Correo
Ominoso silencio
Hace algunos días un carabinero fue cruelmente asesinado en La Araucanía. La decisión de matarlo no admite duda. El crimen conmocionó a la Nación y, muy especialmente a la Institución que lleva más de mil mártires caídos en defensa del orden y la seguridad de todos nosotros.
No obstante, no hemos conocido una palabra de quienes siempre están atentos para denunciar violaciones a los derechos humanos y, lo que llaman "violencia innecesaria". ¿Dónde estuvo el Instituto de Derechos Humanos para exigir justicia ante este crimen? ¿No parece demasiado parcializada su preocupación por los derechos humanos? ¿Los carabineros no tienen derechos humanos?
En días recientes fue asesinada una integrante de la PDI en una población de Santiago. Nuevamente el silencio del Instituto de Derechos Humanos.
Pero hay más, esta vez fue sonoro el silencio de las agrupaciones feministas que claman, con razón, se respeten los derechos de las mujeres en todos los planos de la vida social. ¿Esta policía no merecía que estas voces se alzaran para condenar el crimen.
Estamos viviendo tiempos peligrosos. Pareciera que hay dos tipos de chilenos, los del frente que son "enemigos" y frente a los cuales todo vale y, los del lado donde todo es angélico y presto al reclamo si se les toca con el pétalo de una rosa.
En democracia todos tenemos los mismos derechos y deben ser protegidos por el conjunto de la sociedad. Todos navegamos en el mismo barco donde nos puso la historia y no puede haber chilenos de primera y segunda clase y, menos aún enemigos a los que se puede matar con ominoso silencio de algunos.
Alejandro Witker, historiador
Convención
Comienza la discusión sobre el anhelo popular de nuestro Chile democrático, considero que es importante considerar que estos temas no podrán pasarse por alto, y que debemos tener en nuestro radar, tanto en medios como ciudadanos, me refiero a "Estado Subsidiario", "Presidencialismo", "Derechos sociales", "Centralización", "Bien Común", "Participación Ciudadana", "Pueblos indígenas", "Principios y Valores", "Modelo de Desarrollo" y "Justicia, Dignidad y Desigualdad". Pero no la ley chica, no la chimuchina, sino que la red de contención de lo que cabe y lo que no cabe en nuestro país, hacia donde caminaremos y cuantas obligaciones se proyectarán en virtud de la garantía de derechos. Se instala la convención constitucional y la atención comunicacional, económica, política y social se concentrará en la forma en que se articulará la estructura constitucional en su letra y espíritu.
Gabriel Pradenas Sandoval, magíster en Políticas Públicas
El descontrol sin cuarentena
Precisamente ahora que saldremos de cuarentena, me preocupa el que aún no le tomemos el peso a cuan peligroso puede ser la frase "me baje la mascarilla solo para respirar un poco", me llena de temor el que no nos cuidemos y perdamos la conciencia ,a la hora de respetar la situación en la que nos hallamos, son casi 33.000 muertes hasta la fecha, si bien los casos de contagios no han aumentado exponencialmente, hay una nueva variante llamada delta, por lo que dentro de la nueva realidad en la que nos encontramos, es primordial el que nos mantengamos lo más a salvo que nos sea posible ,considerando la situación personal de cada individuo.
Josefa Romero,
estudiante
Diversidad todo el año
Quienes han luchado por el respeto a la diversidad, vivieron durante junio el Mes del Orgullo, destinado a visibilizar a la comunidad LGTBQ+ y favorecer la inclusión en todos los ámbitos de la sociedad.
Pero no basta quedarnos con las buenas intenciones expresadas en junio. La inclusión es un trabajo permanente y de largo aliento, para lograr un cambio cultural que acoja a la diversidad.
Esto se aplica especialmente en el mundo del trabajo. Hay acciones concretas que las organizaciones pueden realizar para eliminar los sesgos y permitir a las personas desplegar sus talentos, independiente de su orientación sexual o de género.
El primer paso es contar con procesos de selección de personal diseñados científicamente para medir talentos y habilidades para el trabajo. Hasta el momento, solo el 49% de los trabajadores han pasado por este tipo de procesos, según estudios.