El general de Brigada Cristián Vial Maceratta, es un hombre formado en el Ejército de Chile para trabajar en escenarios de guerras, catástrofes naturales, pero sobre todo presto para cualquier labor que le designe la Patria, dentro y fuera de sus fronteras y para lo cual el equilibrio mental y estratégico es vital para contribuir en la preservación de la vida.
A 80 días de su llegada a territorio ñublesino, como jefe de la Defensa Nacional en la región, después de haber laborado en distintos puntos de la geografía nacional, pero sobre todo en la zona centro, de formar parte de Misiones de Paz de Naciones Unidas en países como la República Democrática de Timor Oriental y Haití, ahora se encuentra comandando a 1.390 hombres y mujeres que son parte del Ejército, PDI y Carabineros en la región, donde el trabajo está en pleno desarrollo y el compromiso, aún no tiene fecha de caducidad, ante la pandemia del coronavirus.
- ¿Están considerados las pandemias dentro de los posibles escenarios militares?
- No precisamente, pero nuestra doctrina militar también considera operaciones militares distintas a la guerra, y una de ellas es el apoyo humanitario, que entre otras misiones es justamente lo que estamos haciendo ahora en Ñuble. Le entrego otro antecedente, el Libro de la Defensa Nacional considera cinco áreas de misión, de las cuales una de ellas tiene relación con los casos de "emergencia nacional y la protección civil", por lo tanto estamos preparados en ese sentido.
- ¿La percepción que tiene la opinión pública de un funcionario uniformado en este momento, es distinta a la de octubre de 2019?
- La percepción de la ciudadanía, con respecto al Ejército, actualmente, es muy positiva en la región, pero también hay que entender que la percepción es temporal y la realidad es que el Ejército ha estado con su gente siempre, al punto que no es posible concebir el desarrollo y la prosperidad Chile sin su Ejército. En una catástrofe como la que vivimos, distinta a una problemática social como la de octubre, la unión que se genera en torno a una amenaza común, el virus hace que el Ejército sea percibido como una de las instituciones que resguarda y cuida a la ciudadanía.
- ¿Qué pueden tener en común los escenarios vividos en Timor Oriental, Haití y la pandemia?
- Yo creo que lo que se ve como denominador común es el impacto que tiene la pandemia en la gente, también se evidencian las complejidades para llegar a apoyar a la ciudadanía afectada. En estas circunstancias, las personas también esperan que instituciones como el Ejército los asisten y apoyen. La presencia militar y las acciones de apoyo humanitario incrementan la percepción de seguridad en la ciudadanía y eso lo agradecen incluso explícitamente.
- ¿Cómo visualiza este escenario de pandemia que es tan complejo y desconocido?
- Muy incierto, aunque con la sensación que se están tomando las decisiones acertadas, no solo en la región sino que también en el nivel central desde donde emanan las decisiones sanitarias que nosotros implementamos en la región. A pesar que siempre nos proyectamos a corto plazo, porque a mediano y largo plazo la incertidumbre es muy alta, los análisis que realizamos con el equipo de trabajo regional, junto al intendente y la seremi de Salud principalmente, nos ha permitido anticiparnos en la conducción y en la toma de decisiones.
- ¿Qué ha aprendido en Ñuble?
- Desde el punto de vista militar y profesional, lo más importante que he aprendido es la integración del Ejército con el Gobierno Regional, al tener que liderar las operaciones junto a otras instituciones para poder hacer frente a la pandemia, eso ha sido realmente desafiante y provechoso desde el punto de vista de la integración cívico- militar.
- ¿Qué distingue a los ñublesinos?
- Son unas personas con una idiosincrasia muy distintiva, lo cual es muy propio de la gente del sur de Chile, los ñublesinos se pueden expresar con cercanía, en general son muy respetuosos, tal como es reconocida la gente del campo de Chile. Desde el punto de vista de mi rol, es términos generales el ñublesino es respetuoso de las normas, siguen lo que disponemos, tiene una actitud cívica correcta, sin embargo como en todo grupo humano, hay un porcentaje menor, que está en contra de esto, que desatiende la norma, que desafía la autoridad y son justamente los que demandan mayor gestión, energía y esfuerzo.
- ¿Cómo logran mantener el equilibrio psicológico de la tropa?
- El equilibrio para un militar es una condición básica, todos estamos lejos de la familia, de nuestros seres queridos, pero con un fin sublime que es servir a nuestra Patria, esto se cimienta fundamentalmente en los valores que hemos aprendido desde temprana edad en el Ejército, la fe en Dios, la familia, el compromiso por nuestras funciones, el cuidado por nuestros subordinados y la preocupación por las personas que trabajan con nosotros.
- ¿Qué es lo que más extraña, usted, de su familia, al estar lejos?
- Muchos militares nos encontramos en esa condición, por supuesto que los seres queridos se recuerdan con añoranza, se extrañan las conversaciones en familia, la cercanía que tenemos con nuestros hijos, con nuestras esposas, esto es lo que más se extraña, sin duda, pero que se ven recompensados al trabajar con equipos como los que tenemos acá, especialmente con los integrantes de la jefatura de la defensa y los del gobierno regional, quienes contribuyen a llenar, en cierto modo, esos vacíos que se producen al estar lejos del hogar.
- ¿Este momento ha sensibilizado más a los militares?
Para ser militar hay que ser sensible, de hecho los militares deben cultivar el liderazgo a lo largo de toda su carrera, donde uno de los factores característicos es la sensibilidad. El militar es un ser humano sensible, sobre todo porque está preparado para hacer frente a uno de los escenarios más complejos como lo es la guerra, donde las vidas humanas cuentan y es precisamente lo que hoy nos convoca en la región. En este sentido, el Ejército de Chile pone todas sus capacidades al servicio de los ñublesinos, con el firme propósito de protegerlos, apoyarlos y hacer más llevaderos estos tiempos tan complejos que nos ha tocado enfrentar.