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"Estamos enfrentado un enemigo microscópico"

EJÉRCITO. Apoyar a la autoridad sanitaria durante la batalla contra el covid en la región es la misión principal de los uniformados que comanda el jefe de la Defensa Nacional Ñuble, general Rubén Segura.
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Tatiana Aular Aguirre

En otrora quedaron los grandes desfiles y paradas militares para conmemorar el Día de las Glorias del Ejército de Chile, que pasaron a pequeños actos con asistencia controlada y medidas sanitarias supervisadas, en medio de "una batalla contra un enemigo microscópico", expresión acuñada por el jefe de la Defensa Nacional de la Región de Ñuble, general Rubén Segura Flores. Donde los escenarios y las estrategias para actuar en una guerra han variado en 210 años, pero el compromiso de los uniformados con su patria y el reconocimiento de la ciudadanía por sus ejércitos se mantienen con la moral en alto, a seis meses de pandemia y a casi un año del estallido social de octubre.

-¿Cómo han sido las conmemoraciones de las Glorias del Ejército en este tiempo de pandemia?

-El covid ha modificado desde el punto de vista psicológico y sociológico todas las situaciones e interacciones del ser humano, dentro de ellas también ha afectado lo que es el ceremonial y el protocolo cívico - militar en actividades tan importantes como estas. Este año producto de la pandemia, todas las ceremonias están prohibidas y sólo se pudo realizar un acto muy reducido en los patios al interior de la Escuela Militar que queda en Santiago. En el caso particular de Ñuble se realizó en el Centro de Entrenamiento Militar de Quilmo, el 17 de septiembre al igual que a lo largo del país.

-En medio de esta situación sanitaria, ¿cuáles son los valores que se mantienen el Ejército en alto?

-Un militar es un ciudadano integrante de la misma sociedad, la cual juró defender, porque pertenece a ella y a través de los valores del honor, el respeto a los símbolos patrios, la bandera, su himno nacional, su escudo; sus autoridades, la Constitución y las leyes vigentes jura cumplirlas, además hasta perder la vida si fuese necesario en post de proteger a la población que juró defender y en este caso estamos haciendo carne nuestro juramento, ya que en tiempos de pandemia, si bien estamos enfrentando un enemigo microscópico, un enemigo distinto, que es un virus, estamos haciendo los refuerzos para apoyar las medidas que disponen la autoridad sanitaria.

-¿Qué los motiva?

-Seguir ayudando a todos los ciudadanos, somos el Ejército de todos los chilenos, y estamos al servicio de todos los habitantes que están en esta tierra, ese es nuestro emblema. Si bien nuestro lema es "Siempre vencedor, jamás vencido", por supuesto que tampoco vamos a dejar que nos venza esta pandemia.

-¿Qué acerca y que diferencia a los soldados de hoy a los de hace 210 años?

-Son más las cosas que nos acercan que las que nos separan, nos separa solamente el tiempo, porque los soldados de antaño eran civiles, en esa época no se tenía Ejército y la civilidad se tuvo que organizar. Nos unen, dos cosas, lo que nuestros antepasados se pusieron como meta, la meta de nosotros es mantenerla; segundo la conformación y creación de la República de Chile, liderado principalmente por nuestro Libertador don Bernardo O'Higgins, por lo que nos une mantener por un lado el sueño, el ideal y la conformación de la República tal como fue en su inicio, hace 210 años, y segundo prepararnos y mantener la tradición de abnegación y entrega hacia el futuro de las nuevas generaciones. Que esta antorcha de libertad nunca se extinga en nuestro país.

-¿Qué lecciones ha dejado la pandemia a los soldados?

-Hay de todo, desde la más simple, que no hay enemigo pequeño, porque ya vemos como esta cosa microscópica como nos tiene, segundo a valorar la vida mucho más, darse cuenta de la importancia que tiene para un país contar con un Ejército profesional que tiene capacidades que puede poner a disposición de la población, desde puestos de atención médicos especializados, investigación científica especializada, estamos apoyando con el Hospital Militar de Campaña, particularmente en la región con el PAME que tiene una capacidad de hospitalización de 48 camas y que actualmente está con una ocupación sobre el 70%.

-¿Se está en una batalla?

-Absolutamente estamos, como país, como organización en una batalla contra esta enfermedad, mientras no tengamos la vacuna.

-¿Qué ha sido lo más difícil para la tropa?

- Hay que considerar que la tropa son personas, somos seres humanos de carne y hueso y la única diferencia que tenemos con los civiles es que abrazamos una vocación distinta. Y producto de ello tenemos un entrenamiento distinto y ese entrenamiento nos prepara y nos da cierta capacidad. No obstante, lo difícil es mantener al personal distanciado de su familia y a las familias de ellos, pero esta pasa a ser una fortaleza.

-¿Cree que la ciudadanía tiene una evaluación de los uniformados, distinta hoy a la de octubre de 2019?

-No soy el indicado para responder la evaluación que tiene la ciudadanía. Yo lo que percibo en Ñuble es que en general la mayoría de los ciudadanos de esta región son personas nobles que contribuyen con la fuerza militar y que nos han pedido encarecidamente que despleguemos incluso más efectivos. Lo que me hace concluir que nuestro trabajo es muy valorado, es vital y necesario y la ciudadanía, aquí donde estoy desplegado así lo siente.

-¿Qué ha aprendido de vivir estos tiempos de pandemia en Ñuble?

-Lo más que uno puede dilatar es el trabajo interagencial, el trabajo unido y coordinado con diferentes servicios y actores, partiendo por el personal de salud, el apoyo de las municipalidades, de las policías, con la prensa. El trabajo interagencial ha sido una gran experiencia, con la Onemi liderando muchas tareas, con un sin número de organizaciones de apoyo social, la iglesia a través de las parroquias y los padres que están inserto en los vecindarios. La gran experiencia definitivamente está en el trabajo interagencial de todos unidos por una misma causa, en colaboración unos con otros, ha sido muy positivo.

"Hay que considerar que la tropa son personas, somos seres humanos de carne y hueso y la única diferencia que tenemos con los civiles es que abrazamos una vocación distinta".

Gral. Rubén Segura Flores, Jefe de la Defensa Nacional