A 10,3% llegó la tasa de desempleo nacional en el trimestre móvil diciembre-febrero, según el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), aumentando 0,1 punto porcentual respecto al trimestre anterior y 2,5 puntos respecto al mismo periodo del año pasado.

Con este resultado, el indicador completa 10 meses marcando cifras de dos dígitos y se quiebra la tendencia a la baja que venía mostrando en los últimos 6 meses. El peak de desocupados se registró en julio de 2020, cuando la tasa llegó a un 13,1%.

De acuerdo al INE, los ocupados tuvieron una disminución de 9,9% incididos más por las mujeres (-13,1%) que por los hombres (-7,5%).

Los sectores que tuvieron mayores pérdidas de empleos fueron el comercio (-9,9%), alojamiento y servicio de comidas (-30,7%) y hogares como empleadores (-32,5%). En tanto, las categorías ocupacionales más afectadas fueron los asalariados formales (-5,4%) y los asalariados informales (-19,5%).

Respecto a los ocupados ausentes, categoría que reúne a los trabajadores que están suspendidos en virtud de la Ley de Protección del Empleo, éstos aumentaron en 10,6%. Estos casos representan el 13,2% del total de trabajadores considerados como ocupados.

La directora del INE, Sandra Quijada, aseguró que el aumento de 0,1 punto en la desocupación se debe al crecimiento de la fuerza de trabajo potencial, es decir, personas que no están buscando empleo activamente producto de las restricciones sanitarias, pero sí están disponibles a trabajar. "Son los que podrían provocar presión en el mercado laboral, y eventualmente, podríamos ver la tasa de desocupación en un nivel un poco más alto", advirtió.

La ministra del Trabajo, María José Zaldívar, vio datos positivos. "Si se analiza la reducción en la caída interanual desde el peor trimestre mayo-julio se ve que, entre el trimestre anterior y el actual, esta brecha se reduce en 101 mil empleos, lo que es mejor que lo visto en los trimestres anteriores", dijo la secretaria de Estado.

Más cauteloso fue el ministro de Hacienda, Rodrigo Cerda, quien aseguró que "tenemos que estar alerta, porque efectivamente todavía nos queda mucho por recuperar en términos de empleo". El titular de la cartera explicó que "la economía se ha visto resentida de forma diferenciada, hay sectores que están más resentidos que otros".

Redacción

Hasta un 7% podría crecer la economía chilena este año según la estimación actualizada del Banco Central, contenida en su Informe de Política Monetaria (Ipom) emitido este miércoles, el primero de 2021.

El organismo mejoró la proyección hecha en el informe anterior, en diciembre de 2020, cuando había pronosticado una expansión en el rango de 5,5-6,5%. Esta vez la entidad elevó el margen a 6-7%.

Tras un año marcado por una caída del PIB de 5,8%, el peor resultado en casi 40 años, el instituto emisor reconoció algunas señales de una reactivación más acentuada. "La economía chilena ha ido avanzando en su proceso de recuperación tras el fuerte shock provocado por la pandemia. El 2020 culminó con un dinamismo mayor al anticipado, denotando una mejor adaptación de empresas y hogares y el apoyo de un sustancial impulso monetario y fiscal", señala el Ipom.

"Aunque en lo inmediato se anticipa un retroceso de la actividad local por el endurecimiento de las medidas sanitarias, las perspectivas para el 2021 se han afianzado, apoyadas, además, por el sostenido avance del proceso de vacunación, el mayor impulso externo y la continuidad de políticas expansivas", agrega la institución encabezada por Mario Marcel.

Las mayores expectativas están puestas en el segundo semestre, ya que el Banco Central prevé que hacia la segunda mitad del año la inmunización permita una apertura más avanzada de las actividades productivas.

"Motores prendidos"

El gobierno consideró como una buena noticia la mejora en la proyección de crecimiento. "Los motores de crecimiento están prendidos", comentó el ministro de Hacienda, Rodrigo Cerda.

"Tanto la economía internacional como las políticas internas esperamos que nos ayuden durante el resto del año para retomar nuestro crecimiento, esas son buenas noticias", agregó el secretario de Estado.

Riesgos

Pese al mejor escenario previsto, el Banco Central advierte sobre algunos riesgos que podrían ralentizar la recuperación. "Por un lado, la evolución epidemiológica sigue siendo compleja, lo que agrega incertidumbre a la oportunidad y forma en que se flexibilizarán las restricciones sanitarias. Por otro, la recuperación continúa siendo heterogénea, con rezagos aún relevantes en los sectores más intensivos en interacción social, lo que ayuda a explicar las importantes brechas que persisten en el mercado laboral", dice el Ipom de marzo.

El informe añade que "el impacto del proceso de vacunación aún tiene un trecho por recorrer hasta que se refleje en la evolución epidemiológica y las medidas sanitarias. Se agrega la posibilidad de nuevas oleadas de contagios y nuevas cepas del virus".

Otras proyecciones

En cuanto a la inflación, la entidad prevé que en los próximos meses el IPC podría aumentar en hasta 4%, debido a los mayores precios del petróleo en comparación con el mismo periodo del año pasado. Sin embargo, hacia el segundo semestre el indicador debiera acercarse a 3%.

En lo relativo al gasto, el organismo anticipa "una recuperación relevante del consumo gracias a la apertura de la economía y la alta disponibilidad de liquidez por parte de los hogares". La inversión, en tanto, ha mostrado un ritmo más lento debido a la incertidumbre y "no se prevé una aceleración importante del componente privado no minero", manifiesta el informe.

Por último, el Central aseguró que mantendrá la Tasa de Política Monetaria en 0,5% "hasta que la recuperación de la economía se afiance".

La merluza común mantiene su estatus de recurso sobreexplotado, pero sigue dando señales de recuperación, según el Informe Anual de Pesquerías correspondiente a 2020, elaborado por la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura (Subpesca).

El organismo debe reportar anualmente la situación de un conjunto de 27 recursos pesqueros, para dar cuenta de la condición en que se encuentran peces, moluscos, algas y crustáceos. En su última entrega, el informe establece que todos los recursos monitoreados mantuvieron su condición y mejoraron.

Respecto a la merluza, la entidad aseguró que se encuentra trabajando en un plan de recuperación. "Se ha establecido una estrategia de captura enfocada en alcanzar un máximo rendimiento sostenible. De ese modo, desde 2014 a la fecha ha sido posible casi duplicar la cuota de la merluza común, a partir de los indicios de recuperación observados", señaló en un comunicado.

El reporte de la Subpesca destaca que cuatro recursos mejoraron su condición, pasando de sobreexplotados en 2019 a plena explotación en 2020. Es el caso de la anchoveta entre las regiones de Valparaíso y Los Lagos, el langostino colorado entre Arica y Coquimbo, la sardina austral en Los Lagos y la misma especie en Aysén.

"Una de nuestras prioridades es avanzar hacia una mayor sustentabilidad de los recursos hidrobiológicos. Solo por esa vía, la actividad pesquera nacional podrá proyectarse de modo saludable hacia el futuro", dijo la subsecretaria Alicia Gallardo Lagno.

De los 27 recursos evaluados, el reporte indica que 26 mejoraron o mantuvieron su condición en 2020 y uno bajó de rango: la merluza de tres aletas. "Este nuevo informe contiene indicios positivos. El desafío que tenemos ahora por delante es muy claro: mantener aquello que está dando resultado en la recuperación de las pesquerías y hacer los ajustes donde sea necesario", agregó Alicia Gallardo.

De acuerdo a la subsecretaría, otra especies que muestra una evolución positiva es el jurel, que se mantiene en plena explotación y ha aumentado su cuota a razón de 15% en los últimos tres años.

2004 a la fecha ha sido posible casi duplicar la cuota de la merluza común, indica la Subpesca.