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Vecinos de la Población Santa Elvira buscan recuperar arroyo

GORE BIOBÍO. Por iniciativa de la Unidad de Patrimonio, la población se adjudicó un monto superior a los 33 millones de pesos para hacer un parque. Aún no los reciben.
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Catalina Garcés Rondanelli

Tiene 185 años de historia y es reconocida como uno de los barrios patrimoniales de Chillán, pero el paso del tiempo ha significado un alto costo para la Población Santa Elvira. Bajo sus calles fluye la vertiente que proveyó de agua a la ciudad y a comunas aledañas tras el terremoto de 1939 y la Unidad de Patrimonio de la municipalidad lo reconoce como un sitio emblemático. Sin embargo, más allá de los títulos, las malas condiciones en que está el recinto, obliga a los mismos vecinos a aliarse para conservar este arroyo.

Está un terreno pequeño, estrecho, en una desviación de calle Cancha Rayada, entre República y Diego de Almagro. Tiene en enorme valor en la identidad del recinto, sin embargo, algunos episodios de violencia en el lugar, han obligado a la Junta de Vecinos a tomar medidas para proteger el espacio.

En los últimos años se han esforzado por mantener de la mejor forma este recinto, a partir de episodios de violencia, consumo de drogas e incluso relaciones sexuales en el lugar, al aire libre.

Para Cecilia Quezada, vivir al costado del arroyo ha implicado una exposición que no le otorga total tranquilidad, Ésa fue la razón por la que, junto a su familia, invirtieron en la instalación de un foco que iluminara el arroyo, además de la construcción de una pandereta divisoria entre el terreno patrimonial y su sitio de residencia. Todo esto ha sido siempre en coordinación sistemática con la Junta de Vecinos.

"El arroyo es público, nuestro terreno es familiar, pero instalamos un foco, porque antes había luz, pero los jóvenes que se juntaban ahí destruyeron todo eso. Nos vimos en la obligación de poner luz, porque estaba peligroso en las noches", explicó.

La vecina añadió que en años pasados ha sido víctima de destrozos en su vivienda, sin la identificación de sus responsables. Por seguridad, decidieron protegerse para evitar que se repitieran esas malas experiencias.

Proyecto pendiente

La Junta de Vecinos de la Población Santa Elvira ha trabajado por la recuperación y la rehabilitación del arroyo, para ubicarlo nuevamente en la memoria colectiva, como un punto relevante del sector.

En alianza con la Unidad de Patrimonio (UPA) de la municipalidad, en enero de 2015 recibieron la feliz noticia de la adjudicación de poco más de 33 millones de pesos, por el Fondo Regional de Iniciativa Local (FRIL), que presentó UPA con la Fundación Proyecta Memoria. La idea original era habilitar un parque junto al arroyo, que se convirtiera en un espacio público de alta concurrencia, con las necesarias medidas de seguridad.

En esa época, Ñuble dependía aún del Gobierno Regional Biobío y después del proceso de instalación de la nueva región, esos fondos no llegaron a la Junta de Vecinos. Hay pesar entre los residentes del sector por este motivo, pero por sobre todo, rabia e incertidumbre, ya que deben buscar por otras vías el financiamiento de la misma iniciativa. Como en el caso de la familia Quezada, han sido gastos de su bolsillo.

Juana Bizama es la actual presidenta de la Junta de Vecinos, pero cuando se aprobó ese FRIL acompañaba a la líder de entonces. Jocelyn Polanco. Así conoció las motivaciones desde su origen.

"Pasó el tiempo hasta que finalmente fuimos región en Ñuble. Siempre nos daban explicaciones a la ligera, yo creo que tampoco sabían las autoridades qué iba a pasar con esa plata. Finalmente, ahora mos han dado puras explicaciones, porque nos ganamos ese proyecto. Hace poquito el alcalde nos acompañó en la ceremonia de aniversario y también nos dijo someramenteque había que repostular a esa plata, me da la impresión", acotó.

A cinco años de la adjudicación primera, el equipo de UPA Chillán se reunirá mañana con los integrantes de la Junta de Vecinos, a fin de actualizar datos y fijar nuevas fechas para la concreción del proyecto.

"Realizaremos un estudio del estado actual de los espacios significativos del barrio junto a los vecinos, con el objetivo de priorizar inversiones futuras, teniendo como punto central el sitio de la vertiente y su mejoramiento. Este levantamiento de información se desarrollará junto a una profesional del Centro del Patrimonio Cultural UC y en consulta directa con los vecinos, y de este modo dar continuidad al trabajo iniciado en años anteriores", adelantaron desde UPA.

Cabe recordar que la Unidad de Patrimonio pertenecía a la Secretaría de Planificación (Secpla) en 2015, pero actualmente pertenece la Dirección de Cultura.

Lavanderas en mural

En la población Santa Elvira, tan importante como el arroyo es el lavadero que se forma en la intersección de las calles República y Freire. Es la desembocadura del arroyo, pero que ahora no fluye con la misma potencia que antes, debido a la acumulación de basura en sus canaletas. Esto preocupa a la Junta de Vecinos, que hace cerca de un año solicitó a la municipalidad que hicieran un limpieza profunda en el lugar, pues una piedra grande dificultaba el flujo de las aguas hasta el lavadero.

Aquella desembocadura también juega un rol crucial en la identidad del sector, pues por décadas fue el punto de encuentro de muchas dueñas de casa que lavaban ropa en ese torrente. Algunas lo hacían para cumplir las necesidades de sus casas, pero en otros casos, juntaban algunos ingresos por lavar la ropa de otros vecinos. Pocas de esas lavanderas quedan vivas, pero las que están, son muy queridas por los vecinos del sector, que conservan la identidad de su barrio.

A fines de 2018, la Junta de Vecinos logró que la municipalidad les asignara 400 mil pesos para que se pintara un mural en este vértice específico de la población. Fueron 340 mil para los materiales y los 60 mil restantes fueron para el pintor Pedro Torres, que llevó a cabo la obra.

Ha pasado un año desde la entrega de ese mural, que contribuye al hermoseamiento de la transitada calle República. Sin embargo, a juicio de Juana Bizama, requiere una mantención para su conservación definitiva, como recuerdo.

"Ha pasado un año y ya no está muy bueno, se ha ido deteriorando, pero lo quiero retocar y que ese mural permanezca por muchos años. Y ojalá que se le puedan agregar otras cosas, porque ésa es la historia de las lavanderas de la Santa Elvira", explicó.

Guardián de la historia

A esta población también pertenece el connotado historiador Héctor Maureira, quien ha investigado paso a paso la evolución del barrio desde su fundación en 1835, tras el terremoto que azotó a la zona.

Los primeros residentes de este sector fueron campesinos llegados a la ciudad, pero que con el paso de los años fue conformando una comunidad sólida, con características específicas de pertenencia.

La relevancia que tuvo entre ellos el terremoto de 1939 marca hasta la actualidad el quehacer cotidiano de los vecinos, pues aún algunos vivos y conforman un tesoro humano.

"La planta eléctrica también es un sitio clave, que se asocia a esa fecha. Era muy distinto a cómo se obtiene la electricidad ahora, que es moderna. En ese lugar falleció una persona, de nombre Guillermo Díaz", comentó.

La trágica muerte del joven la nohce del terremoto, lo convirtió en un héroe anónimo de la catástrofe, pues en pleno movimiento telúrico recordó que debía apagar el voltaje de la electricidad. Si no lo hubiera hecho, Chillán entero se hubiera incendiado.

Estas experiencias incrementan el orgullo de las familias que ocupan este barrio, en el costado norte de la ciudad. Con el paso de las décadas, las características de las viviendas se han modificado, así como ha aumentado el tránsito vehicular e incluso la construcción reciente del edificio Parque Mirador, en el límite nororiente.

Sin embargo, subsisten entre sus ocupantes algunos oficios tradicionales como el de mueblista, zapatero o reparador de artefactos eléctricos, que inevitablemente transportan a algunas décadas pasadas. Cada uno de ellos mantiene la especialidad que aprendieron de sus padres o madres, pero siempre con el riesgo de que esto no continúe en el futuro.

Además, día a día las calles como Fermín Vivaceta, Sotomayor o Cienfuegos acogen a nuevos vecinos, muchos de ellos inmigrantes, que han sido bien recibidos en el barrio.

"Hace poquito el alcalde nos acompañó en la ceremonia de aniversario y también nos informó someramente, que había que respostular a esa plata para hacer un parque junto al arroyo".

Juana Bizama, Presidenta Junta de Vecinos

Nuevas generaciones se interesan

No sólo vecinos de la población Santa Elvira se preocupan de poner en valor la importancia de este sector de la ciudad. A partir del Taller de Cine Patrimon ial que ofreció en 2019 el Cine The Oz y la Fundación Hojalata, un equipo liderado por el comunicador Richard Picheira hizo un microdocumental en la Población Santa Elvira. Esto estimula a los vecinos para continuar en la difusión que buscan, para consolidar sus demandas patrimoniales del lugar. Incluso la semana psada, en la celebración del aniversarioel 24 de enero, los realizadores compartieron su material con los vecinos. Preparan un próximo estreno de una versión actualizada, con más testimonios.

Características

Solidaridad

Los vecinos de la población Santa Elvira son buenos compañeros en casos de necesidad. Están preocupados permanentemente del bienestar de sus cercanos

Talleres

Distintas habilidades se han fortalecido a través de especializaciones que se han dictado en el sector, gracias a la coordinación de la Junta de Vecinos. Esto incluye un grupo de folklore que ensaya sistemáticamente.

Patrimonio

Las familias residentes están conscientes del valor histórico que tiene este sector de la ciudad. Por lo mismo, se empeñan por cuidarlo y mantenerlo en buenas condiciones para las generaciones futuras.

Adelantos

Pese a la construcción de edificios en sus límites nororiente y norponiente, la población Santa Elvira se conserva con las características que la distinguen como la más antigua de Chillán.

Oficios

Vecinos de este sector mantienen vigentes a maestros zapateros o mueblistas.