Ollas comunes se mantienen activas en plena cuarentena
SOLIDARIDAD. De 3 agrupaciones consultadas, 2 de ellas no han apagados sus cocinas, mientras que la de Feria Monterrico cerró antes sus puertas.
La solidaridad es un valor que se hace tangible cada día o fin de semana entre los ñublensinos que en medio de la pandemia con cuarentena o sin ella, siguen entregando comida a los vecinos más necesitados.
Es así como desde el 25 de mayo el comedor solidario parroquia el Buen Pastor no ha bajado los brazos y diariamente entrega 400 colaciones en la zona oriente de la ciudad, mientras que en la comuna de Pinto un grupo de vecinos se ha mantenido cada fin de semana entregando 160 raciones de alimentos, y han llegado a celebrar con comidas típicas de fechas patrias como chilenitos y empanadas.
Para mantener estas labores altruistas en el caso del comedor que lidera la parroquia el Buen Pastor en Chillán, su párroco Alejandro Cid, compartió que "estamos trabajando con permiso otorgados por la jefatura de división de Desarrollo Social y Humano del Gobierno de Ñuble, quien dio un pase a los beneficiarios para que reciban la comida de 1 a 2 de la tarde".
El sacerdote recordó que está labor que se inició desde el pasado 25 de mayo y que en un momento logró entregar 800 raciones de comidas diarias, actualmente consigan a los vecinos de Los Volcanes, Lomas de Oriente, Chiloé y Santa Filomena, un promedio de 400 colaciones por día. Explicó que desde septiembre la municipalidad de Chillán se independizo de esta agrupación social y están elaborando más comidas en el Liceo Marta Colvin "donde preparan 400 para las juntas de vecinos".
Esta acción cuenta con recursos de Fondos Regionales, además de una olla y un grupo de cocineros del Ejército de Chile que diariamente prestan sus labores para llevar comida caliente a familias afectadas económicamente por la pandemia del coronavirus.
Se espera que esta iniciativa de olla común asumida institucionalmente por el Hogar de Cristo, se prolongue hasta noviembre.
En tanto desde la comuna de Pinto, Lorena Burgos junto a un grupo de vecinos, comerciantes y trabajadores de la zona inclusive de Coihueco, ha logrado mantener la entrega durante cada sábado y domingo de 160 comidas.
"Aquí nos hemos organizado para apoyar a los vecinos de Pinto cada fin de semana, el apoyo de Carabineros ha sido primordial, porque ellos se meten hasta los lugares más difíciles de llegar, además para no hacer tan pesada la carga, mucho de los dueños de restaurantes nos han puesto a disposición sus cocinas, y eso ha sido una gran ayuda".
Esta agrupación realizó su última jornada el pasado 12 de septiembre "cuando realizamos 250 chilenitos, y mandamos a hacer empanadas", todo ello con recursos particulares.
La otra cara
Aunque estás dos realidades se mantienen, los feriantes y vecinos de la Mercado Monterrico viven otra, pues el lugar dejó de funcionar una semana antes de la nueva cuarentena en Chillán, "porque con la feria cerrada dónde y con qué preparamos la comida", señaló Ana Quintero, trabajadora del lugar.
Esta pausa se ha visto reflejada en la realidad de 200 personas que cada sábado y domingo recibía de manera segura una ración de comida en medio de la pandemia, aseguró Quintero que "una vez que empezamos cada fin de semana eran más la gente que se nos acercaba y que ayudábamos, hay mucha necesidad, mucha gente que la está pasando mal, nuestro propios feriantes, muchos, no tienen que poner en la olla".
Ante la situación la vocera del Monterrico, no duda que "una vez que volvamos a trabajar, volveremos a preparar comida", para ello espera seguir contado con la ayuda de representantes del sector público y privado.
400 comidas
200 diarias se continúan entregado en el comedor solidario el Buen Pastor.