"Hay que darle actualidad a todo el potencial creativo que tiene esta región"
Hizo lo inverso a lo que hace el común de las personas: pasar del campo a la ciudad. Sergio Hernández, actor con una vasta trayectoria teatral, televisiva y cinematográfica, hoy es un vecino más de la comuna de San Ignacio, donde se instaló a fines de 2019.
Específicamente en el sector de El Calvario, el artista define este lugar como todo lo contrario. "El título es absolutamente opuesto a lo que vivimos aquí, porque es un lugar muy tranquilo, muy luminoso, de mucha paz, muy independiente. A la vez, permite crear muchas cosas", detalla. "Acá es otra vida", confiesa.
Sin dejar la actuación, en su predio no para de trabajar y cultivarlo. "Ahora estoy mirando el maíz que está creciendo, el huerto. Además, tengo un horno que voy a inaugurar pronto, para hacer el bolo del té. Fui hasta Quinchamalí, donde me conseguí greda, un montón de piezas. Cuando esté más fresco lo prenderé", dice.
-¿Por qué dejar la capital por el campo?
-Irma (su esposa) es de acá, de esta zona. Ella vivía en Chillán y yo soy del norte, ariqueño, pero de chico nos trasladamos a Santiago. Siempre viví en la ciudad, pero hace unos seis años, más o menos, un poco más tal vez, empecé a venir acá. Hace cinco años estamos más instalados. Construimos en el terreno. Tenemos 5 mil metros cuadrados donde hemos ido creando e inventando mucho palets, muros de palets, mesas de palets. Mucha recuperación y reciclaje. Aquí se hace mucho a lo que es el rescate de materiales. Tenemos espacios que han quedado muy lindos, que hemos hecho poco a poco y con mucho esfuerzo. Desde 2019 que estamos de manera permanente, vivimos en la comuna, inscritos en esta, votamos acá, nos casamos en san ignacinos totalmente… o calvarinos.
Estamos entre dos pueblos, San Ignacio y El Carmen. Esta última es una ciudad chica, pero muy rica en términos de tradiciones, de historia. Víctor Jara es de Pueblo Seco, Nelson Villagra, gran actor chileno, es de El Carmen… Es una ciudad que culturalmente es muy rica, tienen una biblioteca maravillosa, hay una escuela que es muy activa en términos culturales.
-¿Cómo es su vida actual versus la de ciudad?
-Soy actor, he hecho más de 50 películas, he hecho un montón de teleseries y obras de teatro, tengo muchas cosas en el cuerpo, y no voy a parar hasta el final. La vida de casi todos los artistas es más o menos igual, no deja de crear y trabajar en lo suyo hasta el final. Con lo de la pandemia se quedaron en espera tres películas, tres obras de teatro, dos series… todo en espera. Dicen que en marzo podríamos retomar actividades. Algunos han montado algunas obras siguiendo los protocolos, han filmado algunas películas, pero lo que yo sepa en los proyectos que estoy, no se va a trabajar mientras las cosas no estén mejores.
Sin embargo, yo voy a seguir desde acá… me moveré a donde haya que ir, sea en Chile, fuera de Chile (Morocho, su perro, lo interrumpe… "Acá se encontró con una polola, que es la Greta, que lo viene a ver los domingos. No aparece en varios días, pero los domingos llega. Ahora están los dos encima mío", hace el paréntesis entre risas).
Desde acá seguiré trabajando en mi campo, que es bastante exigente, además tengo hartas cosas plantadas y estamos comiendo muchas cosas de aquí mismo, así que es maravilloso. Tomate, acelgas, zapallos italianos, albahaca, lechugas, porotos verdes… todo muy rico, no tienen ninguna comparación con lo que uno compra. Lo cultivas desde tu propia mano.
-¿Cómo ha sido la relación con los vecinos?
-Hay gente muy solidaria. Vienen a la casa y nos ayudan. Es muy buena vecindad. La señora María y don Mario fueron los que me ayudaron a sembrar, pero primero a hacer todo el proceso. La señora María me enseñó a hacer muchas cosas en términos que es el sembrado, las distintas cosas que se pueden cultivar y los tiempos. Ha sido maravilloso, la gente es muy generosa. Así que hemos podido trabajar y hacer muchas cosas con ellos.
Uno no sabe y no va a llegar desde la ciudad y decir: "Yo me la puedo". No, hay que ir aprendiendo, y para eso la gente es comprensiva y te ayuda.
-Le han enseñado los secretos del campo, entonces.
-Así es, exactamente. Para ver qué es una cosa y qué es otra. Tengo que preguntar para aprender a reconocer las cosas, así que me voy anotando en el celular, donde dice notas. Pero ya estoy reconociendo, pues uno se va haciendo a este mundo, a esta vida.
Eso sí, sin dejar de escribir, sin dejar el mundo que he vivido toda mi vida, en el sentido artístico, creativo. Evidentemente no he visto a nadie en mucho tiempo, mis familiares están lejos, nos escribimos, nos llamamos. Pero acá uno no necesita mucho de los demás, hay tanto qué hacer, estar tranquilos. Con Morocho, nuestros perritos, somos felices.
-Ya se define como un san ignacino ¿Hay proyectos de realizar actividades o proyectos culturales no solo en la comuna, sino que en la región?
-Por supuesto, quedó un proyecto en veremos cuando vino el estallido social, en El Carmen. Ahí está, a la espera de que pase todo. Es muy bonito, no daré mayores detalles, porque soy un poco supersticioso, no me gusta hablar de proyectos que soy muy importantes para mí. Prefiero que se queden esperando para cuando ya sea muy concreto.
Es un proyecto muy bonito que tiene que ver con el rescate cultural de la zona, que es algo que he hecho a lo largo de mi vida: estuve trabajando en el Teatro Laboratorio, el Movimiento de Antropología Teatral en Polonia. Tiene que ver con el rescate de la memoria, cultural. Y eso es lo que quiero hacer por acá y en eso estoy.
En este momento tengo proyectos para poder hacer un trabajo importante en la zona en términos de rescate, de memoria, de las tradiciones de acá. Esta es una región muy rica, grandes artistas, grandes políticos, grandes momentos de la historia han sido protagonizados en Ñuble, desde hace un montón de año. A eso hay que darle un espacio, rescatarlo y hacerlo revivir. Estoy en una zona privilegiada.
-Claro, es una región llena de íconos culturales, artísticos que han llevado la región fuera del país.
-Así es, pero no solo quedarse con el museo, con aquello que ya no está, que fue (…) Eso es lo que fue, hay que recordarlo, pero hay que darle actualidad a todo el potencial creativo que tiene esta región. En ese sentido, hay que recomenzar, rehacer, a partir, de los valores que ya existieron. Esto es una memoria importante, que hay que retomarla, buscarla, sacarla a la luz, hacerla revivir y darle una interpretación y una salida más actual, más contemporánea, porque acá la gente podrá sentirse identificada y estará más cercana a las obras que se puedan hacer a partir de estos rescates.
-Y seguir inspirando a los ñublesinos a no solo quedarse con esas figuras, sino que ellos aportar con sus habilidades en el futuro.
-Claro, exactamente. Hay que darles vida, darles espacios. Por ejemplo, acá hay muchas fiestas, las cuales se pueden enriquecer con actividades que tengan que ver con valores de acá y que sean actuales.
-Quiere ser un vecino activo de la comuna, de la región
Por supuesto que sí, de la región. Son 21 comunas, donde todas son interesantes. En todas me gustaría tomar contacto para poder realmente conocer la gente, sus lugares, sus necesidades, lo que ellos hacen. Eso me gusta hacer y que tiene que ver con la creación.
-Las condiciones de hoy ¿le han permitido tener un encierro voluntario creativo?
-Sí, he aprovechado muy bien este tiempo. Me demoré tres meses en construir un horno, trabajando la arcilla para cocer las piezas de cerámica; hemos construido muchas cosas acá, usando los materiales que hemos encontrado. También escribiendo algunas cosas; me mandan proyectos teatrales y cinematográficos, más que nada, porque yo tengo actividad cinematográfica en mi vida. Me mandan proyectos, guiones, les digo lo que le parecen. Algunas cosas las he tenido que estudiar, porque hicimos entremedio unas funciones de una obra que estrenamos en 2011, que se llama "Gladys", tuvimos cuatro días de funciones en una puertita que se abrió en Las Condes.
También hicimos una obra que tuvimos que ensayar por Zoom y otras presenciales, tomando todos los resguardos, que es "Casimiro Vico, primer actor", que fue en radioteatro y lo grabamos en Radio Biobío. Siempre estamos pendientes de las posibilidades que pueda haber en proyectos.
"En todas (las comunas) me gustaría tomar contacto para poder realmente conocer la gente, sus lugares, sus necesidades, lo que ellos hacen. Eso me gusta hacer y que tiene que ver con la creación".