Correo
Uno de cada ocho...
Un dato para los porfiados que siguen promoviendo y participando en fiestas ilegales.
Uno de cada ocho enfermos recuperados de covid 19, muere a los 150 días, por complicaciones cardiacas, riñones y al hígado.
Importante que lo lean quienes están convencidos que basta con un paracetamol con una limonada para seguir zapateando la fiesta, hasta que las velas no ardan. A propósito de velas, cuídense.
Luis Enrique Soler Milla
Teletrabajo
La pandemia ha puesto en la mesa un difícil escenario en el ámbito personal, sanitario y económico. El encierro e incertidumbre han marcado el día a día de miles de personas que deben adaptarse a nuevas formas de trabajo. El uso de la tecnología ha acelerado de manera exponencial la digitalización de las empresas que han tenido que cambiar sus métodos para enfrentar esta nueva realidad.
En abril de 2020, un estudio de la Asociación Chilena de Seguridad, revelaba que el 95,3% de las empresas a nivel nacional tenían trabajadores en modalidad de teletrabajo, sin grandes diferencias en los rubros, tamaños o región geográfica donde se ubica de la empresa. Ya en septiembre, el proceso de adaptación y tecnologización iba tan rápido, que el 75% de las empresas señaló que mantendría alguna forma de teletrabajo de manera permanente, según cifras de una consultora de Recursos Humanos.
Este nuevo escenario supone mantener el ritmo de trabajo y colaboradores satisfechos desde la distancia, lo que, sin duda, no es tarea fácil, pero tampoco imposible. Mantener el equilibrio de ambos elementos es un aspecto que, hoy en día, las empresas se encuentran trabajando y buscando la forma de mantener a sus equipos de trabajo motivados, productivos y fidelizados, y esto solo se logra, con una estrategia y comunicación transversal a todos los stakeholders.
Tuve la oportunidad de ver con mi equipo como en meses difíciles, logramos generar mayor compromiso y fidelización hacia la compañía, generando importantes ahorros en tiempos y costos de reubicación, instalaciones y fuga de conocimiento y experiencia. ¿Cómo? Todo esto gracias a que se ampliaron los beneficios de los colaboradores. Estos, los hemos orientado a la gestión comunicacional, teletrabajo y salario emocional, un elemento clave que favoreció a nuestro personal.
Nicolás Compte, gerente de Personas en Adexus
Valoración
El golpe que ha significado para varios sectores económicos la pandemia por el coronavirus, con su correlato de mayor desempleo, otorga la oportunidad de contribuir a fortalecer una política laboral que priorice las nuevas necesidades del trabajador. Una de las enseñanzas de esta crisis es el profundo cambio en el paradigma laboral clásico, en el que un trabajador, desplazándose desde su hogar, desarrolla su tarea de manera presencial.
Las cuarentenas nos obligan a quedarnos en casa, trabajar y cumplir una multiplicidad de roles de forma simultánea en el día a día, especialmente para quienes tienen hijos, con todas las obligaciones y requerimientos que esto conlleva.
Apareció así el fantasma que atormentó a muchas empresas: implementar el teletrabajo y que el colaborador no pudiera cumplir con sus niveles de productividad de la misma forma que lo hacía en la oficina. La realidad mostró lo contrario.
Las relaciones laborales son más justas cuando el trabajador se siente valorado en su empresa y cuando ésta adopta decisiones que lo impactan de manera positiva. Por eso, el éxito que ha significado el teletrabajo debe abrirnos las puertas para una conversación necesaria: un modelo laboral híbrido, con jornadas en casa y oficina, son perfectamente sostenibles como una proyección a mediano y largo plazo. También la adopción de programas de acompañamiento profesional para asegurarnos del bienestar emocional de los colaboradores, pueden adaptarse a las necesidades de cada emprendimiento. Por otro lado, la disposición de adecuadas herramientas tecnológicas sin duda es parte fundamental de una mirada integral.
Lograr equilibrar las tareas laborales con los requerimientos individuales del trabajador será un esfuerzo que al final redundará en mejor cumplimiento productivo y personal, en un escenario de corresponsabilidad del que todos somos parte.
Gonzalo Cruells
Caso Luminarias
El Caso Luminarias es sintomático de una gestión municipal que es más que mejorable. De acuerdo con un estudio publicado en la prestigiosa revista Applied Economics, la ineficiencia de los municipios chilenos ha crecido de forma vertiginosa en este último tiempo: si en 2008 un 37,5% de los recursos eran gastados de forma ineficiente por los municipios, este porcentaje llegó al 78,4% en 2018. Es decir, de cada 4 pesos que entran en las arcas municipales, más de 3 son gastados de mala manera. En definitiva, menos dinero al servicio de la comunidad y más plata para favores políticos. Estas cifras nos muestran la imperiosa necesidad de reformar nuestro Estado, partiendo por los gobiernos comunales.
Juan L. Lagos