Correo
Otra cosa es con los bolsillos vacíos
Fue una gran alegría y a la vez una tremenda tranquilidad para una gran mayoría de chilenas y de chilenos, el comprobar, que sí existían sus fondos previsionales en las AFP, cuando hicieron efectivo su primer retiro del 10%.
Sin embargo, también será una gran decepción y sin lugar a ninguna duda, una tremenda intranquilidad, para una gran parte de esas mismas chilenas y de esos mismos chilenos, cuando comprueben que con el segundo retiro del 10%, se les acabarán todos sus fondos previsionales.
Descartando a los que retiraron sus fondos para comprarse el TV más grande del mercado, o cambiar de auto, etcétera (bien vale decir que están en todo su derecho para hacerlo, es su dinero), frente a quienes retiraron el primer 10% y ahora retiren el segundo 10%, verdaderamente para poder superar la grave crisis económica que se les venía encima y queden lamentablemente con cero pesos de fondos previsionales.
Si desde hace bastante tiempo ya se hablaba que las pensiones que recibían hoy o irían a recibir en el futuro las chilenas y los chilenos, al jubilarse, eran/serían paupérrimas, no hay que ser ministro de Hacienda, ni premio Nobel de Economía, ni de aquí, ni de allá, para darse cuenta, que esas chilenas y esos chilenos cuando terminen de trabajar, tendrán una gran alegría junto a una preocupante decepción, la primera por jubilarse (jubileo) y la segunda por las pensiones que recibirán.
¿Pero si no tenían otras opciones, para salir adelante, qué podrían haber hecho? Por esa razón los muy "letrados" que hoy tanto los critican que por un solo momento miren a su alrededor, a su familia y se pongan en sus mismísimos zapatos.
¡Otra cosa es con los bolsillos vacíos!
Luis Enrique Soler Milla
Nueva Constitución
Se ha opinado mucho sobre los contenidos esenciales que la nueva Constitución debe abarcar. Uno fundamental, que no debe faltar, es la declaración de que la familia es la célula principal y básica del entramado social y que, por lo tanto, debe ser fortalecida, protegida y fomentada a través de políticas públicas en educación, salud, vivienda, transporte, trabajo, hacienda, desarrollo social, justicia, etc., que tengan perspectiva de familia.
Asimismo, se debe consagrar el respeto a la autonomía e intimidad de la familia, de manera de evitar intromisiones arbitrarias y abusivas por parte del Estado que le impidan o dificulten cumplir con la misión que le es propia. Las personas no somos seres aislados, vivimos en una familia, por lo tanto, el futuro y la armonía de una sociedad dependen de la fortaleza familiar.
Jimena Valenzuela del Valle, directora Instituto de Ciencias de la Familia, Universidad de los Andes.
Fintech
Según el último censo del 2017, nuestra población está integrada por un 12,8% de personas de distintos pueblos originarios o indígenas.
Entre estos destacan el Mapuche, correspondiente a casi el 80% de la población indígena, seguido por el pueblo Aymara (7,17%), Diaguitas (4,05%), Quechua (1,55%), Lican Antai (1,39%P), Colla (0,95%), Rapa Nui (0,43%), Kawashkar o Alacalufe (0,16%) y Yagán (0,07%).
Actualmente, se está discutiendo en el Congreso la incorporación de escaños reservados en la Convención Constitucional para personas que integren estas etnias, lo que constituye un avance hacia una democracia realmente participativa y representativa de nuestra sociedad.
Sin embargo, cualquiera que sea la fórmula que permita la incorporación de nuestros pueblos originarios, ya sea incluyéndolos dentro de los 155 cupos o aumentando dichos escaños, es fundamental que dicha decisión se adopte a la brevedad, para que tengan el tiempo necesario para preparar sus candidaturas y propuestas para una nueva Constitución.
Además, cualquier retraso en la definición de las reglas necesarias para la conformación de la Convención Constitucional, podría restarle legitimidad a un proceso tan trascendental para nuestro Estado, como es la redacción de una nueva carta fundamental.
María Lorena Rossel, directora de la Carrera de Derecho, UDLA