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La salud mental más allá de los síntomas

La buena o mala salud mental no se determina solo evaluando los trastornos, sino que considerando al mismo tiempo el estado de salud mental positiva.
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XXEl 10 de octubre fue adoptado como el Día Mundial de la Salud Mental. La Organización Mundial de la Salud (www.who.int), ha instado a la comunidad internacional a realizar charlas, reuniones virtuales, una marcha virtual y presentaciones artísticas, con el fin de aumentar el conocimiento sobre las enfermedades mentales, disminuir la estigmatización, presionar a los gobiernos a mejorar sus políticas y gastos en salud mental, difundir el trabajo de los profesionales del área y a abordar temas específicos como son la salud mental de los jóvenes, de las personas de mayor edad y de la comunidad LGBTQ+.

Según datos aportados por la OMS, el gasto sanitario promedio es del 2% del presupuesto anual de los países, lo que es considerado insuficiente, tomando en cuenta que por cada dólar que se invierte en el tratamiento o cuidado de la salud mental, se obtiene un rendimiento de $5 dólares de mejora de la salud y la productividad.

En la medida que los problemas de salud mental son una preocupación de salud pública, iniciativas como ésta están más que justificadas y son necesarias. Complementariamente, el movimiento hacia una salud mental positiva ha tenido gran expansión durante la última década, es decir, la temprana definición de la OMS respecto a que la salud no implica solo la ausencia de enfermedad, sino que también la presencia de un estado completo de buen funcionamiento físico, psicológico y social, ha cobrado mucho interés en las disciplinas que se han sentido llamadas a promover, proteger y cuidar la salud mental.

Es central para la promoción de la salud mental, el conocimiento de que las mejoras en las personas reducen el riesgo de que desarrollen un trastorno mental en el tiempo, así como existen claros datos respecto a que la pérdida de una buena salud mental se asocia a un aumento del riesgo de desarrollar uno de ellos en el tiempo. En este sentido, la buena o mala salud mental no se determina solo evaluando los trastornos, sino que considerando al mismo tiempo el estado de salud mental positiva.

Uno de los problemas que enfrenta el estudio, abordaje y promoción de la salud mental positiva, está asociado a que, a diferencia de lo que ocurre con la definición de los trastornos mentales, no existe un grado de consenso suficiente en la comunidad internacional respecto a qué es o implica su presencia. Incluso, no existe un acuerdo extendido acerca de si se hablará de salud mental positiva o de bienestar mental.

Disponemos de propuestas y operacionalizaciones al respecto y es creciente el número de estudios publicados usando modelos que muestran la presencia de una buena salud mental, pero sigue siendo necesario el que se instale cada vez con más fuerza la mirada más allá de los síntomas.

Patricio Ramírez Azócar Docente de Psicología, Universidad del Desarrollo

Salud mental y el cambio constante

El problema con la salud mental es que la gente se queda en comprender por qué aparecieron los síntomas y no en hacerse cargo de ellos. La situación se torna más compleja, más aún si se considera que con la llegada de la primavera las enfermedades mentales se agudizan.
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La salud mental de los chilenos ha empeorado debido a esta extensa pandemia. Encierro, distanciamiento físico, soledad, dificultades para dormir y sensación constante de agobio son solo algunos de los factores que ha llevado a que cerca de un tercio de la población tenga algún tipo de enfermedad mental, como angustia, estrés o depresión. La situación se torna más compleja, más aún si se considera que con la llegada de la primavera las enfermedades mentales se agudizan, por lo que consultar a tiempo y reconocer los síntomas es fundamental para evitar el empeoramiento de la salud mental.

La psiquiatra de Clínica MEDS, Pilar del Río, plantea, por ejemplo, que lo más importante es que la sanidad está dada por dos cosas: la funcionalidad para poder cumplir con los hábitos y deberes básicos y por la flexibilidad emocional, es decir, poder pasar por un rango de emociones.

La especialista advirtió que cualquier síntoma cognitivo, emocional o conductual que afecte la funcionalidad por más de dos semanas seguidas, o afecte el sueño durante este periodo, se debe consultar de manera inmediata. También, alertó que es necesario acudir a un especialista cuando no existe flexibilidad emocional. "Si hay una tristeza permanente las 24 horas del día y nada lo saca de ahí, o una euforia permanente, también hay que consultar", indicó Del Río.

Los síntomas cognitivos son aquellos como la desconcentración, tener ideas obsesivas o rumiantes; lentitud de pensamiento, entre otras, mientras que los síntomas conductuales son aquellos como descontrol de impulsos, como comer incesantemente, consumir sustancias dañinas, agresividad o conductas compulsivas en general. Y, finalmente, los síntomas pueden ser angustia, tristeza, rabia permanente o desproporcionada o sentir un miedo intenso.

El problema con la salud mental es que la gente se queda en comprender por qué aparecieron los síntomas y no en hacerse cargo de ellos.

Este periodo de pandemia, que claramente ha afectado la salud mental de todos, es necesario tomar conciencia de la situación de crisis, ajustar las expectativas y aceptar que el cambio constante es lo más presente hoy en día.

Tecnología para un futuro sostenible

Es fundamental la reestructuración de la industria con el objetivo de aumentar la productividad y la competitividad.
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La transición a operaciones sostenibles vendrá a través de tecnologías emergentes e innovaciones revolucionarias. La pandemia actual ha brindado al mundo la oportunidad de reconstruirse de una manera más sostenible, para inspirar una actividad económica que cree valor para nosotros y el planeta. En 2015, los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible adoptados por los miembros de la ONU en el marco de la Agenda 2030 establecieron el llamado a la acción a través de una asociación global. En los últimos cinco años, la campaña para la acción sostenible ha tomado más fuerza con diferentes industrias liderando la visión en el desarrollo sostenible. Específicamente, el "ODS 9 de la ONU: Industria, innovación e infraestructura" hace hincapié en la inversión en infraestructura e innovación, que son motores fundamentales del crecimiento y el desarrollo económicos. Con más de la mitad de la población mundial viviendo ahora en ciudades, el transporte masivo y las energías renovables son cada vez más importantes.

A medida que los gobiernos y las industrias de todo el mundo se centran en crear una base para un rápido crecimiento económico, es importante garantizar que este crecimiento se impulse a través del consumo responsable de energía y una cultura de sostenibilidad. Esto se obtendrá por medio de operaciones sostenibles producto de tecnologías emergentes e innovaciones revolucionarias. Incluso una pequeña innovación puede cambiar las reglas del juego. Por ejemplo, los motores eléctricos representan aproximadamente el 28% del consumo de electricidad del mundo. En la actualidad, hay aproximadamente 300 millones de ellos en servicio, y la instalación de cada motor ineficiente daría como resultado un ahorro de energía global total del 10%, lo que equivale a la producción de 286 reactores nucleares. Este es el verdadero potencial de la tecnología.

Uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible establecidos por la ONU es la energía limpia y asequible. Una mayor eficiencia energética y una mayor dependencia de los recursos energéticos renovables desempeñarán un papel fundamental en nuestro viaje hacia un futuro sostenible. Dado que sólo el 33% de la energía derivada de los recursos naturales se convierte y utiliza para aplicaciones de uso final, las comunidades deben trabajar en estrecha colaboración para minimizar la pérdida de energía y lograr una mejor integración de la energía renovable en las aplicaciones diarias como el transporte y la fabricación.

Específicamente para las industrias, cuando todo el proceso de fabricación, desde el diseño hasta la entrega, toma menos tiempo y consume menos energía, es una desviación de lo convencional.

Francisco Javier González Puebla Director Área Administración IP-CFT Santo Tomás