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La receta como un seguro de salud

La receta es la principal garantía sobre el correcto uso de un medicamento
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Si una persona presenta una dolencia, el camino lógico a seguir es dirigirse al médico. De ahí saldrá con una receta o prescripción médica, que representa un resumen del diagnóstico, pronóstico y tratamiento de la enfermedad realizada por el facultativo. Sin embargo, la receta encarna mucho más que eso.

Los medicamentos son compuestos químicos utilizados para curar, detener o prevenir enfermedades, ayudando a aliviar sus síntomas. Sin embargo, éstos también pueden generar efectos adversos, contraindicaciones al combinar dos o más de ellos o importantes riesgos si se toman de forma indiscriminada. Es más, el Centro de Información Toxicológica de la UC (CITUC) ha informado que el uso indebido de fármacos es la primera causa de intoxicaciones en el país (58%). Por tanto, la receta es la principal garantía sobre el correcto uso de un medicamento, que ayuda a reducir los riesgos que una mala administración generaría en nuestro organismo.

Por esto, actualmente en Chile existen cuatro tipos de prescripciones (receta médica simple, magistral, retenida y receta cheque), siendo las dos últimas claves para aquellos medicamentos que pueden generar efectos graves en la salud. Ambas fueron instauradas para el control del expendio de fármacos que desarrollan resistencia, como los antibióticos, psicofármacos y estupefacientes; como las benzodiacepinas (clonazepam, diazepan, entre otros), antidepresivos como la sertralina o la fentermina, usado para tratamientos de control de peso, por ejemplo.

Ya en 2012 la Oficina de Drogas y Delitos de las Naciones Unidas mostraba un aumento constante en la prescripción de este tipo de medicamentos en países desarrollados como en vías de desarrollo, generando desde adicciones, pasando por pensamientos suicidas, homicidas y depresión, entre otros.

Sin embargo, las recetas no nos ayudan como quisiéramos para evitar la automedicación, considerando que también existen fármacos de venta libre, que representan el 15% del mercado nacional. Si bien estos no representan el peligro de otros, tampoco son inocuos y su abuso o mala administración pueden traer graves efectos a largo plazo (fallas cardiacas, renales, hepáticas, entre otras). En estos casos, la prescripción médica y la orientación que un químico farmacéutico entregue sobre el uso, efectos secundarios o contradicciones al momento de la compra es esencial.

Empero, la pandemia nos ha mostrado que la prescripción aún tiene importantes desafíos por delante. Uno de ellos es la receta médica electrónica, que no sólo implica la validez de ellas cuando se encuentran digitalizadas, sino que también sistemas y protocolos para la venta y el control de los tratamientos indicados.

Paula Molina Químico farmacéutico de Farmacias Ahumada

Pandemia y obesidad

Según datos de la OCDE el 74% de la población adulta en Chile sufre sobrepeso u obesidad. Antes del coronavirus, la obesidad y el sobrepeso ya tenían en alerta a las autoridades de Salud por su alta prevalencia.
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La crisis sanitaria sigue golpeando fuerte al país y al mundo. Los altos niveles de contagios, sumado a todas las secuelas económicas, el prolongado aislamiento y los problemas de salud mental, tienen inquieta a la población.

Otro de los problemas evidentes en medio de esta pandemia es la mala alimentación y el sobrepeso, hábitos y condiciones que han tenido un claro incremento producto de los estragos de la crisis.

Los especialistas han insistido en la importancia de una buena nutrición para hacer frente al covid-19. En ese sentido, hay coincidencia en que la alimentación es fundamental para el estado de salud de las personas, sobre todo en un escenario donde los contagios no dan tregua.

Antes del coronavirus, la obesidad y el sobrepeso ya tenían en alerta a las autoridades de Salud por su alta prevalencia, al punto de ser definida como una pandemia por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 2010, y se ha visto creciente, incluso desde los primeros años de vida.

Estudios de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) aseguran que el 74% de la población adulta en Chile sufre sobrepeso u obesidad.

Según las nutricionistas Luciana Matos y Daniela Gómez, consultoras de Intakt Snacks, más allá de las consecuencias estéticas que tiene la obesidad, "debemos tener claro que se trata de un problema médico que aumenta el riesgo de enfermedades y problemas de salud graves, como hipertensión, hígado graso, diabetes, resistencia a la insulina, enfermedad coronaria y ciertos tipos de cáncer, entre otros".

Datos publicados recientemente señalan que las personas con obesidad tienen un mayor riesgo no solo de infectarse, sino también de tener una peor evolución y mayores tasas de hospitalización, por eso el llamado es a preferir alimentos naturales, altos en proteínas para así fortalecer nuestro sistema inmune, y promover una mayor saciedad entre comidas, alimentos ricos en fibra e integrales. También es importante realizar actividad física y beber agua.

No podemos esperar que la pandemia termine para controlarnos, motivarnos o hacer algo al respecto. Hoy es el momento.