Daños colaterales del Covid-19
La llegada de la pandemia del SARS-Cov2 ha afectado a miles de personas en todo el mundo; niños, jóvenes, adultos mayores y enfermos crónicos. Sin embargo, los que componen este último grupo han acusado doble recibo. No sólo tienen mayor posibilidad de desarrollar la enfermedad de forma grave, sino que también han visto perjudicados por la falta de continuidad en sus tratamientos.
Las primeras recomendaciones de la autoridad sanitaria se enfocaron en suspender gran parte de atenciones ambulatorias y que los pacientes crónicos sólo se presentaran en un centro médico si una urgencia lo ameritaba. Sin embargo, esto ha repercutido -según el Ministerio de Salud- en una cantidad significativa de pacientes (más del 20%) que han dejado de acudir a centros asistenciales por sus controles o retiro de sus medicamentos, exponiéndose a descompensaciones de enfermedades como la hipertensión arterial, la diabetes o el VIH, y a los riesgos propios de sus patologías que hoy -más que nunca- se deben evitar.
Por esto, se hace imprescindible fortalecer acciones como las consultas a distancia y los seguimientos y visitas que realizan profesionales de centros de atención primaria para que estos pacientes sigan las medidas de cuidado y adherencia a sus tratamientos. La falta de cumplimiento de sus terapias farmacológicas no sólo disminuiría su calidad de vida, sino que también podría traer consecuencias clínicas graves, elevando los índices de hospitalización, aumentando el riesgo de generar una enfermedad grave por Covid-19 y de colapsar aún más los servicios de salud
El Ministerio de Salud anunció hace unas semanas el fortalecimiento de los controles para enfermos crónicos, especialmente los programas de Cáncer, VIH e Hipertensión Arterial. Esto, sin dudas, ayudará a pesquisar de forma oportuna a los pacientes, evitando un agravamiento en su condición de salud.
Por último, el autocuidado en estos pacientes será clave en su bienestar. Los especialistas han hecho hincapié en la importancia de mantener hábitos saludables, que incluyen pautas de alimentación específicas y algo de actividad física que -además- contribuirá a mantener un equilibrio emocional. Hoy todos los involucrados deben ser parte activa del cuidado y la prevención.
Paula Molina, químico farmacéutico de Farmacias Ahumada.
Respeto
La diversidad e inclusión laboral dentro de una oficina van más allá del cumplimiento de una ley que indique la cantidad de personas que se deben contratar en situación de discapacidad o de la aceptación de aquellos que han ven su identidad personal de una forma distinta a la nuestra.
La diversidad y la inclusión son sinónimo de respeto, la base de cualquier relación, además de la confianza. Crear un buen ambiente laboral, suele ser un gran desafío cuando en el conviven personas con diferentes ideologías, gustos, formas de trabajo, estilos de vida, habilidades y capacidades. Entonces, es importante entender que el otro, desde sus vivencias y su mirada puede ser un gran aporte no sólo a la organización sino que a nuestras vidas.
Incluir estos dos valores, el respeto y la confianza, es fundamental para generar grandes avances. De esta forma, podemos crear una mejor compañía, más apacible, más creativa, con una mejor cultura de trabajo y que logre generar un sentido de pertenencia en quienes trabajan ahí. Hoy, a pesar de la distancia que nos aqueja, es importante mantener el mismo camino, pues seguimos formando un equipo con el que nos volveremos a reunir en un tiempo más.
María Jesús García-Huidobro, gerente de marketing de Laborum.com
Aprender y contener
El desarrollo y bienestar de un niño depende de múltiples factores como la salud, sueño, alimentación, lo cognitivo y lo socioafectivo. Reconocerlo no depende de opiniones personales, sino de integrar en éstas la evidencia científica de hoy. Todo el desarrollo de las neuroimágenes nos ha permitido entender mejor el funcionamiento de nuestro cerebro y gracias a ello sabemos que todo lo que ocurre en la mente humana tiene un componente cerebral: el pensamiento, las emociones y el aprendizaje dependen del desarrollo de este órgano, único e interconectado, compuesto de miles de circuitos neuronales. Así se hace razonable pensar que casi ninguna circunstancia justificaría la preocupación exclusiva por ciertas partes de éste y no por otras, ya que tanto lo afectivo como lo cognitivo son esenciales para su desarrollo y la promoción del bienestar.
Es imperante dejar de transmitir verdades a medias que logran confundir e insegurizar a los padres que promueven que sus hijos se involucren en los procesos de aprendizaje a distancia que sus establecimientos han dispuesto para ellos.
Bernardita Tornero, UAndes