Alcalde de Milán se indigna y "la ciudad es como una bomba"
PANDEMIA. Cientos salieron a tomar un aperitivo. Italia superó las 30 mil muertes.
El alcalde de Milán, Giuseppe Sala, reprendió ayer a sus conciudadanos, después de las imágenes de este jueves de cientos de personas que salieron a pasear y tomarse el aperitivo en la zona de los Navigli, donde los bares han abierto supuestamente para atender pedidos para llevar.
"Es para enfadarse y mucho", dijo el alcalde milanés después de viralizarse las imágenes de cientos de personas en esta zona de ocio de la capital de Lombardía, paseando, bebiendo en grupos y agolpándose en las orillas de los canales milaneses.
En estos momentos en Italia que ha comenzado una primera fase de desescalada se permite salir de casa solo para hacer deporte o dar un paseo o en casos de necesidad, para comprar, por motivos de salud o trabajo.
"Cuando hay que agradecer a los milaneses por su comportamiento virtuoso siempre soy el primero en hacerlo, pero hay momentos en los que hay algo que hacer ... y este es uno de esos momentos: las imágenes de ayer a lo largo de los Navigli son vergonzosas", indicó el jefe comunal y añadió: "No soy un político de las metáforas, soy un político de los actos. O las cosas cambian hoy, no mañana, es un ultimátum , o mañana estaré aquí en el Palazzo Marino (sede municipal) como de costumbre y tomaré medidas, cerraré los Navigli y cerraré la comida para llevar de los bares y restaurantes", dijo en un mensaje en Facebook.
Italia registraba hasta anoche 30.201 fallecidos con coronavirus, con 234 el último día, y 1.327 nuevos contagios en las últimas 24 horas, casi la mitad de ellos en Lombardía, cuya capital es Milán. En total, el país cuenta 217.185 infectados.
El presidente de la región, Attilio Fontana, también advirtió que "es el momento más delicado, veo tanta gente en la calle".
Desde ayer en la región se estaban permitiendo actividades deportivas individuales al aire libre en instalaciones deportivas como jugar al golf, montar a caballo, ir en canoa, jugar al tenis o escalar, pero sin abrir las áreas en común como duchas o vestuarios.
Mientras se espera que el 18 de mayo se levanten más restricciones, el virólogo Massimo Galli dijo que Milán "es como una bomba, porque muchas personas han permanecido encerradas en sus casas mientras estaban contagiadas", no han sido sometidas a exámenes y ahora salieron a la calle.