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Transformación digital, el nuevo desafío de ser usuarios competentes
La transformación digital que veníamos experimentando, paulatinamente en Chile, se vio acelerada por la pandemia. Si bien las brechas de acceso en las últimas décadas, se habían acortado, llegando a tener una conectividad móvil cercana al 98% en zonas urbanas en 2020, se confirma que los usuarios no estábamos capacitados para enfrentar tareas como trabajar o estudiar, permanentemente, de forma remota.
Según el Primer Barómetro del Bienestar Digital, que desarrollamos desde Fundación Nativo Digital, con Movistar Chile, la nueva brecha que enfrentamos en materia de desarrollo tecnológico, tiene que ver con las competencias de los usuarios en el ecosistema digital.
Sorprende y nos debe preocupar, que mientras un 70% de chilenos y chilenas entre 8 y 75 años, dice tener un conocimiento profundo del mundo online, la investigación confirma que ese mismo grupo de usuarios tiene conductas de riesgos, como aceptar cuentas desconocidas en redes sociales (74%), o afirmar que sus datos se encuentran seguros en la nube (76%), incluso creer que lo que está en internet es verdad (61%).
Asimismo, ocho de cada diez usuarios declaran que lo primero que hacen al despertar es ver su teléfono móvil, y lo último que hacen antes de dormir, es revisar su celular. Es decir, somos "heavy users". Al detenernos en las conductas cotidianas, encontramos que son principalmente acciones de entretención -escuchar música (80%), ver videos o películas (60%)- o acciones de comunicación -Redes sociales (94%), llamadas y chat (75%)-. Pero la usabilidad funcional, como trabajar o estudiar, está muy detrás en las preferencias de las distintas generaciones. Lo más preocupante, que revela el Barómetro, es que uno de cada tres usuarios confirma que han tenido alguna situación de acoso o agresión en el espacio online.
Estas cifras muestran que debemos asumir un nuevo desafío, y enfrentarlo mancomunadamente desde el mundo público, el privado y las organizaciones de la sociedad civil: debemos alfabetizar digitalmente a las y los chilenos. Tenemos que fomentar un proceso de nivelación de competencias digitales, para las distintas generaciones que están coexistiendo en el espacio virtual.
La OCDE nos plantea que, en educación, tenemos que avanzar hacia el desarrollo de las Habilidades para el Siglo XXI, de tal manera que nuestros estudiantes puedan estar preparados para enfrentar los desafíos que nos presenta el cambio tecnológico. Nos tenemos que hacer cargo de los adultos mayores que, en cuarentena, han enfrentado una inmersión digital, para la que no estaban preparados. Y en materia de desarrollo profesional y emprendimiento, tenemos un camino importante que pavimentar con innovación tecnológica, para enfrentar labores cada vez más automatizadas y digitalizadas.
Desde Fundación Nativo Digital, queremos convocar a un Plan de Formación Digital Universal, para construir una ciudadanía digital competente, capaz de aprovechar las oportunidades de desarrollo que nos otorgan las tecnologías, pero a la vez preparada para disminuir los riesgos y vicios que el mundo online nos presenta. La transformación digital forzada que nos ha evidenciado la pandemia, debe ser un motor para avanzar en materia de apropiación y alfabetización tecnológica, en nuestro país.
Pablo Christiny, Director Ejecutivo de Fundación Nativo Digital
Acortando brechas
Hace unas semanas vimos que en la Cámara de Diputados se aprobó de manera unánime el proyecto que exige a las empresas tener al menos un experto en materia de inclusión laboral en el área de Recursos Humanos. Esta iniciativa llega en el momento justo para que las compañías sigan avanzando en cuanto a la inclusión de personas con discapacidad (PcD) en el ámbito laboral, incentivándolas también a que implementen estándares de calidad para contar con un lugar de trabajo adecuado para ellas.
Desde las organizaciones que trabajamos para generar cambios en cuanto discapacidad e inclusión, estamos felices con este nuevo alcance. Sin duda la Ley 21.015 ha sido un tremendo paso en materia de inclusión laboral, pero aún nos falta avanzar en el espíritu de la ley y no quedarnos sólo en el cumplimiento. En ese sentido, podemos decir que la llegada de este experto ayudará también a romper sesgos y paradigmas, pero es interesante volver atrás y plantearnos la interrogante sobre cuál es el espíritu de esta ley: una verdadera inclusión de las personas con discapacidad en el lugar de trabajo. Bajo esta misma lógica, es importante plantearnos si se ha logrado.
Para ejemplificar podemos ocupar algunos indicadores que se usan para medir el clima laboral. En primer lugar, tenemos el sentido de pertenencia para conocer si el trabajador se siente cómodo y satisfecho en su trabajo, ya que de ser así será una persona fuertemente comprometida con la empresa. Por otro lado, tenemos el buen liderazgo, si el trabajador tiene un jefe que lo moviliza, que lo toma en cuenta y que considera su trabajo, se va a notar la motivación.
Sofía Villavicencio, directora ejecutiva de Fundación Luz