Efe
Ochenta años después de abrirle las puertas de Hollywood a Alfred Hitchcock y brindarle su único Oscar a la mejor película, el fantasma de "Rebeca" revive en Netflix, en una adaptación más ambigua y ligera, con Kristin Scott Thomas como la ahora no tan maléfica señora Danvers, junto a Lily James y Armie Hammer.
Pensada especialmente para el público más joven que no tiene en mente la película original, esta "Rebeca" dirigida por el también británico Ben Wheatley ("High Rise") se estrenó ayer en "cines seleccionados" y el 21 de octubre estará disponible en la plataforma en todo el mundo.
"El juicio sobre los personajes es más gris en nuestra película. Creo que hay más empatía hacia ellos", defiende Wheatley que dice haber tomado como referencia la novela original de Daphne du Maurier y rechaza hablar de "remake" del célebre largometraje protagonizado por Joan Fontaine y Laurence Olivier.
"Bastante difícil es hacer una película, como para tener que pensar en la película de otro", sostuvo. De la novela, fue precisamente esa ambigüedad moral lo que le atrajo y la combinación de géneros. "Empieza como un viaje agradable, unas vacaciones y se convierte en una historia de fantasmas y de asesinatos", describe.
La historia arranca en Mónaco con el romance entre una joven humilde (Lily James) y el apuesto viudo Maxim de Winter (Armie Hammer) y cambia de tono cuando, tras el matrimonio, llegan a Manderley, la finca familiar custodiada por una siniestra ama de llaves y el inquietante fantasma de la esposa fallecida.
Frustraciones
El personaje más inquietante sigue siendo el de la retorcida señora Danvers, que Kristin Scott Thomas trata de humanizar sin hacerle perder su carácter malévolo.
"Cuando haces una adaptación tienes dos opciones, ser muy fiel al material original o permitirte licencias poéticas, como hicimos con 'El paciente inglés' en su día y es lo que hace Ben aquí", explica la actriz británica.
"La señora Danvers lo perdió todo al morir su marido, su estatus se desplomó, pero ella siente que tiene el derecho a ser la dueña de su casa, por eso cuando aparece esta chica siente que le está usurpando su lugar", sostiene.
Esa obsesión y la rabia por ser desplazada de lo que considera su sitio es lo que más le interesó del personaje, dice la actriz, que tiene en estos momentos en preparación otros cinco largometrajes y prepara su salto a la dirección.
"En una carrera larga como la mía, hay momentos en que te cansas un poco de hacer lo mismo; a veces tienes que esperar para que la gente decida ponerte bajo una luz diferente, y extrañamente a medida que me hago mayor los papeles que me ofrecen son más interesantes", dice Scott Thomas.