Juan José
Hace un año exacto, nuestras vidas cambiaron para siempre, nuestro hijito, el conchito de la familia, esperado con tanta ilusión y amor, estando en la plaza de armas sentado en el césped, junto a una amiga, fue aplastado por un árbol de más de 20 metros, enfermo y añoso (comparable en su altura a un edificio de 7 pisos), que le quitó la vida de manera instantánea y de paso se llevó todos sus sueños, proyectos y aspiraciones, mi niño al ver venir el árbol, se preocupó de su amiga tirándola hacia el lado, pensando que él también podría zafar. Desde ese maldito 02-02-2020 vivimos en la más triste desolación, como yo le llamo: "El Infierno Perfecto "JUAN JOSÉ; un niño excepcional, excelente hijo, hermano, amigo y compañero, altruista, generoso, defensor de las causas justas, participaba entusiastamente en todo tipo de actividades sociales en su querido Liceo y también hacía ayudantías y tutorías en diferentes asignaturas, esto gracias a sus capacidades académicas.
Si bien es cierto nosotros demandamos a la Ilustre Municipalidad porque esto claramente es una negligencia de dicha entidad, nada nunca nos devolverá la vida que antes tuvimos, Juanjo no volverá !...Y nuestra casa seguirá con una "silla vacía " y un silencio que paraliza y consume nuestro existir. Además agregó que ya pasado un año el alcalde Sergio Zarzar, jamás se acercó a nosotros, demostrando con ello falta de humanidad e indolencia y defendiéndose diciendo que esto fue "un caso fortuito", lo que no es así, ya que habiendo con antelación, a lo largo de sus 12 años a cargo del Municipio, peticiones de diversos ciudadanos comunes y corrientes de hacer mantención, podas como corresponden y cortes de árboles en peligro inminente, él hizo oídos sordos. La consecuencia de su soberbia, fue la injusta muerte de mi inocente Juanito.
Desde su partida le prometí a mi pequeño hacer justicia y honrar su memoria, por eso mi lema es #"no es fortuito, es negligencia total y absoluta". Cabe señalar que hoy no soy atendida por ningún trabajador municipal, que de ayuda nada!. Pero mi lucha continúa y continuará hasta el último de mis días, no quiero que nadie olvide que fue en este municipio reitero "con doce años a cargo de velar por la ciudadanía", que un árbol cayó y me quitó a mi amado hijito, esa es mi misión, que no quede impune y se logre mi anhelada justicia.
Aunque el dolor nos acompañará el resto de nuestras vidas y nunca más tendré conmigo a quien fue "mi gran compañero de vida". Sé que hay un Dios que se hace cargo de juzgar nuestras acciones, en este caso la tremenda indolencia de la autoridad responsable de velar por la seguridad de su pueblo. Quiero terminar agradeciendo el apoyo de tanta gente maravillosa que a diario me dan fuerza para continuar y no bajar los brazos, brindándome todo su respaldo y cariño. Muchas gracias!
Lucía Morales Sandoval Madre de Juan José
Paz y no violencia sólida
Cada 30 de enero desde 1964, se conmemora el Día de la No Violencia y la Paz en conmemoración de la muerte del líder indio Mahatma Gandhi, quien mediante la no violencia y de manera pacífica, contribuyó a la independencia de su país del imperio británico. Con esto Gandhi demostró que no existe solo una vía para conseguir un propósito tan importante y meritorio como la independencia de una nación en el siglo XX. Mostró con su ejemplo, que para conseguir lo que se quiere hay maneras mucho más armoniosas, sin derramar sangre y que si se es perseverante se logra el cometido. Pero ¿sigue teniendo vigencia la promoción de la paz y la no violencia en las instituciones educativas? Por su puesto que si. En la actualidad estamos rodeados de ejemplos de cómo la violencia está escalando en niveles poco vistos desde el siglo pasado y lo que es peor, en nuestro entorno cercano con acciones que se pudiesen considerar incluso "inofensivas".
Desde nuestra labor como docentes es imperativo que pongamos todos los esfuerzos en reforzar los métodos de Gandhi como una máxima a inculcar en nuestros estudiantes y que estos promuevan en sus entornos familiares, amistades y laborales estos preceptos tan valiosos y, aparentemente, en desvanecimiento con la masificación de la conectividad, las redes sociales digitales, lo instantáneo, lo evanescente y mediático de todo lo contemporáneo, tal como lo plantea Zygmunt Bauman.
Con esa sobreexposición a hechos de violencia que son cotidianos, que están en nuestro entorno cercano, en la casa de al lado, en la universidad o instituto al que asisten los estudiantes, en las redes sociales, en los medios de comunicación, trabajar desde y con la no violencia y la paz es un imperativo dentro del sistema educativo de manera solida y con cimientos firmes que permitan hacer mella en la volatilidad reinante. Si cada vez se evidencia en mayor medida que vivimos en una sociedad del espectáculo y que todo tiene una fecha de caducidad temprana, es necesario analizar y plantear acciones que busquen, tomando en cuenta el entorno, que permitan hacernos cargo de disminuir los focos de violencia, denunciar las acciones que vayan en contra de los derechos humanos y que no nos permitan generar un ambiente de convivencia armónico y pacifico en esta sociedad tan cambiante e instantánea.
Desarrollar el pensamiento crítico, la solidaridad y la empatía deben estar presentes en el proceso de enseñanza-aprendizaje y éstos son parte fundamental de las y los estudiantes, su preocupación por los demás, la educación, entrega de herramientas para la autonomía. El trabajo colaborativo e interdisciplinario para la acción social se fomentan desde acciones pacíficas y no violentas para generar cambios trascendentales en la sociedad que estamos forjando entre todos y que recibirán las generaciones venideras.
Felipe Garrido Jefe de Carrera Trabajo Social