Servicios de despacho, entrega y última milla
Uno de los rubros económicos que se han desarrollado de manera explosiva por efecto de la pandemia son las empresas de entrega de productos, tanto de delivery como de categorías generales. Así, la logística se tuvo que reinventar en tiempo récord para cumplir tanto con las normas sanitarias como con las expectativas de los clientes.
Desde marzo del 2020, en nuestro país se implementaron las entregas sin contacto, una tendencia que ha ido al alza hasta estos días, de la mano con el comercio electrónico y de las empresas de última milla, responsables de gestionar el paso final de entrega de un pedido realizado en una tienda online. Este es el último proceso dentro de toda la cadena de distribución, es decir, desde el último punto o centro de distribución, tienda y/o almacén, hasta la dirección de entrega.
La gestión de las empresas de última milla puede ser considerada como el paso más importante dentro de toda la cadena logística de un e-commerce, donde el cliente no solo espera que su pedido llegue a tiempo, sino que además lo haga en óptimas condiciones. En el último tramo se realiza una distribución pormenorizada mediante muchos más vehículos, debiendo resolver factores externos -como el tráfico- y los riesgos inherentes al traslado dentro de la ciudad.
La distribución de paquetería y encomienda en nuestro país creció un 101,7% durante el período interanual, de mayo 2020 a mayo de este año, debido principalmente a la mayor cantidad de compras remotas con despacho a domicilio.
Entre los factores que provocaron este aumento se encuentra el impacto de las medidas de confinamiento, retiros previsionales, bonos estatales, la oleada de nuevos compradores y vendedores, y el mejoramiento de las capacidades de la industria.
Sin duda, la forma de adquirir productos y servicios cambió y esta modificación presenta nuevos desafíos, ya que el servicio que entregan las empresas de despacho es fundamental para la imagen de la empresa proveedora. Es la cara al cliente.
Aumentar la inversión en innovación y nuevas tecnologías, desarrollar alianzas con otras empresas, mejorar la atención al cliente, ajustar stock y reducir los tiempos de entrega son algunas de las claves que se requieren para llegar a los objetivos operacionales.
Las organizaciones deben tener presente que si bien el cliente no siempre tiene la razón, invariablemente es lo más importante.
Verónica Jara Troncoso, Docente Adjunta de la Facultad de Ingeniería, U. Andrés Bello.
La Manufactura Responsable
El cuesco de la palta puede parecer una de las creaciones más absurdas de la naturaleza. Ocupa demasiado espacio y tiene un sabor horrible. Pero una empresa mexicana innovadora llamada Biofase está convirtiendo estas semillas gigantes en tenedores, cucharas, cuchillos y bombillas biodegradables para ayudar a compensar las 13 millones de toneladas de plástico que se tiran a los océanos cada año.
Mientras tanto en Chile, una startup con el nombre de Solubag ha desarrollado un material soluble y ecológico que algún día podría reemplazar las bolsas de plástico que tanto dañan el medio ambiente. Esta invención-elaborada con alcohol polivinílico-se disuelve en agua a los cinco minutos en lugar de tardar décadas en desaparecer. Además, es muy prometedor que el inversionista estadounidense y personalidad de la televisión Kevin Harrington se haya integrado recientemente al Consejo Asesor de la empresa. Hace poco tiempo, el fabricante de calzado brasileño Cariuma también dio un gran paso con el calzado deportivo sostenible hecho de bambú y caña de azúcar locales. Este calzado deportivo ha sido tan popular que, cuando la compañía presentó nuevas líneas en 2020, una de ellas se agotó en solo cinco días y tenía una lista de espera de 5,000 personas.
Por donde quiera que se mire, los emprendedores en América Latina están reduciendo el desperdicio y encontrando ganancias en productos de fabricación sostenible, hechos con los mismos ingredientes que la mayoría de la gente subestima o tira a la basura. Sin embargo, no hay suficientes empresas haciendo la misma labor y esto debe cambiar antes de que sea demasiado tarde.
La evidencia sugiere que el planeta está precipitándose hacia un límite de temperatura alta que podría traer importantes consecuencias negativas para la seguridad alimentaria, la salud y las economías en esta misma década. La deforestación en la Amazonia ha provocado un fuerte aumento del dióxido de carbono que ingresa a la atmósfera (cuando se talan los árboles, su carbón almacenado se libera a la atmósfera, contribuyendo al calentamiento global)[i]. Las emisiones de carbono provenientes de la fabricación irresponsable, los automóviles y los aparatos electrónicos también están agravando el problema.
La tendencia es clara, sin embargo, parece que no es una alta prioridad. De acuerdo con un estudio reciente del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, 33 países latinoamericanos han asignado un total de 318 mil millones de dólares a las iniciativas post-COVID, con un gasto de reactivación de 46 mil millones de dólares y de los cuales menos del 2.2% se destina a la promoción de iniciativas "verdes" que podrían ayudar a guiar el camino hacia una recuperación económica más completa. L.
Marcos Razón, presidente y director general HP Inc. para Latinoamérica