulgadas y la botella de medio litro nos calza perfecto, la idea era fomentar que pudiéramos reciclar los plásticos 5, 6 y 7 que son los plásticos que no se reciclan habitualmente en Chile, aquellos que son de Snaks o de bolsas de comida de perro, detergentes o plumavit para luego ir introduciendo en las botellas limpias", comentó el docente.
Este invento propone soluciones simples a problemas complejos. Primero, nos da alternativas para reutilizar todo tipo de plásticos, que en algunos casos llega a tardar 700 años en descomponerse. En segundo lugar, genera una fuente de trabajo para aquel encargado de hacer los eco ladrillos y reduce la cantidad de basura que va a parar a los vertederos. Y por último, crea conciencia en la sociedad sobre la importancia de construir un nuevo material a partir de la reutilización de determinados productos.
"Cumple exactamente la misma función que la lana de vidrio o el plumavit porque estuvimos viendo estudios realizados por universidades extranjeras donde habían hecho proyecto similares a este y cumple exactamente con las mismas condiciones incluso funciona como corta fuego porque el plástico si bien es infumable en estas condiciones cuesta mucho más tiempo que se inflame siendo casa de construcción livianas. Logramos un material de construcción y lo más bonito de esto es que el fondo tu transforma lo que llamábamos habitualmente "basura" en un material de construcción útil, lo único que hay que hacer es tomar un poco de tiempo a tomar los plásticos que usan introducirlos en las botellas y luego acopiar las botellas que los hacemos en el colegio durante todo el año y luego usarla", comentó Espinoza.
Para este año el voluntariado llegó hasta la localidad Ñuble Alto, lugar donde el año pasado se realizó el plan piloto del proyecto. "Este es el primer lugar donde lo hacemos el año pasado lo hicimos como piloto acá porque la idea era probar si efectivamente íbamos a lograr que funcionara y el año pasado en enero forramos dos casas bastante bien y luego volvimos en agosto a ver qué tal estaba la temperatura de la casa con esto estamos tratando que tengan una mejor condición de vida dentro de lo que podemos hacer con desechos generamos un espacio de mejor calidad", expresó.
Fueron 4.200 ecoladrillos los que fabricaron durante todo el año entre la comunidad escolar y general para forrar la casa de Natalia Arias quien desde septiembre habita en la localidad. "El año pasado vinimos con 20 alumnos, pero este año veníamos alrededor de 50 alumnos, pero debido al estallido social tuvimos que suspender la venida con alumnos porque es un riesgo andar con menores de edad en las circunstancias inestables que estamos y decidimos para no dejar botada a la gente que teníamos compromiso invitamos a profesores para cumplir estamos 17 profesores voluntarios", comentó.
"Es un proyecto que lo encontré genial, una forma de reciclar, de poder ayudar el planeta a descontaminar y que mejor que esto vaya en ayuda, había escuchado sobre el eco ladrillo, pero no sabía para qué fines lo ocupaban y acá en la zona la mayoría de las personas no hace reciclaje. Desde ahora estamos pensando en una forma de reciclar junto con la comunidad para nosotros mismo apoyar con las botellas", manifestó la jefa de hogar Natalia Arias.
Para rellanar una pieza de 9 metros cuadrados los profesores se llevan día y medio aproximadamente, pero generalmente con los alumnos son cinco días porque con ellos se hace un trabajo de capacitación previa para trabajar en el área.
"La idea es poder seguir trabajando con la comunidad porque necesidades hay muchos, pero nos gustaría que este proyecto se replicara en otros colegios de Ñuble para que puedan tomar esta misma iniciativa ya que es una gran solución de muchos metros cúbicos de plásticos que van a ir a dar al mar o a los basurales y que pueden estar transformándose en un material de construcción gratuito".