"Estamos contentos de estar dando inicio a las obras de este conjunto habitacional".
Álvaro Pinto — Director regional de Serviu
"El porcentaje de flota que está funcionando para el transporte público mayor urbano es cercano al 60%".
Bárbara Kopplin
Violeta del Carmen Parra Sandoval (San Carlos o San Fabián de Alico 1917 - Santiago 1967), artista. Hija de Nicanor Parra Alarcón, profesor y músico y de Rosa Clarisa Sandoval Navarrete, modista y tejedora. La tercera de ocho hermanos.
Sobre el lugar de su nacimiento hay dos versiones. No obstante, de lo que no existe controversia, es que Violeta Parra se crió en Chillán a partir de los diez años aproximadamente, pues la familia Parra Sandoval, tras vivir en Santiago y Lautaro, se establecieron en Chillán en el año 1927, en una localidad llamada Malloa y luego en el barrio Villa Alegre, conocido hoy como Ultra Estación, territorio entre la Estación ferroviaria y el Cementerio Municipal de la ciudad de Chillán.
En una entrevista, Violeta Parra relataba: "Yo vivía en Malloa, un pueblecito situado por Chillán hacia el interior. Era un pueblo perdido en el campo, incomunicado del resto de Chile; solo un camino real lo unía con Chillán y había hora y media a caballo, yendo a galope tendido y más de dos horas si se iba al paso…". Continuaba diciendo: "En esa región eran muy conocidas las niñas Aguilera, dos hermanas que cantaban. Algunos de los cantos populares que forman mi repertorio actual se los oí por primera vez a ellas. Las niñas Aguilera cantaban muy bien y constantemente las perseguía para que me enseñaran sus cantos".
En otra entrevista señalaba, respecto de Ñuble: "Nací en una región pobre, pero donde se canta mucho. Se canta siempre para los nacimientos, para los matrimonios, para la muerte, para las cosechas, para la vendimia. Entre nosotros todo es canción", afirmó.
En otra oportunidad, al referirse a la pobreza de su infancia, la describía así: "Éramos pobres, muchos hermanos y mi padre era profesor de música en un pueblito de Chillán y también algo aficionado a la bebida. Mi primera expresión de actuación en público fue un día en que yo me di cuenta de que no había dinero para alimentarnos. Tomé mi guitarra (tendría unos 11 años) y junto a mis hermanos menores salí a cantar al pueblo, provista de una canasta. Cantábamos en la calle y no recibíamos dinero, sino que alimentos y frutas. Ya tarde volvimos con la canasta llena de comida para nuestra casa", señaló la autora de Gracias a la vida.
Su hermano Roberto, autor de "La Negra Ester", recordaba que con Violeta y otros hermanos, los días 1° de noviembre, día de "Todos los Santos", en la ciudad de Chillán, se dirigían temprano hacia el Cementerio para ofrecer sus servicios de limpiar tumbas y acarrear agua. En otras oportunidades, señalaba que, se dirigían a cantar al Mercado de Chillán.
A través de estos testimonios, podemos apreciar cómo fue parte la infancia y adolescencia de esta figura icónica del arte nacional, en la ciudad de Chillán, desde donde emigró a Santiago en 1934, para estudiar en la Escuela Normal, incentivada por su hermano Nicanor. Volvió a Chillán décadas más tarde como investigadora del folclor a los campos de Ñuble y donde mantuvo un programa radial en una emisora de Chillán.
Alicia Romero Historiadora
San Fabián está de luto y sus habitantes conmocionados por la muerte del sargento segundo de Carabineros José Matías González Parra, de 32 años, quien falleció después que un delincuente le disparara en el rostro, en medio de un control de identidad realizado en Longaví, donde se encontraba radicado el uniformado.
Investigan rotavirus que atacó a un curso de 25 niños y obligó a suspender clases. San Nicolás. Alumnos del kínder de la Escuela Municipal Sergio Martín Álamos fueron enviados al Hospital de San Carlos. Departamento de Epidemiología de la Seremi de Salud inició una investigación y ordenó la sanitización del recinto.
Jefe del Instituto Nacional de Derechos Humanos en Ñuble, habla de posibles fallas en los protocolos. Daniel Concha evalúa dos nuevas querellas por eventual violencia a manifestantes en casos puntuales. Director que también fue sacerdote, espera concretar una postergada cita con el intendente Martín Arrau.
Chile envejece a tasas aceleradas, fenómeno que tiene repercusiones de salud, económicas y sociales que exigirán repensar las políticas públicas, porque parece que la sociedad no está preparada para enfrentar este rápido cambio en la pirámide etaria. La esperanza de vida al nacer en el año 1950 era de 54 años, pero hoy es de 85 años para las mujeres y 80 años para los hombres. Los adultos mayores suman ya más de 3 millones de personas y se espera que al 2025 representen un 20% de la población, lo que plantea una serie de desafíos.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) creó en 2007 una red para que las ciudades se comprometan a cumplir una serie de requisitos para entregar mejores condiciones de vida a los adultos mayores.
La idea final es el compromiso para desarrollar ciudades amigables con la tercera edad, y por añadidura, con la población en general, en áreas como el transporte, la vivienda, participación social, salud, redes de parques y áreas verdes, acceso expedito a trámites de beneficios en instituciones públicas, y equipamiento ad hoc en las ciudades, entre otras. Construir ciudades pensadas en los mayores es un gran desafío. Una encuesta elaborada por el Servicio Nacional del Adulto Mayor y la Universidad de Chile, reveló que el 62% de los chilenos declara que se prepara poco o nada para la vejez, y un 73% considera que éstos se encuentran marginados de la sociedad.
Al observar indicadores como las pensiones promedio o el acceso a la salud, se advierte que el país no facilita la vida de la tercera edad. Para el Estado implica un desembolso enorme en asistencia y hasta la manera en que se construyen ciudades, parques, en el transporte y los servicios generales. Hay que considerar desde el estado de las calles por las cuales caminan, hasta la atención que deben recibir en los servicios de salud. A ello, se agregan las condiciones especiales generadas por la pandemia y las pocas facilidades que tienen al realizar sus trámites en bancos y servicios, cuando deben realizar largas filas. Nuestra sociedad debe orientarse a una cultura que valore, respete y salvaguarde a sus adultos mayores, con ciudades más amigables para ellos.