Correo
Urnas vacías
Aristóteles planteaba que la ciudad y las leyes son propias de nuestra naturaleza humana, haciéndonos seres políticos desde que nacemos. Sin embargo, me genera asombro al observar la limitada participación electoral del plebiscito realizado a fines del año pasado, del cual casi un 50% del universo electoral no participó.
Al estar iniciando mi camino como ciudadana chilena, me pregunto: ¿Ir a las urnas no debería ser propio de nosotros, seres políticos?.
Antonia Porfiri Fanta, alumna IV° Medio Colegio Sagrada Familia.
El diálogo a la hora de vencer a la pandemia
Desde hace un poco más de 15 meses, nuestras vidas cambiaron radicalmente debido a la llegada de pandemia del COVID a nuestro país. En estos casi 400 días, los chilenos conocimos de cerca el trabajo remoto, la telemedicina y la educación a distancia; empezamos a relacionarnos con nuestros seres queridos mediante aplicaciones de videollamadas, y comenzamos a confiar en el eCommerce para adquirir todos los bienes que necesitamos en estos confinamientos, entre muchos otros cambios.
Al menos, así han vivido estos meses de pandemia los que han tenido algo más de suerte para poder mantener sus vidas funcionando con cierta normalidad, a pesar de todas las dificultades económicas y emocionales.
Pero la realidad de la mayoría de los chilenos es otra: la deserción escolar, el retroceso que se ha registrado en la inclusión laboral entre las mujeres y el quiebre de miles de micro, pequeñas y medianas empresas son prueba de ello.
Al impacto que el COVID ha tenido en el sistema sanitario en su conjunto (con trabajadores de la salud tremendamente sobre exigidos y que han entregado todo de sí durante todo este periodo), se suma el que ha tenido en la vida de las personas más vulnerables en el país (ya sean estos estudiantes, mujeres o emprendedores) y que, seguramente, tomará muchos años poder revertir.
Desde la vereda del emprendimiento, sin ir más lejos, según cifras de la Asociación de Emprendedores de Chile (Asech), actualmente son más de 30 mil pymes las que han debido cerrar sus puertas debido a las complicaciones de la pandemia, mientras que otras 300 mil están luchando por no desaparecer en los próximos meses. No es una cifra menor, mucho menos considerando que las pymes en Chile emplean a casi el 39% de los trabajadores.
Hemos visto muchas propuestas, desde distintos organismos, que buscan frenar la diseminación del virus. Sabemos que todas están hechas desde la buena fe y las ganas de aportar ideas, expertise y trabajo para lograr salir de esta situación que, a ratos, parece ineludible.
Sin embargo, también nos consta que muchas veces esas propuestas son hechas desde la mirada experta de un solo sector, sin comprender las complejidades y dificultades que estas medidas pueden acarrear para otros.
Evidentemente, esta crisis no es solo sanitaria. Por eso, creo que es momento de actuar unidos, de dialogar y buscar todos juntos los acuerdos necesarios tanto en materia sanitaria, como económica y educacional.
Las crisis nunca se han resuelto a puertas cerradas y es más necesario que nunca abrir las puertas a más actores para que, juntos, podamos ser parte de las soluciones.
Paula Valverde, emprendedora, directora Asech .
Resistencia al cambio
En el ser humano siempre ha existido una resistencia al cambio, incluso muchos se caracterizan por tener miedo a lo desconocido, evitando explorar nuevos horizontes. La naturaleza en su eterna sabiduría nos enseña que la transformación nos permite alcanzar la mejor versión de uno mismo. La oruga por ejemplo al vivir la metamorfosis cambia su propio comportamiento y la manera de relacionarse con otros, el águila a cierta edad también debe enfrentar un proceso de renovación para volver a ser autovalente, dejando atrás los aspectos que lo limitaban. De igual manera las personas estamos llamados a cambiar para ser mejores, sentirnos más pleno y seguros en nuestro propio ser. Probablemente el entorno nos puede juzgar o criticar, sin embargo, si los nuevos hábitos o manera de pensar nos hace sentir más feliz es símbolo de que avanzamos. Un buen consejo en tiempos de cambio es dejar que los perros ladren, porque es señal de que cabalgamos.
Daniel Manchileo Zeballos, director de Proyecto Universidad San Sebastián..