El deporte en adultos mayores: beneficios, riesgos y recomendaciones
FÉLIX VIDAL. Metodólogo del Instituto Nacional de Deportes (IND) de Ñuble, explicó que "existen múltiples beneficios, pero el ejercicio debe ser controlado".
Si bien se levantó la cuarentena total en las comunas de Chillán y Chillán Viejo, las personas mayores de 80 años siguen bajo la prohibición de salir de sus hogares ante la amenaza del Covid-19. En ese contexto, el ejercicio físico pasa a ser fundamental para que se mantengan activos y sanos en casa, tanto mental como físicamente.
Félix Vidal, metodólogo del Instituto Nacional de Deportes (IND) de Ñuble, ha investigado los resultados de la actividad física en los adultos mayores. "Existen múltiples beneficios, pero el ejercicio debe ser controlado", asegura Vidal, quien posee estudios en el centro de investigación neuromuscular de la Universidad de Jyvaskyla (Finlandia) y en el equipo de navarra biomed en Pamplona (España), donde realiza sus estudios doctorales.
- ¿Por qué es recomendable el ejercicio físico en casa para los adultos mayores?
- Los beneficios del ejercicio físico en el envejecimiento han sido objeto de reciente investigación científica. Así, se ha comprobado cómo una actividad física incrementada en el adulto mayor se asocia con una disminución del riesgo de mortalidad, enfermedades crónicas y deterioro cognitivo-funcional, además de fomentar el bienestar emocional y prevenir la depresión. El ejercicio más beneficioso para ellos es el denominado "entrenamiento multicomponente". Es decir, combinar ejercicios de fuerza, resistencia, equilibrio y marcha. Esto es fundamental para que puedan mantener su independencia en las actividades básicas de su vida diaria.
-¿De qué forma ayuda la actividad física a prevenir enfermedades?
- Diversos estudios publicados en los últimos 30 años han demostrado que, a cualquier edad, las personas adultas que están en buena condición física o que son físicamente activas presentan menor riesgo a corto y mediano plazo de tener enfermedad cardiovascular o de morirse . Además, presentan menos riesgo de tener accidentes cerebrovasculares, algunos tipos de cáncer, obesidad, diabetes tipo 2 y osteoporosis.
-¿Qué tipo de ejercicios son recomendables?
Las mejorías de la capacidad funcional son más evidentes cuando un programa de entrenamiento incluye ejercicios de fuerza, resistencia y equilibrio. Es conocido que los programas de fuerza se recomiendan para mejorar la función neuromuscular, y los de resistencia aérobica para mejorar la capacidad cardiovascular, mientras que el entrenamiento del equilibrio (cambios de dirección, andar con los talones, taichí, etc) ayudan a prevenir caídas. Por lo tanto, es razonable pensar que diferentes estímulos aplicados en un mismo programa pueden desencadenar mayores ganancias funcionales que aplicados individualmente.
- ¿Qué cuidados se deben tener?
- El diseño de un programa de ejercicio para un adulto mayor debe acompañarse necesariamente de indicaciones personalizados para intensidad, potencia, volumen y frecuencia. Además, el ejercicio está contraindicado para personas con enfermedades cardiovasculares. Y por otra parte, una enfermedad que requiere una prescripción de ejercicio cuidadosa es la diabetes, sobre todo en los individuos insulinodependientes. En este caso, el ejercicio físico debe estar sincronizado con la utilización de insulina para evitar posibles episodios de hipoglucemia. Y en general, cuanto más gradual sea la progresión del ejercicio en un adulto mayor, mejor será la tolerancia y se minimizarán efectos secundarios.