Correo
Alimentación en casa
Estamos viviendo un drama humano, social, sanitario y también económico. Los llamados realizados por instituciones nacionales e internacionales como medidas preventivas de transferencia del COVID-19 incluyen, entre otras acciones, el confinamiento social.
Si bien aún se desconoce la transmisión directa de este virus mediante los alimentos, este podría ocurrir, por ejemplo, si la superficie de contacto del producto está contaminada. Por lo tanto, los cuidados en aspectos higiénicos de los alimentos son esenciales. Pero, ¿es lo único?
El estar en casa podría modificar las conductas frente a la alimentación, favorecido en algunos casos por la inactividad forzada de estos días. Esto nos debe hacer replantear la manera en que nos alimentamos mientras estemos en el hogar. La última edición de la Revista Española de Nutrición Comunitaria presenta una serie de sugerencias que la Federación Española de Sociedades de Nutrición, Alimentación y Dietética (FESNAD) realiza, que incluyen además de directrices para la inocuidad de los alimentos, que se centra en el lavado de manos y del alimento, el comer de todos los grupos de alimentos y aumentar el consumo de agua diaria, excluyendo aquellos líquidos que aportan azúcar o compuestos excitantes, sustituyéndolas por infusiones o aguas saborizadas con frutas naturales. Recomiendan una atención especial a la hidratación de personas mayores, advirtiendo la necesidad de ofrecer líquidos de manera frecuente y fraccionar también sus comidas, a lo menos por cinco veces al día. También aconsejan la necesidad de planificar las compras para no extender el tiempo en el lugar de adquisición de alimentos, además de adquirir los productos por varios días. Consuma alimentos de su preferencia y revise las fechas de vencimiento.
Otro aspecto importante para cuidar la manera de comer es el seleccionar alimentos naturales, limitando de esta manera el consumo de alimentos ultraprocesados, en especial aquellos que contengan azúcar, ya que aportan más energía, lo que, unido a una disminución de la actividad física por estar en la casa, podrían favorecer el incremento de peso. De igual manera, se debe evitar el comer a deshoras y si lo realiza, que el producto a consumir presente un bajo aporte de energía. La manera en que se preparan los alimentos también es importante, por lo que se debe eludir el consumo de frituras, por el elevado aporte de energía y la calidad de las grasas que aportan. Favorezca y prefiera las cocciones en agua, a la plancha, asados o al horno. De este último tipo de cocción, la FESNAD recomienda que la temperatura sea de a lo menos 650.
El COVID-19 es un problema de salud pública y debemos comprender que todas las medidas de precaución son necesarias y que se extenderán por un tiempo. Por lo que este momento de estar en casa puede ser una oportunidad de cocinar en familia, con platos en base a alimentos naturales que presenten una valoración alimentaria, nutricional, pero también emocional y social.
Claudia Troncoso Pantoja Departamento de Salud Pública CIEDE UCSC
Gestión de riesgos en tiempos de coronavirus
Ante la evidencia de investigaciones que advirtieron que la aparición de una pandemia producto del coronavirus era cuestión de tiempo; de la predicción de expertos de que el contagio podría alcanzar entre el 40% y el 80% de la población mundial y que las economías entrarán en recesión, la aplicación de una adecuada gestión de riesgos es clave.
Los costos de los efectos que vivimos son muy superiores a los de prevención y sobre todo de una más eficaz mitigación. Se requiere acoger la opinión científica de alta expertise y las autoridades mundiales deben enfrentar esta problemática mediante un plan de contingencia con mayor decisión y diligencia. También, se debe crear un fondo solidario mundial de intervención de al menos USD 5 mil millones que cubra los costos de encierro del perímetro de la "zona cero", a cambio de acatar un restrictivo protocolo que incluya medidas de atención de salud, análisis de casos, comodidades e indemnizaciones para su población a cambio de no permitir el ingreso ni egreso de ese perímetro hasta que sea prudente.
Es imperativo aplicar un enfoque de gestión de riesgos para prevenir las causas y enfrentar mejor las inminentes consecuencias, que se haga cargo de los incentivos a ocultar información o baipasear las medidas y que mitigue los efectos en una economía global.
Aldo Caprile, Universidad de Chile