Secciones

  • Portada
  • Actualidad
  • Opinión
  • Actualidad general
  • Deportes
  • Clasificados
  • Servicios
  • Espectáculos
  • Contraportada

Libro revela cómo fueron y dónde habitaron los pteosaurios en chile

DESCUBRIMIENTOS. Texto ilustrado que está disponible de manera gratuita en la Biblioteca Virtual de la Municipalidad de Calama enumera las especies halladas.
E-mail Compartir

Redacción

Hace decenas de millones de años los pteosaurios dominaron los cielos de Chile. Destacan enbtre ellos el más antiguo de estos reptiles voladores, el más grande y el que hasta el momento es el único identificado sólo en nuestro país, de acuerdo con lo que expone el libro "Los Pterosaurios de Chile: su descubrimiento y estado actual del conocimiento", trabajo liderado por el investigador de la Universidad de Chile Jhonatan Alarcón, que sintetiza la información y datos sobre la presencia de estos animales prehistóricos en el Desierto de Atacama.

La obra, dirigida a todo tipo de público, se encuentra disponible de forma gratuita en inglés y español en la Biblioteca Virtual de la Municipalidad de Calama y plantea que tres son los tipos de pterosaurios identificados a la fecha en Chile, descubrimientos que han sido el producto de casi 40 años de investigación y se restringen -por el momento- a distintos puntos de las regiones de Antofagasta y Atacama.

Todo este trabajo es parte del libro mencionado, en el que se relata de forma didáctica, y con diversas ilustraciones la historia del estudio sobre estos verdaderos dragones que habitaron el norte del país desde hace unos 160 millones de años.

El trabajo fue realizado en colaboración con el paleontólogo de la Universidad de Chile Rodrigo Otero y los investigadores del Museo de Historia Natural y Cultural del Desierto de Atacama Osvaldo Rojas y Jennyfer Rojas.

Jhonatan Alarcón explica que "el objetivo principal de esta publicación era generar un documento que sintetizara el conocimiento que tenemos sobre estos reptiles voladores, que hasta hace pocos años era escaso en nuestro país. Por otra parte, queríamos que fuera de libre acceso y dirigido a todo público, lo más claro posible, para motivar el interés de niños, jóvenes y adultos y demostrar que en Chile se pueden hacer hallazgos paleontológicos importantes y que aún queda mucho por descubrir".

Autóctono de Chile

Uno de los pterosaurios presentados en esta obra es el más grande identificado hasta ahora en Chile y el único de un grupo llamado Pterodactyloidea. Se trata de un ejemplar que es miembro de una familia llamada Ctenochasmatidae, que por sus características es el primero de este grupo autóctono de nuestro país.

El estudio de estos fósiles realizado por Jhonatan Alarcón, Sergio Soto y otros investigadores de instituciones tanto de Chile como de Argentina, ha permitido determinar que se trata de una especie diferente a otro registro sudamericano perteneciente a la misma familia, aunque por el momento no se dispone del material suficiente para otorgarle un nombre distintivo como nueva especie.

Se cree que este reptil volador podía medir un metro y medio de altura y alcanzar hasta cuatro metros de ancho con las alas extendidas, las que estaban formadas por una membrana sostenida por el cuarto dedo de sus manos.

Sus hocicos eran muy largos y estrechos, con finos dientes muy juntos unos de otros, lo que les permitía alimentarse de pequeños organismos acuáticos que atrapaban mediante filtración del agua.

El libro también describe a la única especie de pterosaurio reconocida y nombrada en nuestro país hasta hoy, el Domeykodactylus ceciliae, cuyos restos además fueron los primeros fósiles de pterosaurio hallados en Chile. El más "chileno" de los pterosaurios fue encontrado por el geólogo de la Universidad de Chile Guillermo Chong en Antofagasta, específicamente en la Cordillera de Domeyko a mediados de la década de los 70.

Y uno de los hallazgos recientes más importantes es un fósil encontrado en las cercanías de Calama, cuyo estudio se publicará próximamente. Se trata de un Rhamphorhynchidae o ranforrinco, que sería el pterosaurio más antiguo descubierto en territorio nacional, con una edad que ronda los 160 millones de año, es decir, de la época jurásica.

¿Dónde encontrarlos?

Esta publicación presenta también las "zonas calientes" del Desierto de Atacama donde se han encontrado restos fósiles de pterosaurios. Por ahora, todos los hallazgos están restringidos a la zona norte del país, específicamente en cuatro localidades: la quebrada La Carreta, en la Cordillera de Domeyko, Cerritos Bayos, a unos 20 kilómetros al suroeste de Calama, el cerro La Isla y el cerro Bravos en la Quebrada Monardes en la precordillera de Copiapó.

160 millones de años tienen los restos del pterosaurio más antiguo descubierto en territorio nacional: el Rhamphorhynchidae.

4 metros alcanzaban a medir las alas desplegadas de un ejemplar descubierto de la familia Ctenochasmatidae.

Un arqueólogo francés descifró la enigmática escritura "elamita", creada hace cuatro milenios

E-mail Compartir

El arqueólogo francés François Desset logró descifrar una de las últimas lenguas antiguas que todavía no se entendían: el "elamita", hablado hace unos 4.000 años en lo que hoy es Irán.

Según publica en su número de este mes la revista "Sciences et avenir", Desset, que trabaja actualmente en la Universidad de Teherán, ha pasado 10 años tratando de descifrar el significado de unas escrituras encontradas en 1901 en varias cerámicas y otros objetos.

Se trataba de un lenguaje fonético que pertenecía al reino de Elam y que por su antigüedad se sitúa a la altura del protocuneiforme mesopotámico y del jeroglífico egipcio, los más antiguos conocidos hasta el momento.

Su descubrimiento se produjo en unas ruinas de la ciudad de Susa y donde ya en 1901 los arqueólogos encontraron una serie de vasijas con unos símbolos que nadie había sabido descifrar.

Desset, también profesor asociado a la Universidad de Lyon, experto en la Edad del Bronce y el neolítico iraní, logró identificar una serie de caracteres que se repetían y concluyó que se trataba de nombres propios. Los asoció con los nombres de dos soberanos elamitas y de la diosa local Napirisha, lo que le permitió establecer tablas de correspondencia con las palabras encontradas.

Escrituras hermanas

"Gracias a estos trabajos puedo afirmar que la escritura no apareció primero en Mesopotamia exclusivamente: aparecieron dos escrituras en dos regiones diferentes al mismo tiempo", indicó Desset a "Sciences et avenir".

El origen de la escritura, situado hasta ahora en la actual Irak, tendrá que convivir con este nuevo descubrimiento, que lo coloca también en Irán.

"No se trata de una escritura madre y su hija, como se creía hasta ahora; son dos escrituras hermanas", aseguró.

A diferencia del cuneiforme mesopotámico, que es fonético (signos que expresan sonidos) y logográmico (signos que expresan conceptos), el "elamita" está hecho a base de signos que expresan sílabas, consonantes y vocales, según el arqueólogo.

Este lenguaje, utilizado durante 1.400 años, se escribía de derecha a izquierda y de arriba a abajo.

El descifrado de esta lengua permitirá además conocer más cosas de esa cultura. Empezando, según Desset, por su nombre, ya que el de Elan se lo habían dado pueblos exteriores y ellos mismos se llamaban "Hatamti".

1901 fue el año en que se descubrieron las vasijas con estos símbolos que nadie había logrado descifrar hasta ahora.

1.400 años fue utilizado el lenguaje "elamita", que se escribía desde la derecha hacia la izquierda y desde arriba hacia abajo.