Trabajos informales en Ñuble se mantienen sobre el 30%
ECONOMÍA. Ingresos diarios de un trabajador por cuenta propia puede superar los $100.000, mientras que comerciante considera que es cíclico.
Luis José Castillo tiene 30 años, es migrante venezolano, y por más de dos años laboró en distintas áreas, hasta que descubrió los caminos del comercio informal. "Yo ahora trabajo dos o tres horas al día, unos tres o cuatro días a la semana, y en un día malo hago unos $70.000, pero a veces logro hasta $150.000, pero el promedio son $100.000". Esto lo logra Castillo vendiendo bolígrafos de nueva generación en las calles de Chile.
Castillo es uno de los que conforma el 29,7% de los trabajadores informales entre 15 y 34 años de edad que se dedican a esta actividad económica en Ñuble, mientras que el 33,2% de los habitantes de esta región laboran en el mismo frente financiero, de acuerdo a los informado por el INE en la edición 6 del Boletín Estadístico: Informalidad Laboral 2021.
De forma más tradicional, están casi 200 personas que laboran de jueves a sábados en el Mercado Persa Monterrico en Chillán, quienes por distintas razones decidieron incorporarse a la actividad comercial por cuenta propia.
Ante ello Ana Quintero, vocera de este centro de economía informal, compartió "que la pandemia ha hecho que mucha gente se tengan que reinventar, ahora tenemos nuevas personas que quedaron desempleado y por ejemplo han invertido su 10% en compra de mercadería, ropa, la vende y con eso logran parar la olla para la semana".
Comentó que ya estos trabajadores "no hacen el mismo dinero de antes, pero al menos les da para comer a la semana, además de brindar un espacio de economía para los que tienen menos ingresos".
Además destacó la labor que han hecho las distintas instituciones del Estado, "para permitir que muchas personas puedan trabajar con sus permisos en cuarentena, además de poder acceder a los beneficios que nos ha ofrecido, que no es una ayuda menor".
Comercio formal
Pero desde la acera del frente, Soledad Benítez, dueña del comercio de referencia en Chillán, Gallo Blanco, manifestó "es muy cierto que hay muchos vendedores informales, pero como decía mi esposo, que era muy sabio: para todos alcanza, siempre hay para todos".
Señaló que si bien "muchos venden mercadería que uno no sabe bien de dónde viene (...) Yo no critico a quién trabaja e, incluso, siempre he dicho que debe existir apoyo o un espacio donde los artesanos, aquellas personas que hagan cosas con sus manos, productos propios, que sean de sus huertas las puedan vender, pero encuentro desleal que una gente se ponga a vender lo mismo que yo vendo al frente de mi negocio".
"Pero esto es cíclico, a veces hay más, a veces hay menos, pero siempre quedan los que ya son parte del comercio de la ciudad", compartió Benítez, comerciante formal.
Sobre el tema, el presidente de la Cámara de Comercio de Chillán, Alejandro Lama, apuntó que " a partir de la pandemia muchos locales comerciales tuvieron que cerrar, por orden de la autoridad, muchos despedidos (...) y esas personas han tenido que hacer sus propios emprendimientos o ser informal, con las dificultades que eso conlleva".
Destacó "esta pandemia nos ha hecho ver lo importante que es el trabajo formal, pero cuando éste no existe pasa que muchas personas se dedican a hacer trabajos informales y es razonable, porque tienen que subsistir".
Agregó que el consumidor es afectado por el comercio informal porque "éste se queda desprotegido ante una compra".
Informalidad
El 36, 3% de mujeres en Ñuble, según el INE de enero a marzo de 2021 se dedicaron a informalidad laboral.
El 31,2% de los hombres en la región tomaron la decisión de trabajar de cuenta propia.
El 49, 2% trabajó en el primer trimestre del año un tiempo parcial entre 1 a 30 horas a la semana.