Matrícula
Son cerca de cuatrocientos mil (400.000) los escolares de establecimientos particulares y subvencionados del país que quedarán sin matrícula para el periodo 2.021, por no tener cancelada las colegiaturas del año 2020. Esto nos mantiene en una tremenda incertidumbre porque estamos ad-portas de una crisis sin precedentes en el sistema educacional chileno.
Como ANACEP, estamos profundamente preocupados de la continuidad del proceso educativo de nuestros hijos en estos establecimientos y relevando el derecho a la educación, hacemos un llamado a S.E. el Presidente de la República, y Parlamentarios, en iniciar acciones que protejan la continuidad de sus estudios - hoy en serio peligro - e ir en ayuda de las miles de familias sostenedoras que hoy tienen la obligación y condición de pagar el arancel anual del año 2020, para poder matricularlos, desconociendo la crisis sanitaria y económica que afecta a todos los chilenos.
Frente a este peligro inminente, ANACEP ha solicitado a las autoridades un espacio de diálogo y conversación a fin de llegar a un Gran Acuerdo que dé solución a esta problemática mientras persista esta profunda crisis sanitaria, económica y social. Esperamos nos escuchen y juntos poder garantizar la educación de nuestros hijos, evitando con ello una crisis no visualizada por las autoridades y que representa un severo peligro para el proceso educativo de los niños y niñas que estudian, desde los primeros niveles, en dichos establecimientos.
Cristian Arancibia Chandía, Vocero ANACEP
30 años
Este 2020 celebramos 30 años de presencia ininterrumpida en Chile. Tres décadas cumple también nuestro firme compromiso con el país, no solo para elevar el estándar local de la comida rápida, sino muy especialmente para impulsar el empleo y apoyar la economía.
Lo que partió un 19 de noviembre de 1990 con la inauguración de nuestro primer restaurante en Avenida Kennedy, se ha convertido en una sólida presencia en 17 ciudades del país, con 87 locales desde Arica a Puerto Montt, en las cuales hemos sido innovadores y líderes en la implementación de avances tecnológicos y nutricionales; en acciones de cuidado medioambiental; en el fomento a la inclusión laboral y la promoción del talento juvenil, para responder a los desafíos que nos imponen una industria y clientes cada vez más exigentes.
Como el primer gerente general chileno a cargo de esta misión, me enorgullece ver como nuestra empresa es un referente a nivel mundial debido a la responsabilidad, anticipación, creatividad e innovación con la que hemos asumido la tarea de entregar comida rápida de calidad a nuestros clientes.
Sin duda, este año marcará un antes y un después en nuestras vidas. En función de esta nueva realidad hemos trabajado con miras a fortalecer nuestros protocolos y mantener la confianza que nos han entregado por décadas los consumidores chilenos, pero también, hemos buscado dar a los clientes la confianza para continuar compartiendo en familia la experiencia que creamos y entregamos, pensando siempre en dar lo mejor de nosotros.
Carlos González, gerente general McDonald's Chilex
Alerta
Los resultados de la encuesta "¿Qué piensas de la corrupción en Chile?" realizada por la Contraloría General de la República deben interpretarse como una campanada de alerta sobre el futuro del prestigio institucional de nuestro país. Si hasta hace muy poco tiempo era habitual considerarnos como un caso excepcional en la región, hoy un 77% de los encuestados cree que Chile es un país corrupto o muy corrupto, mientras que solo un 3,6% considera que es poco o muy poco corrupto. Esta percepción pesimista puede ser en parte explicada -como bien señaló el historiador chileno Patricio Silva- porque el temor «de convertirse en un país corrupto explica la sobredimensionada reacción que a menudo muestra la ciudadanía ante escándalos que involucran a funcionarios públicos. Los chilenos han demostrado poseer un bajo nivel de tolerancia hacia la corrupción» (La República virtuosa: probidad pública y corrupción en Chile, p. 273).
Sin embargo, del pesimismo a la resignación hay un paso. Tan errado como considerarnos inmunes a la corrupción es asumirla como una fatalidad, porque de estas últimas solo nos salvan los escogidos, cosa que en materia política nunca ha traído buenos resultados. El llamado es, entonces, a seguir confiando en las instituciones como las herramientas más eficaces, tanto para evitar los actos de corrupción como para combatirlos.
Jua Lagos