Está claro que el Coronavirus es un problema a nivel mundial. Sin embargo, eso no nos quita responsabilidad como Estado y como sociedad chilena. Tenemos un enemigo silencioso, que se expande entre nosotros, y la única manera de derrotarlo es estando unidos, como país. Frente a ello, es necesario mantener confianza en los expertos y no guiarse por críticas populistas, que hablan de una supuesta desidia por parte de las autoridades. Todo lo contrario: mientras Alemania e Italia suspendieron las clases cuando ya llevaban más de tres mil contagiados, y mientras España, Francia y China suspendieron clases con más de dos mil casos confirmados, Chile lo hizo con tan solo 75 infectados. Asimismo, Estados Unidos anunció recientemente que su frontera con Canadá estará cerrada para viajes no esenciales. Esta decisión fue tomada a 57 días desde el primer caso confirmado. Misma situación se determinó en Europa, si hacemos referencia a los países con más contagios, los cuales demoraron hasta un mes en cerrar sus puertas. En cambio, Chile sólo se demoró poco más de dos semanas en tomar una decisión similar. Sabemos que hoy vivimos bajo un régimen de Estado de Excepción Constitucional. Y no somos los únicos: la gran mayoría de los países con casos de Coronavirus ha tomado una decisión similar después de un mes desde aparecido el primer contagiado de coronavirus. Eso hace que Chile haya decretado Estado de Catástrofe un mes antes que países como España, Alemania, Estados Unidos, Francia y Corea del Sur. No hay una fórmula perfecta para evitar el contacto, pero es esencial que cada país tome medidas serias, responsables y graduales, de acuerdo a su contexto. No podemos negar que el virus amenaza por igual a chinos, coreanos, italianos y chilenos, pero la respuesta no puede ser la misma para todos. Chile cuenta con la impronta social y moral para hacer lo que sea necesario (desde imponer normas y restricciones que protejan mejor los derechos de sus ciudadanos, hasta realizar ayudas económicas potentes) con tal de derrotar a este microscópico enemigo. Las medidas económicas por ejemplo en su conjunto movilizarán, en los próximos meses recursos fiscales por hasta US$11.750 millones de dólares, transformándose en un paquete de medidas económico-social inédito en la historia de Chile. Esto ha sido posible por la prudencia y responsabilidad fiscal y financiera del país. Las medidas tienen como objetivo abordar cuatro ejes: 1) Reforzar el Presupuesto del Sistema de Salud; 2) Proteger los ingresos familiares; 3) Proteger los puestos de trabajo y a las empresas que los generan; 4) otras medidas de liquidez. Es por ello que, ante la compleja situación que vive nuestro país por causa del COVID-19, el llamado debe ser a unir todos nuestros esfuerzos, evitar las críticas destructivas y fomentar un diálogo constructivo.
Frank Sauerbaumx
Diputado por Ñuble