Correo
Agenda seguridad
Señor director: Salió humo blanco en el Senado en relación con la agenda de seguridad. Desde la Cámara Alta aprobaron en general, con algunos resquemores, abstenciones y votos en contra. Hubo luz verde a los proyectos de ley que tipifican los delitos de saqueo, robo en calamidad pública, lanzamiento de objetos, barricadas, e interrumpir la libre circulación de personas o vehículos (el que baila pasa). Es una señal política en pro del orden público, la certeza jurídica y, en último término, en penalizar conductas que no son aceptables en una sociedad democrática y bajo un Estado de Derecho. No se trata de "criminalizar la protesta social". La protesta pacífica es parte del ejercicio del derecho a la libre expresión al interior de una democracia. Cosa distinta es la comisión de delitos que atentan contra la integridad física, psíquica de las personas y el orden público. No están los tiempos para que se pase gato por liebre.
Jose Luis Trevia Investigador Fundación para el Progreso.
"Fue sin querer queriendo"
Señor director: Las rebuscadas explicaciones que han entregado las personas que están siendo procesadas por los ataques al METRO, con el fin de liberarse de sus responsabilidades en los condenables incendios de las estaciones, que tantos problemas les han traído a los capitalinos, son equivalentes a las que habría entregado una persona que al ser detenida llevando al hombro un TV gigante en pleno saqueo de un supermercado..., el habría declarado, que estaba comprando como siempre en el supermercado, de repente llego la turba, llegar y llevar, caos total, comenzó el incendio, y mientras corría por los pasillos, escapando de las llamas, su vida estaba en juego, le cayó de la nada, en el hombro una caja grande y a pesar de la carrera desbocada, la caja se adosó firmemente a su cuerpo, no tenía como quitársela, en definitiva no tuvo más opción, que seguir corriendo y corriendo hasta su mismísima casa y con el TV al hombro, que después de muchos esfuerzos, según sus propias palabras, habría logrado despegar de su hombro.
Luis Enrique Soler Milla
Palacio Pereira
Señor director: Quedando por estos días sólo la alambrada perimetral, no hay persona que no pase por la concurrida intersección de las calles Huérfanos con San Martín "sin maravillarse" con la restauración del "Palacio Pereira", mostrado ahora en todo su esplendor exterior. Su reinauguración está prevista para marzo próximo y sus dependencias cobijarán oficinas de la Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos (DIBAM) y del Consejo de Monumentos Nacionales (CMN), y contará con espacios culturales. No es por ser pesimista, pero como se ve por doquier, no faltarán los desquiciados de siempre que de inmediato dejarán su huella en sus muros, puertas y ventanas. "Capacito" no más intenten quemarlo por ser otro vestigio del valioso pasado arquitectónico capitalino.
Jorge Saavedra Moena
Hacia pluralidades despolarizadasa
Señor director: De sobra sabemos que el acontecer nacional y las legítimas luchas encarnadas en el llamado "estallido social", nos interpelan a todos y todas en nuestras distintas dimensiones; laborales, personales, relacionales etc. Se hace necesario ahora, sin embargo, otorgar un podio especial para el concepto de inclusión. Concepto que ha comenzado a inmiscuirse en nuestro lenguaje, pero que nuestras prácticas cotidianas claramente no la han incorporado como una forma de relación y esto se ve tanto en las demandas sociales como en las formas que estas han tomado. En base a esto, me gustaría destacar el concepto de "pluralidades despolarizadas", descrito por el sociólogo portugués Sousa Santos. Conceptualización que plantea, a mi parecer, la clave entre la lucha particular por la necesidad e interés contra hegemónica de un grupo con dificultades y prioridades específicas (graficado actualmente en cada cartel que acompaña en las marchas) y la capacidad misma de articular estas necesidades con objetivos comunes. Lo anterior, sumado a la comprensión profunda de que "la unión hace la fuerza" o más bien de que, a pesar de lo individualizados que estamos, sigue habiendo un cuerpo social, un "colectivo" más fuerte y resiliente que nunca. Es por esto que aún miro el nuevo Chile con optimismo, con deseos de poder forjar el espacio para reconocernos como sujetos diversos y poder abrazarnos en esas diferencias, porque a pesar de que ni el consenso, ni los acuerdos han sido significativos para la mayoría, sí lo ha sido el reconocer en las injusticias particulares, demandas legítimas y por las cuales unirnos para poder sentirnos cada vez más "incluidos". Quisiera re instalar entonces la consigna que nos han enseñado las personas en situación de discapacidad y que ha aparecido con fuerza: "nada sobre nosotros sin nosotros".
Aurora Vergara Académica Terapia Ocupacional Universidad Andrés Bello