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" Pido perdón por el daño que como iglesia hemos causado"

IGLESIA. El obispo de Chillán Sergio Pérez de Arce se refirió al tema en su presentación a la comunidad tras nombramiento.
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Tatiana Aular Aguirre

Este miércoles, el Vaticano informó sobre la designación de Sergio Pérez de Arce como el nuevo obispo de Chillán. En su primer encuentro con los medios de comunicación con tal investidura, el religioso señaló que "una vez más pido perdón por el daño que como iglesia hemos causado a hermanas y hermanos nuestros, y comprometo mi misión como pastor a seguir trabajando por nuestra conversión institucional".

Reconoció que "las situaciones de abuso, realmente nos avergüenzan y son reales. Hay varias situaciones acá en la Diócesis en estos últimos años, aunque son hechos de décadas pasadas, no son recientes, sin embargo el daño que se ha hecho a personas concretas permanece, esa es la primera verdad", acuñó el designado por el Papa.

Destacó como segundo aspecto de interés para la feligresía que "estamos trabajando para que la situación de la iglesia cambie y tengamos espacios donde no haya posibilidades de abuso".

Sobre los casos que han afectado a menores en la región de Ñuble, el nuevo obispo indicó que "en cuanto a los procesos canónicos que hacemos para investigar, lamentablemente son lentos, porque se hacen acá pero tienen que ir a Roma en más de una oportunidad. Cuando se hace la investigación previa va a Roma, vuelve de Roma, se hace el proceso penal, va y vuelve, entonces entenderán que eso supone meses, porque allá también están con mucho trabajo y se demoran los procesos en resolver".

Detalló que de los cuatro casos denunciados por presunto abuso sexual en menores de edad, "donde me ha tocado conducir, ya hay dos resueltos en este tiempo y hay otros dos que esperamos que en los próximos meses se zanje".

El obispo destacó que a pesar de la poca celeridad en los procesos de investigación "lo importante es que esos sacerdotes están suspendidos y se les aplica la pena que merecen de acuerdo a su falta y delito".

En cuanto a la falta de clérigos en la región de Ñuble, precisó que "nosotros hace unos años en Chillán éramos en torno a 40 sacerdotes diocesanos, activos que estaban trabajando en sus tareas. Hoy en día activo están unos 23. Hay algunos muy mayores que están muy limitados, entonces es un cambio grande".

Señaló que "fácilmente hay 12 sacerdotes menos en el transcurso de 4 a 6 años, eso significa que tenemos sacerdotes con dos parroquias, también los hermanos religiosos que estaban presentes en la Diócesis, se están yendo como los franciscanos y los dominicos, evidentemente que la situación es delicada".

Pero este escenario lo ve como una fortaleza, afirmando que "esto nos anima a ser una iglesia con más participación laical, donde la gente se haga responsable de sus tareas y de la misión".

En cuanto a la separación de sus funciones de Carlos Pellegrin como obispo de Chillán, subrayó que "los obispos de Chile en mayo de 2018 presentaron ante el Papa Francisco sus renuncias para darle libertad, si él quería hacer cambios en medio de la crisis que, como iglesia, estábamos viviendo, y el Papa aceptó la renuncia de algunos de esos obispos, entre ellos la de Carlos Pellegrin Barrera", finalizó.

Designaciones

Tanto en Roma como en Chile se comunicó el nombramiento de Sergio Pérez de Arce como el nuevo obispo de San Bartolomé de Chillán. Además la máxima autoridad de la Iglesia Católica suscribió la misiva donde designó al también administrador apostólico de Osorno, Jorge Cocha, como nuevo obispo de esa Diócesis. Pérez de Arce venía cumpliendo desde el 18 de septiembre de 2018 las funciones de administrador apostólico en la Diócesis de Chillán.