Primarias presidenciales
Un estándar para definir el éxito de las primarias que se desarrollarán el próximo domingo es la cantidad de votos que logren llevar ambos bloques a sus respectivos comicios.
En el caso del pacto FA-PC, al no haber antecedente, se puede usar la votación de las primarias de la Concertación en 1999 como base. En esa oportunidad, votaron 1.384.000 personas; la primaria de 2009 entre Eduardo Frei y José Antonio Gómez no aplica, por haberse realizado sólo en dos regiones. Por otro lado, algo más reciente, la ex Nueva Mayoría, en su ejercicio de 2005, logró llevar a las urnas a más de 2 millones de votantes, muy por sobre la votación de las primarias de la Alianza por Chile, que sólo convocó algo más de 800 mil votos.
Si la derecha no logra movilizar a electores a sus comicios, corre el riesgo de repetir el escenario de 2005, mientras que si el FA-PC tampoco seduce en las urnas, se abre la opción de que la ex Nueva Mayoría capitalice y se posicione de cara a la primera vuelta. Un escenario incierto que depende, por cierto, del interés que generen los seis precandidatos que estarán en las papeletas del domingo.
Fernando Peña Rivera, académico de Escuela Gobierno, Universidad San Sebastián
Pandemia y trabajo doméstico no remunerado
El 22 de julio conmemoramos 38 años desde que se instauró el Día Internacional del Trabajo Doméstico, como una forma de valorar esta labor y visibilizar la desigualdad en las tareas domésticas entre hombres y mujeres.
Cocinar, limpiar, lavar, planchar, cuidar mascotas y plantas, reparar, abastecer y administrar una casa, cuidar de personas enfermas o discapacitadas, de niños, niñas, adolescentes y adultos mayores en la casa, no consideran ninguna remuneración, sin embargo, son uno de los pilares fundamentales de la economía moderna, ya que sienta las bases para el desarrollo de un país y es realizado mayoritariamente por mujeres, 71% según el estudio ¿Cuánto aportamos al PIB? Primer Estudio Nacional de Valoración Económica del Trabajo Doméstico y de Cuidado No Remunerado en Chile hecho por Comunidad Mujer en 2019.
Esta situación se agravó y quedó en evidencia durante la pandemia, donde muchas mujeres tuvieron que dejar sus empleos para cuidar de los hijos, quienes con las escuelas cerradas tuvieron que quedarse en la casa. Así lo muestran cifras publicadas por el INE, que indican que, entre mayo y julio de 2020, las personas que declararon "razones familiares temporales" para no buscar trabajo aumentó un 172% en general, y un 593% entre las mujeres.
Para exponer la desigualdad de género en las tareas domésticas, Comunidad Mujer lanzó la campaña "Dedus Crespus", en la que, apelando al humor y haciéndolo pasar por una enfermedad real, se refiere a la falta de apoyo que en la mayoría de los hogares se presenta en las tareas domésticas por parte de los hombres.
Por otro lado, destacando el aporte real del trabajo doméstico no remunerado, Comunidad Mujer reveló que, de contabilizarse las labores del hogar, tendrían un aporte de un 22% al PIB nacional, superando la contribución de todas las ramas de la actividad económica, incluyendo la minería.
Estas cifras, no sólo son relevantes en el sentido de la desigualdad de derechos y oportunidades para hombres y mujeres, sino también desde un punto de vista económico. Un estudio del Fondo Monetario Internacional realizado en 90 países el año 2019, indicó que el PIB de un país podría aumentar de 4 a 11 puntos si existiera una repartición más equitativa de las labores del hogar, dando el espacio para que las mujeres se incorporen al trabajo remunerado.
Las cifras hoy no son alentadoras, con el aumento del desempleo femenino se perdió mucho camino recorrido, por eso el llamado es a lograr una recuperación económica, donde se ponga en el centro el objetivo de un mercado laboral equitativo y de calidad.
Alejandra Fuenzalida, directora ejecutiva de United Way Chilex
Reglas Convención
Es preocupante la falta de reglas que garanticen la participación y la capacidad de deliberación de los convencionales constituyentes. Esta carece de normas de transparencia y debido proceso, impactando negativamente en el tono del debate y el derecho de todos los convencionales a expresar sus opiniones y que estas sean consideradas. Impera un ambiente asambleísta y han existido arbitrariedades en las primeras sesiones. Se trata de una situación grave que merece nuestra atención teniendo en cuenta que la legitimidad del proceso depende del resguardo de la institucionalidad y los principios democráticos, no solo en amparo de nuestros derechos, sino de lo aprobado en el plebiscito de octubre de 2020. Ninguno de sus integrantes puede atribuirse otra autoridad o derechos que los que expresamente se les haya conferido en la Constitución. Tampoco es soberana en su función, debe respetar los límites que se fijaron en nuestra actual Carta Magna y el marco jurídico en resguardo de nuestras libertades.
Martín Durán