Educar en pandemia
Educar con amor y firmeza representa un gran desafío, ya sea en los momentos buenos y también en aquellos que no lo son tanto, especialmente en el escenario actual de pandemia, en el que vivimos con mayores cargas de estrés y ansiedad. Para lograrlo se recomienda usar el mínimo de energía para obtener el resultado deseado, es decir, comunicar un mensaje que equivale a "estoy aprendiendo" y no el de "estoy enojado". Además, es importante no dar apelativos negativos al niño como, por ejemplo: "Niño malo, no se tiran las cosas", pues en este caso es mejor enseñarles a no hacerlo o bien a manejar con cuidado un objeto frágil, sin dar ningún apelativo negativo.
Por último, no temer a las reacciones, pues si bien los adultos muchas veces sabemos lo que es beneficioso para el niño, este no logra comprenderlo a la primera, ya sea porque no quiere escuchar o se frustra al no poder hacer algo por sí solo. Aprender a canalizar las reacciones requiere de esfuerzo, tiempo y energía. Como es un camino largo, que inclusive muchos adultos no logran aún, es necesario aprenderlo y enseñarlo a temprana edad. Es importante mantener la calma frente a las reacciones poco adaptadas de los niños, ofreciendo ayuda, escuchando y sobre todo empatizando con ese cerebro que está aprendiendo a razonar.
Paula Fuentes, Directora Pedagogía en Educación Básica, Udla
Miel 100% natural
La miel es la sustancia natural dulce producida por la abeja Apis mellifera o por diferentes subespecies, a partir del néctar de las flores y de otras secreciones extra florales que las abejas liban, transportan, transforman, combinan con otras sustancias, deshidratan, concentran y almacenan en panales. Se ha utilizado desde tiempos inmemoriales como alimento, endulzante natural y fuente de energía. Hoy se le reconocen beneficios en la industria alimentaria y terapéutica. Sus propiedades y usos en la industria de alimentos corresponden a la humectación, gratinación, saborización y antioxidante. Las propiedades terapéuticas se deben a la acción bactericida utilizándose como ungüento para el tratamiento de quemaduras y otras enfermedades de la piel.
Para reconocer su calidad, es necesario revisar el etiquetado nutricional, ya que debe ser 100% natural, lo que debe aparecer en la etiqueta; sin embargo, los adulteradores generan otros nombres como jarabe de miel, endulzante de miel, agave de miel o sucedáneo de miel, pudiendo comercializarse un producto con un bajo porcentaje de miel, lo que puede afectar la salud de los consumidores. La miel naturalmente tiende a cristalizarse. A temperatura sobre 25°- 27° se mantiene una consistencia líquida, pero en el invierno tiende a cristalizarse. La rapidez con que se forman estos cristales depende del origen floral. Si no ocurre nunca, no es normal y quiere decir que los azúcares que componen esa miel están alterados o pasaron por un proceso de calentamiento.
Existen algunas formas rápidas que permiten identificar esta pureza. Si ponemos una gota sobre un dedo debe mantenerse firme; si escurre, lo más probable es que esté adulterada. Otro consejo es poner una cucharada de miel en un vaso de agua fría. Si cae al fondo con consistencia firme se trata de un producto puro, en cambio, si se disuelve con facilidad no es 100% natural. Y finalmente, si al voltear el envase, podemos observar que se forma una burbuja de gran tamaño que sube lentamente estamos frente a miel natural. Los consumidores deben poner atención al rotulado, ya que todo producto envasado debe tener la resolución sanitaria. También se puede identificar a través de estos prácticos y, ante sospecha de adulteración, denunciar a la autoridad sanitaria, la que debe fiscalizar y, de ser necesario, decomisar estos productos.Carolina Salazar Ibacache, Académica Nutrición y Dietética, USS
Primavera y bienestar
Espero que esta primavera nos depare alegrías por el sólo hecho de ver que los cielos están más azules, la temperatura más aceptable, con lluvias inesperadas, vientos fuertes y días nublados. Pero nunca dejemos de pensar que estamos muy bien acompañados por Dios, que está a nuestro lado y su mano protectora será suficiente protector para los imprevistos.
¿Nuevamente podremos decir que somos y que nos sentimos felices? ¿Acaso ser felices es lograr alguna cosa grande, trivial, o aquello que la ambición y el capricho quisieron tener? No es fácil responder, porque la felicidad es algo íntimo.
Creo que ser feliz es estar o sentirse sano, porque nuestro cuerpo aún lo sentimos liviano, es no tener dolores que se tornen insoportables. No dejamos de ser felices porque como seres humanos tengamos momentos tristes, desencantos o desilusión. Para qué decir que tampoco podemos dejar de ser felices aunque estemos con un dolor moral que es más profundo que el propio dolor material. Por lo mismo, creemos que la felicidad está ausente cuando estamos llenos de rencores y provistos de soberbias enfermizas. La primavera debe invitarnos a ver la vida con más objetividad, con intención de ser y hacer aportes. Debemos ser el antídoto perfecto de tantas maldades acumuladas.
Mariano González Riquelme