Con fotografías de familiares ñublensinas celebran el Día del Patrimonio en la región
HISTORIA. Bajo la premisa de buscar entre los recuerdos, el Ministerio de las Culturas, las Artes logra que las nuevas generaciones compartan sus recuerdos.
Momentos de una época que quedaron capturados a través del obturador de una cámara tradicional y que fueron plasmados en papel fotográfico, hoy forman parte del concurso para conmemorar el Día del Patrimonio que impulsa el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, donde el tiempo que va en líneas paralelas se encuentran en una plataforma tecnológica para recordar en una galería digital la historia de la gente, los monumentos y los patrimonios materiales e inmateriales de un país.
Cristián Lavanderos decidió compartir una de las fotografías "del enorme stock que tengo, una foto fue tomada por mi bisabuelo, Miguel Rodríguez, quien era el administrador del Fundo Membrillar y fotógrafo aficionado, entonces en sus tiempos libres tomó la foto".
Para él uno de los valores principales de esta imagen, es que es "la única foto donde sale todo el grupo familiar más una sobrina, pero para el terremoto del 24 de enero del 1939 murieron, todos los hijos de ellos, la única que quedó viva fue mi bisabuela, la del vestido blanco al medio. Este es el único registro de todos ellos juntos".
Esta imagen representa un registro familiar, que además evoca la casi desaparición de una familia "pero que al año siguiente tienen a mi abuela Consuelo, a quien justamente le ponen ese nombre, porque es el consuelo que llega después de la pérdida de sus hijos".
La ventana de visualización que brinda este concurso le permite a Lavanderos compartir este patrimonio porque "mi historia familiar es una historia en común con muchas familias antiguas de Ñuble, muchas familias compartimos estos relato, claramente cada uno desde sus experiencia particular".
Desde otro lente, con la visión familiar e individual Javiera Carrasco decidió que una de las fotografías de su familia se convierta en parte del patrimonio del país, por "su conexión familiar por su contenido de campo que me gusta mucho y por su antigüedad, porque según mi papá mi abuelo nació en 1932 y como en la foto se visualiza que están en su época de la niñez, yo calculó que es más o menos de la década de los 40".
Para la joven de 22 años que vive en Chillán, estas imágenes le permiten "hacer una línea de tiempo y ver cómo han cambiado las cosas, además que siempre me ha gustado conservar las fotografías familiares, en mi casa yo soy quien cuida las fotos y siempre las estoy revisando, me llama la atención lo antiguo, la forma de vida, la vestimenta, lo que era la era sin internet".
Ella destacó que es "importante que se den estas instancias para participar, porque el patrimonio no es solamente lo establecido como historia, hay algo más que viene desde lo que nos representa como comunidad, lo que eran nuestras prácticas, nuestros espacios, nuestras formas de vida, lo que nos caracteriza, creo que es lo que nos representa a nosotros".
Para Carrasco cada imagen de su familia, es "como ir armando un rompecabezas y ver qué es lo que existe de diferencia con el tiempo actual, y ver cuáles son las cosas que se van conservando".
Otra de las participantes que decidió abrir la memoria fotografía de su familia al mundo es Valentina Ribbeck, quien lo ha hecho "principalmente por preservar el patrimonio, muchas de nuestras familias conservar fotografías familiares que vienen a ser, quizás, parte de nuestra tradición, muchas otras no la conservan y es súper importante poder tenerlas, guardarlas, porque forman parte de nuestras raíces, nuestra identidad, de lo que queremos construir y para eso necesitamos conocer nuestra historia pasada".
La concursante citó que "fácilmente tengo fotografías que tienen 80 años, de mis abuelos cuando eran pequeños, inclusos con sus padres que son verdaderos tesoros y yo lo aprecio mucho porque cuentan un poco de cómo eran ellos, qué lugares visitaban, la visión que existía hace 40 años, que es muy distinta a la de hoy".
Destacó que de esa época se puede rescatar que "era muy común tener una foto familiar, hoy en día es un poco difícil que todas las familias tengan una foto familiar, preparada, bien armada".
Para ella es necesario compartir la memoria de las imágenes de su familia, porque hay que "dejar algunas pequeñas huellas por acá, porque forman parte de nuestra historia que tienen que ser también recordadas y forman parte de la identidad de nosotros".