Secciones

  • Portada
  • Actualidad
  • Opinión
  • Actualidad general
  • Deportes
  • Clasificados
  • Vida Social
  • Espectáculos
  • Contraportada

Www.uaf.cl

E-mail Compartir

Unos tipos de actos corruptos dicen relación específicamente con los delitos de Financiamiento del Terrorismo y el Lavado de Activos; precisamente para prevenir e impedir el uso del sistema financiero u otro sector de actividad económica, en estos dos delitos, se crea en Chile la Unidad de Análisis Financiero, a través de la dictación de la ley Nº 19.913 en el mes de diciembre de 2003.

Este servicio público descentralizado, relacionado con la Presidencia de la República a través del Ministerio de Hacienda, utiliza la inteligencia financiera, emite normas y fiscaliza su cumplimiento -entre otras acciones.

En su quehacer se guía por las recomendaciones del Grupo de Acción Financiera -GAFI-, las evaluaciones de GAFI-Latinoamérica -GAFILAT- y las directrices del Grupo Egmont.

web

EL PODER DE CREER

E-mail Compartir

El autor nos invita a reprogramar nuestro sistema de creencias, reemplazando los antiguos datos negativos con nuevos aportes positivos seleccionados cuidadosamente por nosotros mismos. Lo precedente, a partir de las experiencias que se traducen en sentimientos que afectan nuestro sistema de creencias.

En este contexto, la metodología propuesta comprende tres etapas: ¿Por qué hacemos lo que hacemos? -Las raíces-, ¿Y si pudieras tenerlo todo? -La transformación-, ¿Y si pudieras comenzar de nuevo? -La liberación-.

Un buen libro para hacer consciente el cómo estamos programados y la posibilidad que poseemos de perfeccionarnos, reescribiendo en nuestra mente el código que nos gobierna para recuperar el control de nuestra vida.

libros

FRENOS Y ESTÍMULOS PARA CRECER CON LIBERTAD ECONÓMICA

DESAFÍO. Se requiere de incentivos para crecer equilibradamente, seguir produciendo y generar más empleos, aplicando medidas eficientes de apoyo y regulación empresarial.
E-mail Compartir

El célebre economista austríaco Joseph Alois Schumpeter, creador de la teoría de la innovación y divulgador del proceso de destrucción creativa (1883-1950) repetía una metáfora que -aunque dicha ya en su ancianidad- sigue siendo válida para este agitado tercer milenio: "un auto anda más rápido por la sencilla razón de tener frenos". Y el capitalismo los debe tener también, si es que quiere marchar ordenadamente.

Rol del estado

En la empresa privada no todo son ganancias, existe además una importante función comunitaria. El ingrediente social es básico, ahí cabe la intervención estatal como ente regulador y factor de equilibrio, no como propietario o competencia; está probado que cuando el Estado administra en forma directa pocas veces lo hace bien.

El Estado debe actuar imponiendo carriles de funcionamiento y mecanismos reguladores, todo ello en un marco de libertad económica y con respeto al mercado, pero respetando aún más -y sobre todo vigilando- la obligación imperiosa de las grandes empresas de servir a la comunidad, no sólo servirse de ella.

El rol de los frenos

Ahora bien, una cosa es el freno para controlar excesos de velocidad y otra cosa es forzar el freno de mano para trancar, obstaculizar y parar la máquina. Ese jamás debe ser el propósito del Estado, pues una de sus inherentes obligaciones radica en su capacidad de estimular el desarrollo sobre la base de la confianza, la estabilidad económica y la fundamental seguridad jurídica de la propiedad privada.

Una empresa libre de frenos puede llegar a ser incontrolable y frenos excesivos pueden parar el proceso de creación de fuentes de riqueza o de empleo; es más, por una regulación excesiva se puede parar hasta la producción misma. Partimos de la base que una empresa es la célula fundamental para el desarrollo de un país: invierte, busca mercados, combina eficientemente capital y trabajo, genera empleo, aporta al Estado, innova y compite. Pero una empresa no se crea por ley, decreto o resolución de ningún organismo; ni su fin último es "cumplir normas", sino que se constituye para generar rentabilidad como fruto de la creatividad y el esfuerzo de las personas que la llevan adelante, aplicando sus recursos a dicho proyecto.

La regulación está bien y otorga un valor al mercado. Pero la misma debe permitir que el mercado se desarrolle. Sin un Estado que regule y arbitre, el capitalismo podría llegar a ser salvaje y transformarse en un automóvil sin frenos, es decir, en un bólido ultra peligroso que no tiene quién lo pare. El imprescindible freno, moderado e inteligente, pero freno al fin, es tarea esencial del Estado.

Tarea pendiente

Será tarea de una dirigencia inteligente estudiar la mejor manera de crear, en 2020, nuevas condiciones aptas para los tiempos actuales. Dada la actual coyuntura social, esto es válido en Chile y en el ámbito de las naciones emergentes en general.

Conviene recordar que el capitalismo productivo necesita incentivos, al mismo tiempo que requiere frenos, para crecer equilibradamente, seguir produciendo y generar más empleos. Todo esto se logra mediante el diseño, instauración y aplicación de medidas eficientes de apoyo y regulación empresarial.

Tal como un diminuto átomo debidamente tratado puede provocar una explosión nuclear que libera una enorme cantidad de energía, de la misma manera, se logrará lo propio en la economía nacional, siempre que los estímulos y las regulaciones se sintonicen con el impulso productivo, a la par de contar con buenos frenos para aplicarlos con firmeza cuando haya peligro por exceso de velocidad.

Esto debemos lograrlo en Chile: una fina sintonía entre regulación y estímulo que genere impulsos capaces de acelerar el crecimiento. El Estado debe regular y frenar cuando corresponda, pero si únicamente frena y no estimula, poco margen quedará para lograr el cambio cualitativo que el país imperiosamente necesita en este recién iniciado 2020.

La debilidad de la agenda antiabusos

daniel.goya@pucv.cl Daniel Goya León, Ph.D., Académico, Escuela de, Negocios y Economía, PUCV.
E-mail Compartir

La semana pasada el Gobierno anunció sus prioridades legislativas, entre las cuales no se encontraba la denominada "agenda antiabusos". Uno de los determinantes de la magnitud de la crisis social ha sido la percepción de la ciudadanía de distintas formas de abuso. Las empresas se coluden, imponen condiciones abusivas, dañan el medioambiente y no se observan sanciones. Hay una fuerte sensación de que la ley no es igual para todos y que los responsables de esos abusos, así como de delitos tributarios y electorales, pueden incurrir en ellos con impunidad.

Si bien no todas las empresas ni todos los empresarios caen en estas prácticas, éstas han sido lo suficientemente generalizadas como para generar un grave daño a la legitimidad del sistema de mercado.

Pero el Gobierno no parece querer tomar medidas fuertes al respecto. La agenda antiabusos no sólo no es prioritaria, sino que tiene una debilidad importante: en Chile para que la justicia persiga delitos tributarios, electorales o de colusión, es necesario que haga una denuncia el SII, el Servel, o la Fiscalía Nacional Económica, respectivamente. El permitir que la Fiscalía investigue sin necesidad de estas denuncias ha sido propuesto por la Corte Suprema, el Ministerio Público y organizaciones de la sociedad civil, pero es un punto que no fue considerado en la agenda.

En mi opinión, se quiere dejar abierta la puerta a que la presión política evite investigaciones, mostrando la poca convicción del gobierno sobre la necesidad de hacerse cargo del problema.

Escuela de Negocios y

Economía PUCV