Sobrevivientes
En momentos en que nuestras vidas están amenazadas por la pandemia, esta semana se celebra en todo el mundo el Día del Sobreviviente de Cáncer Infantil. Fecha que muchos celebramos emocionados y en silencio. Pero este año es diferente.
Hoy los sobrevivientes de esta enfermedad tienen mucho que enseñarnos. Ellos entienden muy bien de cuarentenas en soledad, de distancia física y de mascarillas. Del miedo constante al enemigo invisible y a las aglomeraciones, del temor a que falten insumos médicos para salvar sus vidas. También saben de la importancia de recibir apoyo y cariño durante ese infierno. Ellos entienden mejor que nadie lo que hoy todos sentimos. Debemos estar físicamente distanciados, pero al mismo tiempo y más que nunca, necesitamos estar unidos. El cáncer no se puede superar en soledad, la pandemia tampoco.
Necesitamos ser creativos y buscar formas de apoyarnos, pero sobretodo, tenemos que ser solidarios y comprometidos con las necesidades de todos los chilenos. Pronto seremos sobrevivientes de esta pandemia (así lo espero!), y al igual que los sobrevivientes del cáncer, agradeceremos haber tenido muestras de cariño y amor durante la soledad del aislamiento.
La experiencia del cáncer, nos deja una lección que aprender para esta pandemia: Hoy debemos estar distanciados, pero al mismo tiempo, más juntos que nunca.
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Alejandra Méndez Risopatrón, madre de Sobreviviente, directora Fundación Nuestros Hijos
Proyectos incostitucionales
Tenemos un sector de la clase política que intenta cambiar la constitución, pero no sabe respetar la actual, votando proyectos inconstitucionales. Este mismo sector habla de cambios de estrategia en la pandemia, critica la gestión del ejecutivo como si fuese una suerte de ente inquisidor omnisciente omnipotente, pero no es capaz de respetar la cuarentena y se pasea en skate como si esto fuese un juego. Piden acuerdos y luego se restan. Buscan empecinadamente que le entre agua al buque, aun más de toda la que ya le ha entrado en estos últimos meses ¿que hicimos mal como para merecer que nos llegue este azote de Dios?
Pedro Pablo Toledo B., estudiante de Medicina
El Estado que necesitamos
El politólogo Francis Fukuyama (el mismo que años atrás evangelizaba sobre el "Fin de la Historia") planteó que toda nación que quiera triunfar en la batalla contra la pandemia debe contar con tres características claves: eficiencia y espalda financiera, confianza ciudadana y liderazgo.
Si tomamos como ciertas sus palabras y aplicamos este examen a nuestro país, los resultados no son muy halagüeños.
En la primera, la respuesta es mixta, ya que no se puede decir que nuestro país sea un Estado con procesos totalmente eficientes. Licitaciones mal diseñadas, presupuestos mal ejecutados, políticas mal pensadas y un proceso de modernización que avanza a una velocidad precaria son algunas de las fallas que nos demuestran que la eficiencia de nuestro Estado está lejos de estar en un nivel óptimo. Sin embargo, tenemos un aspecto positivo que, de acuerdo con la hipótesis de Fukuyama, nos ayudaría a superar la crisis. Se trata de nuestra espalda financiera, ya que años de superávit económico y de una política de hacienda seria y responsable en casi todos los últimos gobiernos nos permiten hoy contar con recursos y una línea de crédito del FMI por casi el 10% de nuestro PIB.
La segunda característica es una realidad preocupante para Chile, ya que, en cuanto a confianza ciudadana, esta pandemia nos sorprende en el peor proceso de desconfianza institucional de los últimos 30 años. Los coletazos del 18 de octubre aún calan hondo en un país cuya institución mejor evaluada sigue siendo Bomberos. Los tres poderes del Estado y la fuerza pública hoy sufren de una desaprobación que complejiza bastante el enfrentamiento de esta crisis.
Por último, en lo que responde a liderazgos, el panorama no es tanto más alentador, ya que aun cuando la aprobación del Presidente ha subido en los últimos meses, sigue bordeando el 20%, y en el ojo público Sebastian Pañera sigue siendo una de las figuras más divisorias de nuestra política. Mucho mejor no le va al resto del mundo político, en que el Congreso y los partidos continúan siendo las instituciones peor evaluadas por la ciudadanía, dejando solo a los alcaldes, dirigentes de base y alguno que otro dirigente gremial (Izkia Siches, por ejemplo) en posiciones de liderazgo algo más robustas.
En resumen, uno puede encontrar algo de verdad en las características que Fukuyama plantea como vitales. De ser así, nuestro Estado parece estar bastante mal posicionado en estas áreas. No obstante, cuando uno ve el escenario mundial, ninguno de los 218 países que están enfrentando esta crisis parece haber encontrado una respuesta totalmente adecuada.
Lucas Serrano Barraza, director de Administración Pública, Advance Universidad San Sebastián