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Desafíos de la 5G
La 5G es una nueva generación de servicios móviles diseñada para la industria, pero que también conlleva altos beneficios a las personas, pues permite tener redes con mayor flexibilidad para soportar diferentes aplicaciones. Su concepto de diseño está pensando en mejorar la eficiencia dentro de la industria, permitiendo el uso de aplicaciones que aumentan la eficiencia en la producción, mediante el uso de servicios que con las redes de generación actuales no pueden realizarse. Otra de sus características, es la capacidad para conexiones simultáneas de dispositivos, es decir, permitirá mayor cantidad de conexiones. Esto, debido a su mayor capacidad de ancho de banda, imprescindible para dar servicio a la gran demanda de datos y a la gran cantidad de objetos que serán conectados en un futuro a las redes (IoT, Smartcity). No obstante, los países deben preparar la implementación de mejoras tecnológicas para su llegada, que en Chile ya se han estado estudiando y que hoy se vuelven importantes, debido al anuncio oficial de llamado a concurso para 5G. Nuestro país, tiene las bases para poder implementarla, sin embargo, hay varios factores a definir. Por ejemplo, ¿qué espectro se utilizará para la transmisión de 5G?. El Gobierno ya está realizando el plan de licitaciones para poder ofrecer al mercado la posibilidad de tener espectro de 5G para todos los proveedores de servicio telefónico interesados. Por otro lado, y de forma gradual, todas las bandas de espectro que se utilizan para 2G, 3G y 4G evolucionarán a 5G para tener más espectro, capacidad y velocidad. Las implicancias para los usuarios finales, son que la tecnología 5G no es soportada por los dispositivos actuales, lo que significa que si se quiere tener servicios 5G, se debe cambiar el dispositivo. Esto implica que avalancha de ofertas en un futuro cercano en lo que se refiere a venta de modelos nuevos y actualizaciones de teléfonos móviles. Dentro del hogar no todo cambiará, pues las empresas ya están pensando en el diseño de soluciones que complementarán estos servicios, por ejemplo, la televisión, los refrigeradores, u otros dispositivos que puedan trasmitir datos, que gracias a adaptadores integrados, podrán participar de las redes 5G. Esto sin duda alguna, impulsará los ambientes domóticos. El despliegue de 5G ayudará sin duda a automatizar muchos servicios, pero no debemos soslayar el tema de la alta producción y trasferencia de datos. Es importante recordar que muchos de los datos que se transmitirán son de carácter sensible. Esto nos lleva inexorable al tema de Seguridad de la Información. No solo hay que pensar en la incorporación de Sistemas de Gestión de Seguridad de la Información, que mediante marcos de trabajo como la familia de la Norma ISO/IEC 2700:2013, nos ayudará a tener un mejor control del flujo de la información, sino que también en el marco regulador que regirá para los distintos servicios que entreguen los operadores. Este es un gran desafío, pues la regulación Chilena (Ley N°21.096) solo puede ser ejercida en territorio nacional. Sin duda alguna, cuando los casos de protección de datos sobrepasen el territorio Nacional, se generarán conflictos para determinar la jurisdicción.
David Ruete, director Escuela Facultad de Ingeniería, UNAB
Oportunidad de modernización
En su cuenta pública, el presidente Sebastián Piñera reconoció que nuestro Estado había llegado tarde a enfrentar la pandemia y tarde también a mitigar los efectos que la crisis está generando en el día a día.
Las crisis nos dejan en evidencia, y el Covid-19 no ha sido la excepción. En ese sentido, nuestro Estado se ha visto lento, poco efectivo, poco digitalizado y, a ratos, poco claro en sus protocolos. Pero no solo el Estado ha reflejado escasa eficiencia, todas las personas han visto que la pandemia les ha afectado en su forma de vivir y han debido improvisar para seguir cumpliendo con sus obligaciones.
En esta lógica, en un par de semanas, rápidamente el Estado, los establecimientos educacionales y todo tipo de organizaciones debieron implementar el uso de tecnologías y mecanismos a distancia. Este cambio de paradigma forzoso, cuya implementación debió haber durado años, fue concretado a presión y con varias fallas en el camino.
Sin embargo, el ciudadano, como un ser de costumbre, ya ha aprendido a convivir con el teletrabajo, el telestudio e incluso con la realización de trámites, que por décadas hicieron presencialmente, de manera online. Y aun cuando el cambio ha sido forzoso, hoy podremos decir que vamos evolucionando a una sociedad más tecnologizada.
Siempre se ha planteado que las crisis presentan oportunidades, y ciertamente dada la penetración tecnológica de los últimos meses, hoy es menester que nuestro Estado capitalice estos avances en post de generar una estructura más moderna y ágil.
Hoy, cuando los hogares debieron migrar rápidamente al uso de plataformas electrónicas, el país debe aprovechar la coyuntura para elaborar procesos y servicios que respondan a esta nueva realidad digital. Es una oportunidad para que se modernice por fin la estructura de nuestro Estado, que nos permita enfrentar futuras crisis y nos ayude a utilizar las ventajas de las plataformas digitales, al servicio del bien común.
Lucas Serrano Barraza, director de Administración Pública Advance, USS