ONG enfrentan confinamiento sanitario y falta de recursos
SOLIDARIDAD. Los voluntariados locales han sufrido el impacto de la pandemia del coronavirus. Las ganas de ayudar a los vecinos están más vivas que nunca.
El avance del covid-19 impactó en múltiples áreas de la sociedad. Tal como en lo académico, lo deportivo e, incluso, lo laboral, los voluntariados de la Región del Ñuble han visto cómo el coronavirus impidió desarrollar sus honorables jornadas de ayuda a la comunidad.
La ONG de Búsqueda y Rescate, USAR Ñuble, no ha podido operar con normalidad desde marzo del 2020. Con la aparición de la pandemia, el flujo de personas disminuyó, por lo tanto, los accidentes se redujeron. Para mantenerse en actividad con los integrantes del grupo rescatista, el entrenamiento remoto fue la clave para su operación durante todo el 2020.
El presidente de la ONG USAR Ñuble, Patricio Martínez, comentó que "ha sido complejo, porque los primeros meses no pudimos hacer nada. Ningún movimiento ni los entrenamientos que hacemos normalmente. Estuvimos inactivos unos meses, esperando a que la pandemia pasara. Pero cuando se complicó, hubo que empezar a entrenar virtualmente, vía Zoom".
Además, el líder de la agrupación, explicó que constantemente están practicando los procedimientos, para que, en el caso de acudir a una emergencia, todo se ejecute de la mejor manera.
"Si bien es cierto, las capacidades técnicas las tenemos. Pero hay que estar practicando constantemente, para no olvidar los detalles. Usamos un protocolo similar a los de los bomberos. Uno tiene que hacer el rescate como si la persona afectada estuviese con covid-19", expresó.
Agrupaciones de damas
Por otro lado, Angélica Wech, integra hace 21 años la agrupación de Damas de Celeste del Hospital de Chillán. Wech giró su vida a esta acción solidaria, que la motivó por mucho tiempo a estar en terreno para ayudar a los más necesitados. Sin embargo, con la aparición del coronavirus, tuvo que encerrarse en su casa, debido a que es adulta mayor.
Sobre cómo ha sido mantener la ayuda de las Damas de Celeste, Wech señaló que "no hemos podido hacerlo directamente. Pero indirectamente hemos estado comprometido en eso como grupo. Pero desde marzo, yo no voy a ninguna parte. Lo trabajan con la presidenta, la que va informando y preguntando lo que la gente pueda necesitar".
Ya son 11 meses que Angélica Wech no puede ir en ayuda de los más necesitados. Una actividad en terreno que la motivaba, incluso, en los días que tenía de vacaciones. Ahora, solo espera que las vacunas anticovid hagan lo suyo, para que prontamente pueda reunirse con su agrupación.
"Seguimos todo tal cual a la espera de lo que suceda con el avance del coronavirus. Ya llevo 21 años ahí trabajando. Extraño mucho estar en terreno. Cuando no nos llamaban para vacaciones, echábamos de menos ayudar. Yo decía 'pero si los enfermos no están de vacaciones', me quería quedar. Ahora, las reglas son las reglas y había que respetarlas. Es una labor muy hermosa. Cuando uno lo hace durante tanto tiempo, se arraiga", describió con nostalgia.
Ahora, la ayuda principal no será ayudar a los demás para Angélica Wech, si no que protegerse lo más posible de la pandemia. "Hay que cuidarse para poder ayudar mejor", manifestó la dama voluntaria.
A la espera de la señal
Desde la ONG USAR Ñuble, el número de voluntariados para la búsqueda y rescate aún se mantiene. "Hoy tenemos 39 integrantes. Está compuesta por personales de distintas áreas. Tenemos médicos, enfermeras, tens. También tenemos ingenieros civiles, calculistas, rescatistas, ex bomberos, kinesiólogos y traumatólogos. También hay gente que no tiene formación de emergencia, pero con capacitaciones se ha unido. Hemos trabajado en forma conjunta", explicó el presidente Martínez.
Con la cuarentena en Chillán, la reducción de la movilidad es menor. Para realizar cualquier tipo de actividad se necesitan permisos. Para los entrenamientos de búsqueda y rescate, se necesita acampar, para poner en práctica todo lo aprendido. Desde USAR Ñuble expresaron que solo están esperando que levanten la cuarentena para poder, al fin, volver a los operativos de entrenamiento. "En diciembre y enero recibimos 12 nuevos integrantes. Con esa gente comenzamos a trabajar", dijo Martínez.