La otra "secuela" del Covid-19
Es una verdad tan cotidiana, que la hemos pasado por alto. Las restricciones sanitarias han impactado fuertemente nuestras transacciones comerciales, sin importar el tamaño. Y, como en muchos otros ámbitos, la vida post pandemia dejará cambios profundos en nuestra manera de relacionarnos con el manejo del dinero.
Las cifras hablan por sí solas y es bueno mirarlas. Un reciente estudio de la Asociación de Bancos e Instituciones Financieras (ABIF) constató que los giros en los cajeros automáticos cayeron a la mitad durante mayo, período durante el cual el uso de los dispensadores disminuyó un 54% respecto del mismo mes de 2019. Hubo 18 millones menos de giros. Por su parte, el uso de cheques bajó en un 57%. En paralelo a esa caída se produce un crecimiento considerable del uso de los canales digitales y de las transacciones a través de internet. En ese mismo mes, las ventas asociadas a tarjeta de crédito representaron un 55% del total en comparación al 33% del año 2019.
En ese contexto, la creciente tasa de desempleo y la caída de la actividad industrial, sumadas a la incertidumbre que provoca la cuarentena, explican por qué pequeñas y grandes empresas, y especialmente los emprendimientos, se han visto obligados a virtualizar su negocio.
Y es que el e-commerce ha crecido en más de un 50% en Chile y también en otros países. El contexto de vida actual está llevando a las personas a adoptar nuevos hábitos de consumo y a buscar otras formas de compra, por que el porte e intercambio físico de dinero no sólo aumenta el contacto (riesgo de contagio), sino que en épocas de crisis es una razón adicional para ser víctimas de asaltos. Por eso, las empresas deberán considerar estos factores a la hora de decidir cuál será su rol en la tarea de reactivar la economía para la vida post emergencia. La propia y la de los demás.
Sumado a los cambios propios del e-commerce, también tenemos nuevas tendencias en los hábitos de los comerciantes y consumidores quienes necesitan plataformas que permitan el acceso democrático al pago en línea. Los negocios que han podido mantenerse abiertos, tales como pequeños almacenes de barrio, supermercados o servicios de primera necesidad, han visto como se ha incrementado el uso de la tarjeta (por recomendación de los diversos gobiernos), además de los sistemas sin contacto (uso vía chip o incluso pagos vía web y/o código QR).
Entidades europeas como el banco digital N26 (el primero en su tipo en el continente), dan cuenta del temor de las personas a la hora de contraer el virus por contacto. Chile sigue con cuarentena general en la Región Metropolitana. Pero es esperable que, una vez que empiece el proceso de ingreso a la nueva normalidad, el comercio y, sobre todo las pymes, reformulen sus servicios para ampliarse hacia lo digital.
Llevar a cabo esta transformación otorgará una serie de ventajas, la primera a raíz del contexto actual es la prevención de contagios en nuestros negocios, especialmente aquellos donde hay contacto directo con los clientes.
Ricardo Huenante Faune, director en Repago.cl
Desafíos del Teleaprendizaje
La educación y el ámbito curricular ha tenido que dar un vuelco abismante desde sus prácticas pedagógicas tradicionales, hoy en día toma fuerza el concepto de "Teleaprendizaje" Ahora bien, debemos adecuarnos a este nuevo contexto y seguir en la constante búsqueda de ofrecer a las y los estudiantes una educación de calidad y equidad. La interrogante es ¿cómo se logra entonces esto a partir del desarrollo de un teleaprendiazaje? Pues bien, más que orientar el trabajo en agobiar a los estudiantes con una excesiva entrega de información, a partir de guías, documentos, presentaciones, etc. Se debe desarrollar y fortalecer el trabajo autónomo en las y los educandos, trabajo autónomo que quizás no se lograba observar en el contexto tradicional (clase presencial). Hoy en día son múltiples los beneficios que se pueden obtener del teleaprendizaje si es bien orientado, para esto es necesario que el docente entregue recursos e información de fuentes confiables, monitorear el estudio de esa información, generar actividades interactivas pero lúdicas, a través de metodologías eficaces que fomenten la investigación, el debate y sobre todo la interacción entre pares, puesto que a partir de esto también se logrará una sucesión de hechos que pueden ser indispensable para asegurar un adecuado teleaprendizaje.
Sin duda que este es el nuevo contexto en el que se enmarca la educación, el cual debe considerar una enormidad de factores, factores que pueden afectar el desarrollo de un estudiante desde los diseños pedagógicos y didácticos, a partir de lo que hoy se denominan entornos digitales. La "escuela virtual" que hoy se orienta a lo que son estos entornos digitales y que ha tomado bastante fuerza dentro de la efectividad de los resultados en lo pertinente al teleaprendizaje, cosa que se evidencia desde un trabajo minucioso, formal y sistemático y que promueven una nueva forma de orientar la educación en un nuevo contexto social.
Rolando Molina Martínez, UPV