Rompo yo, paga tú
Señor director: Atravesamos por un momento crítico como país. Lo que vemos en las calles, y particularmente tras la rendición de la PSU, es a un grupo de personas que se han arrogado la superioridad moral para determinar qué es correcto y qué merece ser destruido. No importa a quién afecte o quien esté de acuerdo, el pueblo virtuoso siempre tiene la razón. Un revisionismo histórico, amparado en la fuerza, por parte de un grupo minoritario y autodenominado como la voz de los estudiantes, que busca cumplir su agenda a cualquier costo.
No es más que un signo de cobardía y autoritarismo luchar por algo pretendiendo que sean otros quienes paguen los platos rotos. Sacrificar sueños, vidas y proyectos ajenos por una causa es propio de dictadores y déspotas que ven a las personas no como un fin en sí mismas, sino como un mero medio para alcanzar sus objetivos. La empatía no ha estado ni estará en su abecedario.
Bárbara Haas, Fundación para el Progreso
Colusión del papel ... ¡Negocio redondo!
Señor director: Al enterarse de la multa de 15 millones de dólares que deberán pagar las empresas que se coludieron en el mercado del papel tissue, sin lugar a ninguna duda, fue la mejor noticia que pudieron haber escuchado todos los que hoy planean coludirse con otros productos de usos masivos en nuestra patria, porque cifras más, cifras menos, pagando la indemnización de los $ 7.000 a casi 13,7 millones de chilenos mayores de 18 años que suman $ 150 millones de dólares aproximadamente, más los gastos de 3 estudios de abogados por 2,6 millones de dólares aproximadamente, más los pagos efectuados a CONADECUS (Corporación Nacional de Consumidores y Usuarios de Chile) por 3,3 millones de dólares aproximadamente y a ODECU (Organización de Consumidores y Usuarios) por 750 mil dólares aproximadamente, no se logran equiparar con las ganancias obtenidas por la colusión del papel a lo largo de casi 10 años y que estaría por sobre los 500 millones de dólares, aunque hay otras fuentes que lo colocan cerca de los 800 millones de dólares.... Raya para la suma: ¡Negocio redondo!
Luis Enrique Soler Milla
Reflexión PSU
Señor director: Quién responde y escucha a los que somos Bien Portados? Claramente no tenemos las herramientas para defendernos de tanto vandalismo.
Soy una madre que implora que alguien con criterio nos escuche y se haga cargo de poner límites a quién corresponda por el derecho que tenemos los que actuamos sabiendo cumplir nuestros deberes. Nadie le puede robar el sueño y motivación a nuestros jóvenes.
Hoy como muchos padres con angustia vi, sin poder hacer nada, como se cercenó las ilusiones de jóvenes y familias con un proceso de PSU lleno de riesgos para nuestros hijos. Quién cauteló hoy el derecho de nuestros jóvenes a ser medidos en sus conocimientos y habilidades para entrar a la Universidad?. Nadieeeee. Estamos en manos de nadie. Si los adultos hoy sentimos miedo y angustia vital que queda para nuestros jóvenes quienes además, tienen la presión de que les vaya bien para lograr el puntaje que requieren y entrar a estudiar lo que desean.
Esto, lo que sucedió hoy 6 de enero del 2020 en la rendición de la PSU, se veía venir y no se hizo nada. Basta de buenas intenciones hay que actuar y devolver a Chile el orden público.
No tiene nombre lo que han vivido hoy nuestros hijos que dieron por primera vez la PSU. Fue un terremoto emocional gratis para ellos, que no se puede normalizar en ningún aspecto y que recordarán negativamente toda la vida. O hay que explicarle a la Sra Leonor Varas directora del Demre que cautelar la integridad y la salud emocional es la primera condición básica para que una persona pueda evidenciar todo su potencial? . Sra. Varas yo como persona bien portada confiaba que cuando decía usted en las entrevistas que tenían todo bajo control era así. Ya no más señora Varas, no somos estúpidos, ustedes nos deben el derecho que nuestros hijos sean evaluados con altos estándares de rigor y calidad. Eso es lo que se merecen jóvenes y familias que hemos cumplido con todo lo que este proceso nacional nos pide y que nuestros hijos han estado preparando por largo tiempo.
Si bien no es el fondo, le recuerdo a usted y su equipo que pagamos por este proceso de evaluación por lo que tenemos el derecho a exigir que nuestros hijos reciban este servicio que cancelamos y que se entregue de acuerdo a lo que se nos prometió.
Que validez tiene y que enseñanza de rigor deja a nuestros hijos un proceso de evaluación nacional lleno de contratiempos y que no resguardó el bienestar primario de todo ser humano. Me pregunto porqué mi hijo tuvo que vivir una terrorífica experiencia de ver como le pegaban en las afueras del colegio Brasil de Concepción a un padre que trato de desmontar una barricada y que con angustia me describió "como 8 gallos lo encerraron y le quebraron la nariz y quedó sangrando" .
Andrea Fossa Corvalán