A falta de un mes para que se celebre la gala de los Oscar, la Academia de Hollywood estudia un cambio de planes que permita a los nominados participar desde sus casas en el extranjero, ya que muchos países están experimentando nuevos peaks de casos de coronavirus.

Después de indicar que sería imposible participar por videollamada, ahora los productores de la gala tendrán que buscar una forma de acomodar a los nominados de Europa y otras partes del mundo, donde la vacunación no avanza tan rápido como en Estados Unidos, aseguró una exclusiva del diario The Hollywood Reporter.

Hace unas semanas, la Academia envió una carta a todos los nominados donde anticipaba que las videollamadas no serían un opción viable para participar en la ceremonia del 25 de abril.

"Aquellos que no pueden asistir por problemas de horario o debido a la inquietud por viajar, queremos que sepan que no habrá opción de conectarse por videollamada. Haremos todo lo posible por brindar una velada segura y en persona para ustedes y para los millones de seguidores en todo el mundo", afirmaron los productores Steven Soderbergh, Stacey Sher y Jesse Collins.

Pero el confinamiento impuesto en países como Francia a Italia, junto a la extensión de las restricciones de viaje internacional, impide que los Oscar sigan adelante con esa idea, que modificarán en una reunión inminente.

No se verá en Hong Kong

También ayer se conoció que la gala de los Oscar no se emitirá en Hong Kong por primera vez en más de 50 años, a pesar de que el territorio compite en la categoría de mejor película internacional por la cinta "Better Days" y de que otro cortometraje candidato repasa las protestas antigubernamentales de 2019.

En un comunicado, el canal TVB confirmó que no emitirá la ceremonia como lleva haciendo desde 1969, una decisión que asegura es "puramente comercial" pero que coincide con la censura promovida por el Gobierno chino contra el corto-documental.

A principios de mes, China pidió a los medios de comunicación locales que realicen una cobertura mínima de los próximos Oscar "con el fin de evitar bochorno y por el bien de la corrección política", informó el diario Apple Daily.

Redacción

El veterano actor Michael Douglas reveló en una entrevista con la revista AARP que en los últimos meses ha detectado que tiene problemas con la memoria, aunque asegura que no tiene ninguna intención de jubilarse.

La estrella de Hollywood de 76 años admitió que durante la pandemia se ha convertido en un adicto a la televisión y que a causa de ello notó cambios en su memoria: "He pasado mucho más tiempo haciendo básicamente nada en el sofá, me ha sorprendido la cantidad de energía que he perdido. Y mi memoria a largo plazo está bien, pero a corto plazo no tanto".

El protagonista de "Bajos instintos", casado con Catherine Zeta-Jones (51 años) desde hace dos décadas, afirmó que se puso en manos de especialistas para enfrentar esta situación y añadió que al principio pensó que podía deberse a sus excesos pasados, especialmente con la marihuana, pero afirmó haber consultado a varios amigos suyos que fumaban mucho más que él cuando eran más jóvenes y terminó por darse cuenta que su problema es otro. "Lo estoy investigando", dijo.

"Solía culpar a la marihuana. Tengo algunos amigos que han fumando tanto tiempo como yo lo he hecho, tengo recuerdos fabulosos, así que no creo que ese sea el problema", complementó el actor, que sospecha de la falta de actividad a causa del confinamiento como una de las razones que causan su problema.

Regreso al set

Ahora dice que tras una temporada sedentaria gracias a la vacuna pudo por fin abandonar su casa y ahora está ansioso por viajar nuevamente, trabajar y abrazar a sus amigos: "Con la madurez, no necesariamente te sientes muy diferente de lo que sentías cuando eras más joven. Solo busco la alegría de un buen momento".

Por ello expresó que está emocionado de volver a trabajar en la última temporada de "El método Kominsky", de Netflix, para recuperar sus habilidades.

"Por supuesto, estos días estoy mirando alrededor del set, soy la persona más vieja aquí. ¿A dónde se fue el tiempo? Pero me encanta todo el proceso. El único límite que sí establezco es que no trabajo con tontos. No tengo tiempo para eso", señaló el actor.

Padre e hijo

La estrella se refirió también a la larga carrera de su padre, Kirk Douglas, quien falleció en febrero de 2020 a los 103 años de edad: "Las personas piensan que soy parte de la realeza del mundo del espectáculo. Aprecio la relación que tuve con mi padre, y me encantaría que esa fantasía fuera realidad. Pero cuando yo era joven, él era un actor ocupado".

Finalmente, Douglas habló también de su hijo Cameron, quien pasó siete años en la cárcel por problemas relacionados con las drogas: " Muchas familias pasan por problemas de adicción. Se requiere dureza. Pero cuando llegas a ese punto, lo haces por tu hijo".

Sharon Stone lanzó ayer a la venta sus memorias, libro titulado "La belleza de vivir dos veces", en las que cuenta con detalles muchos episodios de su vida y uno de los que han llamado la atención es la revelación de que en el año 2001 un médico aumentó el tamaño de su busto sin su consentimiento.

De acuerdo con los detalles que entregó en su autobiografía, la actriz explicó que pasó por el quirófano para que le extirparan unos tumores benignos y "cuando me quitaron el vendaje descubrí que tenía senos más grandes, que según el médico pegaban más con el tamaño de mis caderas".

"Él había cambiado mi cuerpo sin mi conocimiento o consentimiento", añadió la estrella de cine, quien encaró al médico por esa falta de respeto.

En su libro Stone cuenta otras situaciones de abusos machistas que vivió durante su carrera, como cuando un productor le sugirió que debía acostarse con un compañero de reparto para "tener más química" en la pantalla.

"¿Qué te crees, que porque me acueste con él será mejor actor? Nadie es tan bueno en la cama. Pensé que debían contratar a un compañero con más talento, que pudiera llevar una escena y acordarse de su texto. También pensé que podían irse a la mierda y dejarme en paz", expresa la intérprete en su libro, en el que tocó varios puntos sobre su vida pública y privada.

Cuenta también que un cineasta se negó a trabajar con ella porque se negó a sentarse en su regazo. "Gracias a Dios ahora no es así. Todo el sistema está cambiando. Hay más mujeres al timón y no están obligadas a seguir el juego de los hombres", enfatizó.