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Festejo saludable
Ya pronto llega el Día del Niño, instancia que muchas familias utilizan para celebrar a sus hijos o a los pequeños de la familia. En estos tiempos que las salidas y reuniones familiares han estado restringidas y en que probablemente las instancias o motivos de celebración han sido pocos, es muy probable que padres, madres y familias tengan el deseo de celebrar este día con regalos, lo que por lo general incluye juguetes y dulces.
Desde el punto de vista de la nutrición, es tal vez natural querer agasajar, alegrar y mostrar cariño a nuestros niños con alimentos, dentro de los cuales se recurre a aquellos que son dulces y/o altamente procesados, y que, por supuesto, sabemos que a los niños les gustan mucho. Sin embargo, a través de los alimentos también podemos regalar, sin darnos cuenta, salud o riesgo de enfermedad a futuro. Es por esto, que regalar dulces a nuestros niños debe ser un proceso planificado, de manera que esta linda intención de alegrarlos y entregarles cariño, no les termine dañando en el mediano plazo. Si usted tiene planificado que parte de la celebración del Día del Niño incluya alimentos ricos en azúcar y grasas, acá hay algunas recomendaciones que podrían ayudar a controlar su ingesta y al mismo tiempo ayudar a que los niños se diviertan y lo pasen bien.
Claudia Sanhueza, nutricionista
Concepto pueblo
El pueblo es un concepto ampliamente usado en épocas electorales, pero hoy en día no queda claro a que se refiere cuando es utilizado en múltiples intervenciones que realizan figuras políticas o sociales de distintos sectores ideológicos, las cuales aseguran hablar por o para el pueblo, algo es evidente con el uso de este término y es que posee una gran ambigüedad la cual debe ser interpretada en base al contexto y posición del locutor que la emite. En la actualidad electoral chilena existe una competencia por adjudicarse al pueblo, pero al igual que el concepto en sí mismo es posible observar una amplia diversidad en torno a lo que se expresa como pueblo, es por tanto la evidencia y resultados electorales dejan en claro un aspecto relevante y es que no existe esa figura o agrupación que represente al pueblo de manera absoluta, más bien hay representantes de colectividades más grandes que otras, que al fin al cabo es lo que nutre nuestra realidad política actual.
Javier González, licenciado en Ciencias Políticas y Administrativas UdeC
Trabajo híbrido: ¿somos más productivos?
Actualmente, no es ninguna novedad entender que la llegada de la pandemia cambió la forma en cómo organizábamos nuestras vidas. Ya, hace más de un año, que los términos como distanciamiento social, teletrabajo, uso diario de mascarilla, no tocarse, entre otros, se han convertido en parte diaria de la rutina.
Así también, se ha visto afectado el mundo laboral. Si el 2020 fue el año de las oficinas remotas, este 2021 se convertirá, por primera vez en la historia de nuestro país, en la forma del trabajo híbrido. ¿Y por qué esto? Este modelo es una muy buena opción tanto para el presente como para el futuro, ya que es capaz de combinar la seguridad de las personas, reduciendo el riesgo la posibilidad frente al contagio. Por otra parte, entrega cierta continuidad operacional a los negocios, facilitando de esta forma la consecución de sus metas, el cumplimiento de los objetivos y la posibilidad de que las personas se vuelvan a integrar con sus equipos de trabajo a pesar de las restricciones que deben ser aplicadas en todo momento.
Además, vale la pena destacar que no solo los trabajadores se verán beneficiados con este modelo, sino que también el sector empresarial, ya que permitirá la reducción de costos en oficina, gastos comunes, luz, agua, etc., hasta el acceso a una mayor reserva de talento.
De todas formas, y pese a los beneficios, cabe preguntarse, ¿el trabajo híbrido afectará la productividad? En primer lugar, se requiere que los trabajadores desarrollen rutinas laborales, ya que éstas van a favorecer el buen cumplimiento de sus actividades, especialmente, si son planificadas. Adicionalmente, deben procurar generar los espacios de tiempo para que sus actividades familiares o personales no afecten negativamente el desarrollo de sus funciones en formato de teletrabajo.
Por su parte, los empleadores deben implementar programas de cuidado emocional con sus trabajadores y crear programas de bienestar social para que éstos no se vean afectados por los encierros, cuarentenas y/o la reducción de las libertades individuales. En este sentido, se requiere respetar los horarios de desconexión laboral en el caso del personal que realiza teletrabajo, así como también velar por el equilibrio entre la vida personal y profesional de todos ellos.
Carlos Pérez-Vargas, psicólogo