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ENTREVISTA. Horacio Salinas, músico y presidente de la SCD:

"Hemos buscado ayudar, pero este no es un problema de la SCD, es del Estado"

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Flor Arbulú

En 2012 salió publicado el álbum grabado en directo y nominado al Grammy "Eva Ayllón + Inti-Illimani Histórico", tras lo cual comenzaron una serie de conciertos en diversas ciudades tanto de Perú como de Chile. Uno de ellos fue en la Explanada Municipal de Peñalolén el 26 de enero de 2017, en la que el grupo chileno y la cantante afroperuana estuvieron acompañados del maestro del tres, el cubano Francisco Amat.

"Nos acordábamos muy bien de esa presentación", dice al teléfono Horacio Salinas, director musical del conjunto. Sin embargo, "no sabíamos que se había grabado con tan buena calidad y con tan buen sonido. Nos sorprendió eso".

Es precisamente ese registro el que se podrá ver el sábado 17 de octubre (ver ficha) y en cuyo repertorio se pueden escuchar temas de Chabuca Granda, Violeta Parra y Víctor Jara, entre otros compositores latinoamericanos.

- ¿Qué le parece este estreno por streaming?

- Es uno de los fenómenos a los que nos estamos acostumbrando los músicos, que más bien hemos hecho toda la vida un trabajo muy directo y sintiendo el público muy cercano en los espectáculos en vivo. Pero bueno, la realidad que nos sorprende es un poco esta: de querer, por una parte, nosotros de no interrumpir nuestra relación con el público; y de otra, el público que tampoco quiere dejar a sus artistas en el olvido.

- ¿Qué viene para Inti Illimani Histórico? ¿Qué están haciendo?

- Estamos componiendo -siempre uno está al acecho de ideas, así que de repente a uno lo asaltan, porque esa es la verdad- y estamos tratando de encontrar un modo de trabajar a distancia, pero también un modo de juntarnos dentro de poco a hacer un concierto en vivo. Grabar, tal vez, sin público, pero grabar en un escenario donde nos podamos mirar, hacer guiños, como suele suceder en los conciertos en vivo.

- Se deben echar mucho de menos entre ustedes, también.

- Muchísimo. Si una cosa es tocar en la soledad y la otra es hacer música en grupo, que es una cosa muy distinta, y eso lo vamos a hacer. Queremos también preparar nuestros conciertos de fin de año, que lo vamos a hacer de alguna manera. No sabemos cómo, pero lo vamos a hacer igualmente. Es toda una tradición, hace muchos años, ya llevamos como 15 años, que estamos haciendo estos conciertos en Santiago. No sabemos en qué formato, pero lo vamos a hacer.

El estado de los músicos

Además de ser el director musical de Inti Illimani Histórico, Horacio Salinas también es preside la Sociedad Chilena de Autores e Intérpretes Musicales (SCD). "Una manera de sobrellevar esta pandemia, un poco para moros y cristianos, ha sido el estar en compañía de la música", sostiene.

"En las casas, en toda circunstancia, la música hoy en día yo creo que tiene una presencia tremendamente sanadora también, porque en estas circunstancias el silencio a secas es algo un poco demoledor, y, sin embargo, ahí está la música, ahí están los músicos, acompañándonos siempre", asegura.

Sin embargo, se trata de un gremio que ha sido fuertemente golpeado por la pandemia, debido al cierre de salas de conciertos y la suspensión de actividades masivas desde marzo a la fecha, sobre todo para aquellos que ni siquiera ganan por el concepto de derecho de autor, como son los roadies.

- A propósito de lo que estamos viviendo, ¿cómo analiza la realidad de los músicos?

- Es una realidad, yo diría, bastante preocupante y, en algunos sentidos, trágica, porque hay que considerar el hecho de que un gran contingente de los músicos profesionales y semiprofesionales que están iniciando son muchachos jóvenes, hombres y mujeres que están en este proceso de mostrar lo que hacen. En eso, los medios de difusión son importantísimos y todo ese fenómeno se ha visto interrumpido un poco; y eso hace que se desarticule una parte muy importante de la industria de la música, que está formada no sólo por los artistas, sino también por un conjunto de operadores que son indispensables llegado el momento de tocar: los técnicos, los ingenieros, los roadies, personas que acompañan, en fin. Todo ese contingente hoy día está disperso, y seguramente buscando alternativas de subsistencia y eso es muy triste, porque yo diría que hay una cierta indolencia al respecto desde el Estado, a la situación de este gremio que es tan importante.

-¿Usted cree que ha habido una desidia por parte del Estado de no preocuparse por los trabajadores de la cultura y las artes?

- Es una cosa histórica con algunas excepciones, en algunos gobiernos, en que ha habido un aumento del presupuesto, pero que el 0,3% del PIB se destine a la Cultura y las Artes delata a un Estado bastante inculto respecto de la importancia del patrimonio cultural. Nosotros estamos abogando, todos los artistas, por al menos un 1% del PIB lo que el Estado invierta. Pero cuando tú escuchas que no, que hay que privilegiar el empleo, todo eso, es una discusión un poco esquizofrénica porque se discuten cosas distintas. Entonces, cuando se pasa la aplanadora del Ministerio de Hacienda, en el fondo tú estás aplastando el trabajo invaluable de muchísima, muchísima gente que interrumpe su desarrollo. Entonces, no es sólo desidia, es un problema cultural. Yo creo que somos un país bastante miope que aún no entiende que el futuro de los países está en su patrimonio cultural. Desgraciadamente, es así.

- Ustedes, como SCD, han hecho esfuerzos para apoyar a los músicos.

- Sí, el máximo que hemos podido. Hemos reestudiado nuestro presupuesto de gastos y hemos dejado de hacer muchas cosas por ir al encuentro de esta necesidad que la sentimos, digamos, a cada rato. Y no podemos hacer más tampoco. Si de nosotros dependiera, haríamos nuevamente una entrega a una enorme cantidad de socios de mil millones de pesos, pero no tenemos eso. Hemos buscado maneras de ayudar a todos los segmentos de los creadores. Pero este no es un problema de la SCD, esta es una responsabilidad del Estado. Es como cuidar los bosques, el aire que respiramos. El arte y la cultura son un espacio de ensoñación que la gente necesita mucho. Eso tiene que ver con la salud mental, tiene que ver con un espacio de refugio, sobre todo ante situaciones como las que vivimos, no sólo con la pandemia, sino que con los problemas laborales, ahí está el arte y la cultura como un momento de desahogo también de la gente. Por eso hay que invertir en cultura y en arte, y en tener un cuerpo activo de creadores que se desviven tratando de hacer lo mejor posible.

" No es sólo desidia, es un problema cultural. Yo creo que somos un país bastante miope que aún no entiende que el futuro de los países está en su patrimonio cultural. Desgraciadamente, es así".

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