27/F: Más prevención y capacidad de respuesta
Hoy es importante también agradecer a tantos héreos que desde una institucón o desde el anonimato ayudaron a salvar vidas y levantar a Chile desde los escombros. Tenemos instituciones robustas y una población más consciente. Ñuble está más preparado.
A una década del 27 F ¿qué hemos aprendido? Primero, a aceptar que vivimos en un país altamente sísmico, expuesto a terremotos, tsunamis y otros desastres naturales que escapan del control humano. También a prepararnos para no repetir los errores del pasado, ya que esa es la única tarea que está en nuestras manos.
Esa madrugada, que tuvo a Cobquecura y nuestra región como protagonista, nos dejó lecciones indelebles en nuestra memoria. No podemos negar que la confusión, descoordinación, improvisación, falta de personal y de equipos, fueron debilidades y también agravantes de la tragedia.
Sin embargo, mucho de ello ha cambiado. Hoy vemos los resultados de haber invertido tiempo y recursos en educación, prevención y en optimizar nuestra reacción ante cualquier evento de este tipo. Tenemos instituciones robustas y una población más consciente. Ñuble está más preparado.
En 2010 la Oficina Nacional de Emergencias (Onemi) sólo tenía una presencia simbólica en algunas regiones, donde se "instalaba" con uno o dos funcionarios bajo horarios hábiles y dotados de un vehículo. Hoy cuenta con 16 direcciones regionales integradas en promedio por 15 funcionarios capacitados; una de ellas en Ñuble. A esas oficinas se suman los Centros de Alerta Temprana (CAT), que funcionan 24/7 y están conectado permanentemente con el nivel central.
Ñuble, sin importar su corta vida, estrenó su propio CAT el pasado mes y cuenta además con un vehículo de emergencia de última generación, equipado con sistemas radiales y satelitales, generador eléctrico y GPS. Hablamos sencillamente de un cambio en 180 grados en nuestra capacidad de respuesta.
También preparamos a nuestra población y construimos una eficiente red de protección civil. Realizamos diversos ejercicios de simulacro, particularmente en las zonas del borde costero, considerando las comunas de Cobquecura, Trehuaco y Coelemu. A partir de la creación de la Región de Ñuble, intensificamos el trabajo sumando simulacros de erupción del Complejo Volcánico Nevados de Chillán, y generando en 2019 un programa regional de estos ejercicios, considerando al menos uno al mes, integrando en su participación a establecimientos asistenciales de salud, centros penitenciarios, organismos forestales, instituciones de educación y más.
Hay un pendiente, lo sabemos, y es la demora específica en algunas labores de reconstrucción. Bien lo saben el Liceo Industrial de Chillán o el Liceo de Yungay, que aún utilizan containers para suplir la falta de salas de clases. Sin perjuicio de esto último, las mejoras en prevención y en nuestra capacidad de respuesta son innegables. Hemos aprendido, por el bien de los nuestros, Chile y Ñuble está más preparado.
Martín Arrau García Huidobrox
Intendente de Ñuble