Ciberseguridad
En escenarios de alta incertidumbre y agitación social, la ciberseguridad se ve puesta a prueba y estresada a tal punto, que debemos replantearnos el rol del recurso humano en el establecimiento de una cultura organizacional que pueda evitar los incidentes y proponer las soluciones adecuadas.
A río revuelto, ganancia de pescadores. Así señala este simple y tradicional refrán que alude a lo siguiente: en escenarios de alta incertidumbre, siempre existirá alguien que se verá beneficiado, a costa de otro que será perjudicado.
Ahora, la mención a la actividad pesquera no es antojadiza, especialmente cuando se busca contextualizar el rol de la ciberseguridad en escenarios de convulsión, o efervescencia social. Es precisamente en estas circunstancias, como las que experimenta Chile, Ecuador, Bolivia, Brasil, Francia, o El Líbano, tan solo por nombrar algunos países, donde los riesgos de ser víctima del phishing se incrementan exponencialmente.
El exceso de información circulante, emitida por diversas fuentes y canales (muchas de ellas no verificables), entregando datos, ciertos o no, asociados al estallido social, genera el sustrato ideal para el incremento de fraudes informáticos que afectan a personas, empresas, e incluso al gobierno.
Gracias a los avances tecnológicos, como la interconexión de dispositivos y objetos a través de una red, y el resto de BABIV's (Inteligencia Artificial, Big Data, Internet of Things, Realidad Virtual y Aumentada), el phishing también se ha sofisticado, abriéndose paso a través de redes sociales, correos corporativos y plataformas transaccionales que soportan ingentes cantidades de información.
Pablo Dubois, gerente de productos de Seguridad CenturyLink para América Latina
Tecnología en la salud
Uno de los desafíos estratégicos en el área de la Salud es incorporar cada vez más la tecnología en ella y, principalmente, mejorar la experiencia del paciente.
Crear mejores condiciones para el desarrollo de innovaciones clave como la telemedicina, los registros electrónicos de los pacientes, o el monitoreo en tiempo real; pasa por la necesaria incorporación de redes de conectividad de próxima generación, capaces de soportar el ancho de banda altamente demandante de la transmisión de video, imagen y aplicaciones en Salud.
Además, estas redes deben ser estables y seguras, lo que implica el desafío de desplegar infraestructura de Fibra Óptica con mirada de largo plazo, capaz de no caer en obsolescencia tecnológica en muchos años. Los beneficios de la digitalización de la Salud serán concretos.
Por ejemplo el monitoreo en tiempo real, con los resultados médicos en línea, permitiría disminuir costos operativos y mejorar la calidad del servicio que recibe la persona en la entidad sanitaria. ¿Y acaso no sería un avance importante que toda persona pudiera acceder a su historial médico desde cualquier parte del mundo?.
Lucas Samyn, Ingeniero de Productos y Aplicaciones, Furukawa Electric LatAm
Adultos mayores
Frente a un incremento sostenido de la esperanza de vida y las tasas decrecientes en materia de natalidad, vemos cómo nuestra sociedad y, por tanto, nuestro mercado laboral lentamente va envejeciendo, por lo que una buena manera de abordar este fenómeno es precisamente adelantarse a una realidad que requiere de políticas públicas eficientes que sean capaces de hacerse cargo de la inserción laboral de estos trabajadores.
En esa línea, es fundamental que se lancen programas de experiencia y oportunidad al adulto mayor porque muchas personas cuando se aproximan a su edad de jubilación no quieren dejar de trabajar o bien deciden libremente permanecer unos años más activos a fin de mejorar su pensión, reunir mayores ahorros o mantener su actividad y su aporte a la sociedad por medio del trabajo, sea este dependiente o independiente.
Hoy los adultos mayores se sienten más activos. En 2019 cerca de 720 mil personas de 65 años y más se mantuvieron en el mercado laboral, pese a haber cumplido su edad de jubilación. Si bien, mucho de ellos es para tener un ingreso extra, muchos consideran que lo realizan para sentirse "útiles" en una sociedad que aún no valora la experiencia de un adulto mayor.
Y es que, en momentos en que se discuten medidas tendientes a mejorar las pensiones y las personas mayores desean y están participando con más fuerza de la vida social, no podemos dejar de lado lo que corresponde al mundo del trabajo y de cómo derribar barreras que muchas veces los dejan fuera.
Tomás Orellana Bardavid, ingeniero.