"Hicimos tantas cosas, que me voy tranquilo ¿Qué voy a hacer más adelante? Ahí veré"
Está tranquilo. Mira hacia atrás y asegura que podría estar muchas horas hablando de cómo creció Chillán en los últimos 12 años. Mejoramiento de avenidas, semaforización, iluminación, seguridad, un Teatro Municipal y un complejo deportivo, suman entre otras tantas obras que formarán parte, desde el 28 de junio, del legado de Sergio Zarzar.
Sentado en su escritorio, el mismo que ocupará por los próximos 28 días, asegura que "no cualquiera participa en política y se va invicto". "En esa elección no participé. Es distinto cuando vas de candidato y pierdes. Te vas con un sabor de que algo pasó o que ya la gente te rechaza o te cuestionó tu último período o la gestión en general. Me voy tranquilo", agrega el edil con un pasado familiar ligado a la Casa Zarzar, así como también a las comunicaciones y a Ñublense, equipo que logró subir de la tercera a la primera división. Además, fue dirigente de la ANFP antes de asumir el sillón alcaldicio en 2008.
-¿Está preparado para dejar la que es su segunda casa, como lo es la municipalidad?
-Sí, no tengo ningún problema. Siempre estoy adaptado a la vida, a las cosas buenas y a las cosas que uno tiene que enfrentar. Incluyendo hasta las desgracias, porque la vida es un conjunto de situaciones y emociones. Estoy tranquilo. En la sumatoria, me voy bien, con todos los esfuerzos que se hicieron y por la cantidad de obras, porque al final a uno lo miden por las obras. Uno tomó una ciudad progresiva, una capital provincial, pero estás entregando una capital regional.
-Asumió en 2008 con una comuna que era capital provincial y 10 años después se transformó en la capital de la región de Ñuble
- A ver, se dio la instancia de que yo fuera el alcalde, pero el momento clave para la nueva región fue cuando, estando como presidente del capítulo provincial de alcaldes programamos el 20 de agosto de 2014, desfilamos. Mandamos a hacer un lienzo en 24 horas (que decía los alcaldes de Ñuble unidos por la región) y desfilamos en Chillán Viejo frente a la Presidenta Michelle Bachelet. De los 21, solo 20 alcaldes lo hicimos y uno se restó porque pensó que sería una situación adversa para la Mandataria. Lo que no fue así. Por el contrario, cuando íbamos pasando por el palco oficial, nos dimos vuelta hacia ellos y fue en ese momento en que ella levanta el pulgar como diciendo: "Esto va". Ahí se empezó a trabajar. El comité Ñuble Región puede haber estado 20 años, pero esto no se resolvía con reuniones, con regalar calendarios o cosas por el estilo. Esto se consolidaba en el ámbito político. Ahí fue cuando nosotros, en una reunión de los alcaldes, planteamos que había que hacer una solicitud política o sino íbamos a estar 10 años más con Ñuble Región. Ahí nació todo. Por eso digo que no es por añadidura o casualidad que me llegó todo, sino que hicimos muchas cosas para que se produjera ese cambio. Me tocó estar dentro de las gestiones más relevantes para que se materializara Ñuble Región.
-Ese 2008 ¿recuerda cómo vio al Chillán que se le entregaba?
-Lo vi con preocupación. Si bien nunca me había planificado para incursionar en la política, me preocupaba que mi ciudad estaba muy complicada y retrasada. La municipalidad estaba cuestionada en muchos aspectos. Por eso me interesé en hacer algo por ella y empezamos a trabajar, fundamentalmente, en las poblaciones. La gran obra de la gestión que me tocó corresponder está en la gente.
-¿El terremoto cambió mucho la planificación trazada?
-El terremoto me golpeó cuando llevaba un año como alcalde. Había que reaccionar, recuperar. Acá en Chillán muchos olvidan que cayeron 2.500 casas. Hubo que hacer una gestión para conseguir 2.000 mediaguas. Me las conseguí y empezaron los proyectos de reconstrucción. Y ahí está Chillán: fue un lujo cómo se reconstruyó la ciudad. Eso fue la base de lo que vino después: entender que luego de un momento muy dramático, fuimos capaces de actuar bien como municipalidad y sacar rápidamente las soluciones.
Pandemia
Tras superar su primer período, Zarzar continuó con dos más, donde pudo materializar grandes obras. "Para mí era fundamental que la avenida O'Higgins tuviera cuatro pistas. Eso era un costo de $10 mil millones. Comenzamos a gestionar hasta que logramos el financiamiento. Es una obra a la cual le tengo mucho cariño, porque sin ella, Chillán sería un caos", mientras sindica a la avenida Huambalí, la Diagonal Las Termas y a la circunvalación como proyectos que cambiaran la ciudad. Espera, además, que su sucesor, Camilo Benavente, termine con los proyectos que están con sus recursos listos y la comuna siga creciendo y entregando mejor calidad de vida.
-Luego de tantos hitos, ahora se retira con una pandemia.
-Es la vida. Siempre digo que es rico subirse a un auto y empezar un viajar, pero uno tiene que estar preparado por si el motor se te echa a perder. Tienes que saber reaccionar para continuar el viaje. Me encontré con muchas cosas en contra, pero sirvió para el equipo municipal actuara. Cuando hay situaciones como estas (terremotos o pandemias), siempre van a haber críticas, que son legítimas.
Con el correr del tiempo, la gente va a valorar lo que hemos hecho como municipalidad. Fuimos los pioneros en decir que iba a haber una pandemia del hambre y que los municipios teníamos que reaccionar. En ese sentido, fuimos de los primeros en comprar alimentos. En general, la gente ha visto un avance y un desarrollo sostenido. Ha visto que hemos podido desenvolvernos de la mejor manera, entendiéndose que en esta pandemia nosotros fuimos los grandes actores del pasado. (...)También significó un problema que es relevante. En marzo de 2020 llegó la pandemia y de ahí suspendimos muchas inversiones y empezamos a comprar alimentos para enfrenar lo que se venía. La ciudad, en ese aspecto, perdió. Dónde se gana, en que fuimos defensores de la salud y de la vida de las familias.
-Si Ñuble no se hubiese separado del Biobío ¿Habría sido peor el cómo enfrentarían la pandemia?
-Sí, sin lugar a dudas. Lo mejor que nos pasó fue ser región. Antiguamente, para que viniera un seremi, tenía que andan por Los Ángeles, Arauco, el Gran Concepción y si le sobraba tiempo, venía a Chillán. En cambio ahora, los tenemos todos aquí, es gente de aquí, conocen todos los temas. Esto es lo mejor. Hubo recursos del Gobierno Regional que fueron canalizados para la región, y fundamentalmente para Chillán. Lo anterior, como era la figura de la región del Biobío, Concepción acaparaba todo, lo sustantivo del presupuesto, el resto eran menudencias que se repartían al resto de las provincias.
- ¿Siente que el Caso LED afectó su figura y legado?
-Sin lugar a dudas, afecta. Sobre todo la gente que está más desinformada. Hay muchos que conocen el manejo que ha tenido la Municipalidad de Chillán estos 12 años. De hecho, hoy, donde hay municipios en el país que deben miles y miles de millones de pesos, la municipalidad de Chillán está impecable, no tiene deudas. Eso nos hace sentir orgullosos, no solo como alcalde, sino que a todo el equipo municipal.
El tema de las luminarias LED se habla de manera muy desinformada, de un robo. ¿Qué robo? Acá no hubo robo. Lo que sí hubo es una situación que se está investigando y que coincidió con una empresa. De repente nos comparan con Iquique, que cambió la misma cantidad de luminarias que nosotros, y lo que pagaron por hacerlo fue $6.500 millones. En el caso de nosotros, las mismas luminarias eran $3 mil y tantos millones. Hay una diferencia brutal. Y de hecho, cuando llega la información de que había alguien que estaba ligado a la empresa, suspendí de inmediato el contrato. No se alcanzó a cambiar ni una luminaria (...) Acá hay una situación que se está investigando. Qué la venga a revisar quién quiera. No tenemos deudas, somos unas de las mejores municipalidades de Chile.
-Desde el 28 de junio vuelve a ser un ciudadano más ¿hay posibilidades de que vuelva a postular a un cargo político?
-Nunca dejé de ser ciudadano. Hay gente que cuando llega a ser alcalde, se creen omnipotentes. Dentro de mi sencillez, soy un ciudadano en un cargo de alcalde y con el amor y pasión que tengo por Chillán me desvelé para que hiciéramos el máximo esfuerzo por nuestras familias, sobre todo por las que más lo necesita. No tengo ningún problema en decir que jamás acepté la corrupción en este municipio, por eso que cuando termino mi ciclo de alcalde, como ciudadano me voy tranquilamente a la casa a enfrentar nuevos desafíos en la vida. Lo que aquí quedó, quedó. Y lo que sí, es que siempre van a hablar y defender la gestión son las obras. Valen más que mil palabras.
Hicimos tantas cosas, que me voy tranquilo. ¿Qué voy a hacer más adelante? Ahí veré. Pondré todas mis energías a la municipalidad en estos 30 días. Después entenderé que algo más voy a hacer, pero ya lo voy a determinar.
-O sea ¿se dará un break de la política?
-En este minuto no estoy tan motivado para la parte política. Quiero ver tranquilamente el escenario cómo se desenvuelve, uno que no me llena como está la política hoy. Cuando no hay disciplina, cuando hay faltas de respeto, agresividad y todo tiene que ser en torno a denostar o destruir a personas o instituciones, sin lugar a dudas que lo mejor es detenerse a mirar cómo se viene. Me metí en la política por mi ciudad y voy a estar atento a eso. Por eso rechacé cualquier instancia de postular a candidato a diputado o senador. No me gusta el escenario político de este país, creo que estamos retrocediendo.
"Si bien nunca me había planificado para incursionar en la política, me preocupaba que mi ciudad estaba muy complicada y retrasada. La municipalidad estaba cuestionada en muchos aspectos. Por eso me interesé en hacer algo por ella". "(El Caso LED) Sin lugar a dudas, afecta. Sobre todo la gente que está más desinformada. Hay muchos que conocen el manejo que ha tenido la Municipalidad de Chillán estos 12 años".