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Perú: el factor Vladimiro Monsesinos irrumpe en un país totalmente dividido

BALOTAJE. Fujimori y Castillo encabezaron multitudinarios actos. Unos reclamaron "fraude" y los otros, "golpe de Estado". En medio de la incertidumbre tras el balotaje, se descubrieron llamadas de Montesinos desde la cárcel de máxima seguridad.
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La Armada peruana, encargada de controlar la prisión de máxima seguridad del país, se encuentra en el centro de la polémica tras revelarse las múltiples llamadas realizadas desde esa cárcel por Vladimiro Montesinos para presuntamente conspirar contra los resultados de las elecciones presidenciales. Mientras esto ocurría, el sábado en la noche los candidatos Pedro Castillo y Keiko Fujimori encabezaron gigantescas manifestaciones que fomentaron todavía más la división entre los peruanos.

Vladimiro

Desde el teléfono del centro de reclusión de la Base Naval del Callao, el súper asesor del expresidente Alberto Fujimori (1990-2000) realizó numerosas llamadas para supuestamente aconsejar que se intentase sobornar a los magistrados del Jurado Nacional de Elecciones (JNE) con el fin de que beneficiasen a Keiko Fujimori.

La Armada peruana admitió que Montesinos, que cumple una condena 25 años de cárcel por ser el artífice de la gigantesca red de corrupción que se instaló en el aparato estatal durante el mandato de Fujimori, usó el teléfono de la prisión los días 10 y 23 de junio.

Eso coincidía con las grabaciones difundidas por el exministro y excongresista Fernando Olivera, donde se le escuchaba a Montesinos pedir que se ponga "gasolina" (dinero) para que los magistrados del JNE admitiesen todos los recursos de anulación de votos presentados por Keiko Fujimori, que no reconoce su derrota en las urnas.

Al otro lado del teléfono estaba el exoficial del Ejército Pedro Rejas Tataje, pese a que, según la Marina de Guerra, Montesinos había pedido hablar con su pareja sentimental, versión que genera dudas ya que el protocolo ordena que un oficial de la cárcel marque el número telefónico y esté presente durante la llamada.

Sin embargo, las llamadas de Montesinos a Rejas Tataje no resultaron ser dos sino hasta 17 entre el 2 y el 24 de junio, según información revelada por el portal periodístico IDL Reporteros.

Tras conocerse ese dato, el Ministerio de Defensa anunció en un comunicado que la Armada relevó de sus cargos tanto al jefe de la prisión como al jefe de la Policía Naval, así como a los tres oficiales encargados de resguardar el centro de reclusión durante junio.

El fraude y el golpe

La división electoral de Perú se volvió a palpar el sábado en la noche en las calles, con sendas manifestaciones entre los que apoyan a la derechista Keiko Fujimori en denunciar sin pruebas un fraude en las urnas y los que reclaman ya la proclamación oficial del izquierdista Pedro Castillo como presidente electo.

Mientras unos protestaban contra el "fraude" que consideran que ha habido en la victoria electoral de Castillo, los simpatizantes de este último protestaron contra el "golpe de Estado" que, a su juicio, pretende dar Fujimori para evitar su tercera derrota consecutiva.

Tanto Castillo como Fujimori intervinieron las marchas realizadas en el centro histórico de Lima por segunda semana consecutiva y pusieron aún más presión sobre el JNE, que debe resolver los recursos de Fujimori para anular miles de votos. Con el 100 % del escrutinio, Castillo es el virtual presidente electo al recibir el 50,12 % de los votos válidos, con un estrecho margen de 44.000 sobre Fujimori.

"Se acabaron la riñas. Llamo a la más amplia unidad del pueblo peruano. Desde este momento no hay vencedores ni vencidos. Somos una gran familia llamada a encaminar un Perú de oportunidades", dijo Castillo en su intervención. "Tienen aquí un Gobierno electo", añadió el profesor y líder sindical.

Castillo negó que él o su equipo sean chavistas o comunistas, como los han tildado desde el bando de Fujimori, y reiteró que no van a quitar propiedades a nadie.

Fujimori, en tanto, anunció en su mitín que enviará una carta al presidente interino, Francisco Sagasti, para que pida a la OEA una auditoría internacional. "Señor Sagasti: mire y escuche las voces de los más de ocho millones de peruanos que queremos saber la verdad", afirmó Fujimori.

"Nosotros no pedimos que nos favorezcan, sino que se analicen todas esas irregularidades y trampas que se han hecho en la mesa", agregó.

Durante el mitin, Fujimori evitó coincidir en el escenario con el abogado y portavoz de Fuerza Popular Miguel Ángel Torres o con la líder del Partido Popular Cristiano (PPC) Lourdes Flores, dos de sus principales asesores. Esto después de que el lunes un juez le advirtiese que podía volver a prisión preventiva en el caso de que se reuniera otra vez con Torres, Flores o cualquier testigo del caso de presunto lavado de dinero que enfrenta y donde arriesga 30 años y 10 meses de prisión, por presunta financiación irregular de sus campañas electorales.

Segunda vuelta: la ultraderecha francesa no consiguió ningún gobierno regional

COMICIOS. Marine Le Pen y partido de Macron entre los fracasos. Abstención: 66%.
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La dirigente ultraderechista francesa Marine Le Pen volvió a quedarse ayer a las puertas de lograr un gobierno regional, en la segunda vuelta de unas elecciones en las que la derecha y la izquierda mantuvieron sus feudos.

Todos los ojos estaban puestos en Provenza-Alpes-Costa Azul (PACA), donde el ultraderechista Thierry Mariani (36,38 %) adelantó al conservador Renaud Muselier (31,91 %) en la primera vuelta, pero que en esta última ronda se vio relegado al segundo lugar.

Ayer Muselier se impuso con entre el 57 y el 55 % de los votos, según los resultados parciales. "Han respondido a la amenaza de la extrema derecha" para dejar a la región "libre" de un gobierno de esa ideología, proclamó el dirigente conservador regional.

El llamado "frente republicano" o cordón sanitario, con la retirada de la candidatura de la izquierda tras la primera vuelta del pasado domingo, funcionó de nuevo y bloqueó las aspiraciones de la formación en unos comicios que a menos de un año de las presidenciales se veían como su trampolín hacia ellas.

"Ha ganado la lógica de la unidad" de los partidos para frenar a la ultraderecha, recalcó Muselier.

Le Pen achacó la derrota a las "alianzas contra natura" efectuadas para bloquear a su partido. "Han hecho todo para impedir que mostremos a los franceses nuestra capacidad para dirigir un gobierno regional", señaló poco después del cierre de las urnas y citó a los franceses para las presidenciales de 2022 para lograr el cambio que según ella el país necesita.

Su fracaso mantuvo el mapa político de 2015 intacto. La lista de la izquierda, según estimaciones y resultados provisionales, se quedó en sus cinco regiones, los nacionalistas en Córcega y el centroderechista Los Republicanos en siete, incluida la parisina.

"La derecha es claramente hoy la única fuerza de alternancia", apuntó el jefe de Los Republicanos, Christian Jacob, que subrayó la "humillación" sufrida por el partido del presidente Emmanuel Macron, La República en Marcha, creado en 2017 y que pagó de nuevo su falta de implantación territorial.

Su delegado general, Stanislas Guerini, reconoció la decepción, pero puso el foco en la alta abstención registrada, entre el 64 % y el 66 %, un récord para una segunda vuelta.

"Ese desapego cívico histórico constituye una señal mayor lanzada a toda la clase política e incluso a toda la sociedad", añadió Le Pen, que culpó de ese resultado a "la ausencia total de información, la organización desastrosa y errática del escrutinio y la salida de un confinamiento interminable".

17 llamadas o más hizo en junio Montesinos desde el teléfono del penal donde cumple 25 años de condena.